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La enésima reinvención

El contraanálisis ·

Lo que debe hacer el bueno de De Biasi es un reseteo del disco duro, limpiar los virus e iniciar el sistema de nuevo. Es decir, hacer limpieza de prejuicios, miedos y desajustes

Raúl Alústiza

Viernes, 29 de septiembre 2017

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Hoy estrenamos entrenador, Gianni de Biasi, y también la enésima reinvención del Alavés. Empezamos otra vez de nuevo. Solo deseo que sea la última esta temporada, sería una buena señal. Utilizando un término informático, lo que debe hacer el bueno de De Biasi es un reseteo del disco duro, limpiar los virus e iniciar el sistema de nuevo. O lo que es lo mismo, limpieza de los prejuicios, miedos y desajustes que había en la memoria del equipo.

Comentaba De Biasi que «debemos hacerlo más sencillo que nunca. Necesitamos pocas explicaciones, pero muy claras». Es muy parecido a lo que dijo Cabello en aquellos dos partidos en los que se hizo de manera interina del equipo. Y yo me tengo que repetir con lo que dije entonces, aquella frase de Albert Einstein: «Todo debe ser tan simple como sea posible, pero no más simple que eso». No vaya a ser que solo apelemos a lo más elemental como son los valores, o sea el orgullo, la vergüenza, el esfuerzo, los sentimientos, la entrega, etc., eso que es imprescindible, aunque solo con eso no jugamos al fútbol. Además, tampoco creo que será suficiente si recurrimos al tópico de estar bien ordenaditos, muy juntitos atrás y cada uno en su sitio como clave del éxito. Porque en su sitio, ordenaditos y juntitos, como decía el difunto Luis Aragonés, solo están un momento antes de empezar los partidos, luego se me mueven por todo el campo. Y si fuese así de sencillo, la solución sería muy fácil, contratamos a Javier Clemente, que con aquel fútbol primitivo, con la patada a seguir como sistema de juego y el ‘punterón’ como la acción técnica más sofisticada, ganó dos ligas. Aunque también hay que decir que en aquellos tiempos los demás eran parecidos y, por lo tanto, alguno tenía que ser el menos bruto.

Pero volviendo a nuestra realidad, tiene mucho sentido esa idea de comenzar por detrás. No hay que entender mucho para saber que es más fácil esto que plantear ir al ataque. Y comenzar por detrás no es poner más defensas ni trivotes defensivos o delanteros que defiendan, sino una idea colectiva de lo que es defender todo el equipo. Primero aplicando un trabajo intenso en los pocos entrenamientos que ha podido realizar, más en lo mental que otra cosa, y principalmente con una rigurosa mentalización colectiva para que todo el equipo tenga como prioridad el máximo rigor defensivo.

Evidentemente, sin olvidar lo ofensivo, pero sabiendo que suele resultar una trampa mortal las situaciones de ansiedad que provocan la necesidad de triunfos. En estos casos, el peligro defensivo no está en el repliegue sino en el despliegue, los peligrosos balances, o lo que es lo mismo, ese momento en que se pierde el balón sin tener asegurado el equilibrio posicional que garantiza evitar una contra. Pérdidas que son más peligrosas y dañinas que un mal ajuste de la defensa cuando el equipo está replegado, porque aquí siempre habrá coberturas u otras alternativas para solucionarlo, y, sin embargo, en un mal repliegue, el equipo está vendido. Es lo que tiene cuando no te llega para todo, que hay que priorizar. Ahora mismo, el Alavés es como una manta pequeña, que si te tapas por arriba te descubres por abajo, y al revés. En el fútbol, lo difícil es hacer las cosas fáciles. Y una cosa es saber lo que hay que hacer y otra muy distinta es saberlo hacer. Se me antoja que a un equipo que atraviesa por situaciones difíciles no le es sencillo jugar fácil.

Otro de los comentarios que hacía De Biasi era que «este equipo necesita creer en sí mismo». El problema del conjunto con todos los vaivenes, reinicios, reinventos y experimentos, es que no tiene claro quién es en sí mismo, dónde mirarse, cuál es la referencia o filosofía futbolística y con qué idea colectiva se identifica. Pero para eso ha venido De Biasi, para marcar una referencia donde mirar y un mensaje de motivación en que creer. Aunque yo soy un poco escéptico en esto de los mensajes milagrosos, en este momento me agarro a ellos como si fuese la única verdad en el mundo, no queda otra. Como dice el libro sagrado de los Mayas: «Cuando tengas que elegir entre varios caminos, escoge el que tenga corazón. Quien elige el camino del corazón no se equivoca nunca».

Y del rival de hoy poco podemos decir. Bastante rival somos nosotros mismos como para preocuparnos de los demás. No sabemos si jugarán como el día de la Real Sociedad, que parecían de Champions, o el que se enfrentaron al Betis, que parecían más candidatos al descenso. Tienen una ventaja, que su entrenador Juan Ramón López Muñiz ya sabe desde hace muchos meses a qué quieren jugar y nosotros, por el contrario, andamos todavía en ello. Pero eso no garantiza nada, nosotros tenemos a De Biasi.

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