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Acuerdo con efectos reales

Acuerdo con efectos reales

El pacto para la paulatina subida del Salario Mínimo Interprofesional es, sobre todo, un gesto moral que debe ser revalidado

EL CORREO

Miércoles, 27 de diciembre 2017, 00:35

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La subida del Salario Mínimo Interprofesional, acordada por el Gobierno con empresarios y sindicatos, permitirá a España acercarse a la pauta recomendada por la Unión Europea para procurar que esa referencia no se sitúe por debajo del 60% de la media de los sueldos. Se trata, antes que nada, de un compromiso necesario para dignificar la función social de los trabajadores en su conjunto y en especial de los que están en la escala salarial más baja. Pero habrá que ver sus efectos reales sobre la economía, el empleo y el poder adquisitivo de las familias cuando parte de la pobreza heredada de la crisis está integrada por asalariados. La ministra Báñez ya había avanzado que en 2018 el acuerdo afectará al 3,5% de los afiliados a la Seguridad Social y supondrá un incremento de recaudación de 33,22 millones. Resulta mucho más difícil prever sus efectos directos en los dos años siguientes. Aunque siempre ha de esperarse que la subida del SMI abra más la puerta al incremento de las retribuciones en todos los sectores y empresas, pese a no modificar por sí misma los diversos convenios. El acuerdo es también un pacto de mínimos. Es lo menos que podía dar de sí el diálogo social y el obligado entendimiento con el Gobierno en materia laboral. De ahí que no haya generado grandes expectativas. Sencillamente porque el pacto rubricado por Rajoy es, sobre todo, un gesto moral que ha de ser revalidado en los tres próximos años mediante acercamientos y decisiones, políticas y sociales, que vayan más allá de la tabla establecida. El 4% en 2018, el 5% en 2019 y el 10% en 2020 pueden significar mucho más que esos 850 euros finales o pueden suponer muy poco socialmente. Todo depende de las medidas paralelas que se adopten para acompasar el crecimiento con la generación de empleo y un incremento acorde de los salarios. El presidente mostró ayer especial interés en advertir de que la subida paulatina del SMI está condicionada a un crecimiento de la economía del 2,5% del PIB y a la afiliación anual media de 450.000 trabajadores. El círculo descrito debe hacerse virtuoso. La mera hipótesis de que España crezca en los tres próximos años por debajo del 2,5% la situaría ante la perpetuación de la precariedad laboral, y viceversa. Si la economía y el empleo no son capaces de sostener el acuerdo de mínimos de ayer es que algo grave habrá pasado.

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