Borrar

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No era bonito, pero cumplía la misión de todos los jarrones, que es ocupar un sitio que nunca estuvo previsto para él. ¿Quién nos regaló este adefesio? Ahora tendremos que esperar a que se case, o se vuelva a casar, algún amigo no demasiado íntimo ...

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios