La visión vasca

El punto de partida conduce a una versión local del pictorialismo, un movimiento al que pertenecieron figuras de la talla de Edward Steichen. La convocatoria, en su afán por rescatar figuras carentes del reconocimiento debido, exhibe las instantáneas de un fotógrafo esencial como Tomás de Acillona (Getxo, 1893-Biarritz, 1957). El autor es un gran representante de esa corriente, pujante desde finales del siglo XIX hasta el periodo de Entreguerras, y que reclama una pretensión artística para una disciplina que, hasta entonces, tan sólo recibía una consideración periodística o comercial.

La obra del vizcaíno, abogado de profesión, fue objeto, hace ocho años, de una retrospectiva en el Museo de Bellas Artes de Bilbao y esta nueva cita persigue su proyección como uno de los grandes pioneros de nuestro país. Su trabajo de experimentación junto al músico Andrés Isasi le llevó a convertirse en un experto en la goma bicromatada, una técnica de estampación que permite la variación de tintas, luces y sombras, que caracteriza su obra, dotada de una gran fuerza expresiva.

La exposición descubre la evolución de sus preocupaciones estéticas. El dominio técnico le dota de la facultad para perseguir, en una primera fase, ciertas cualidades impresionistas a través del voluntario desenfoque. Posteriormente, dicha pericia le aleja de esa tendencia a difuminar el objeto en pos de una precisa captación de las calidades de la materia. El paisaje, el bodegón, el retrato y la escena costumbrista, son sus géneros preferidos, y el conjunto destaca la preocupación por generar efectos plásticos mediante el uso de sugerentes atmósferas.

La exquisita sensibilidad de Carlos Cánovas también protagoniza una retrospectiva en la que podrán contemplarse seis de sus series datadas entre los años ochenta y la actualidad. El fotógrafo navarro se halla ligado al País Vasco tanto por sus retratos del paisaje fabril como por una reiterada colaboración con la galería bilbaína Espacio Marzana. Sus obras están ligadas a una poética particular que privilegia las áreas periféricas, zonas carentes de personalidad ubicadas entre el ámbito urbano y el rural. La cámara de este autor persigue lugares de transición donde el tiempo y la distancia, la intervención humana y la naturaleza, generan espacios frágiles sin vocación de permanencia.

La presencia de Bego Antón, como ganadora del Premio Revelación del pasado año, representa la excelencia de la creación actual. Esta autora bilbaína analiza las relaciones entre los colectivos humanos, animales y la naturaleza, un diálogo que ella desmenuza visualmente con sutileza y respeto. En esta ocasión, un proyecto llevado a cabo en Islandia posibilita una visión mágica de un territorio proclive a los mitos.

Fuera de sección

El interés vasco va más allá de la sección oficial y nos acerca al vasto panorama comercial. La galería Luis Burgos también ofrece un puñado de voces cualificadas dentro del panorama de la Comunidad. Tres autores bilbaínos e Isabel Muñoz comparten sus salas. Sus intereses son diversos, pero coinciden en una visión madura y personal, fruto de una larga trayectoria. En 'Libro de lugares comunes' conviven los retratos de estudio del polifacético Eduardo Momeñe, autor, ensayista y docente, con los paisajes de Cano Erhardt, un autor conocido por sus incursiones en la fotografía de calle y que, en esta ocasión, nos ofrece imágenes de una naturaleza abrupta dotada de intenso sentido plástico.

La presencia de Begoña Zubero aporta otro aliciente a esta colectiva. En los últimos meses, la creadora ha mostrado su trabajo 'Gente del Po' en Tabakalera y el Centro Niemeyer, y la serie 'V/E Villagio Eni' en la galería donostiarra Altxerri. Esta última llega también a Madrid para documentar un proyecto arquitectónico desarrollado en los años cincuenta, dentro de una serie de proyectos que han establecido vínculos entre arquitectura y política.

Las tendencias quedan, en esta ocasión, a un lado antes las inquietudes sociales de Gorka Postigo, de origen donostiarra. Considerado uno de los grandes fotógrafos del mundo editorial ligado a la moda y la publicidad, su último trabajo para la Fresh Gallery ahonda en la visibilidad de los adolescentes transexuales.