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Aintzane de Luna, con una de sus porcelanas. E. C.
Porcelana reivindicativa

Porcelana reivindicativa

Aintzane de Luna recurre a la cerámica como vehículo para un discurso contemporáneo

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Sábado, 20 de enero 2018

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Aintzane de Luna accedió a la cerámica a través de una exposición de Pablo Picasso, autor de gran producción en este formato, al que también llegó de forma casual e, incluso, tardía. La diseñadora bilbaína comenzó su trayectoria creativa en el óleo y ha encontrado en ese soporte la necesaria ductilidad y un medio adecuado para su propuesta ideológica, relacionada con la condición de la mujer, sus usos y costumbres tradicionales y la imperiosa necesidad de asumir retos en pro de la igualdad de sexos. La Galería 8360, una de los últimos espacios heterodoxos abiertos en Bilbao que aúnan moda y creación artística, muestra ‘Get Up!’, su último proyecto, hasta el próximo mes de febrero.

La canción de Madonna del mismo nombre inspira esta iniciativa, que bien puede interpretarse como una instalación de apacible apariencia. Dos aparadores repletos de vajilla sugieren un confortable ámbito doméstico, pero los sucintos mensajes de los platos llaman a la rebelión, al inconformismo y el consumo, en una suerte de irónico y controvertido discurso. «Me gustan los dobles sentidos», reconoce la autora y explica su intención de extraer elementos del universo femenino más convencional, descontextualizarlos, situarlos en la pared y que trasmitan otros contenidos.

Las frases son llamadas de atención, consignas y reclamos comerciales. «Propongo un actitud rebelde, pero estás en el mercado, no lo puedes obviar», admite. La tipografía está presente como una influencia de su trabajo y los objetos proceden de colecciones decoradas a la manera tradicional, un gesto que acentúa la contradicción entre lo convencional y los llamamientos a la emancipación. «Puede parecer una incitación ya superada por los cambios logrados, pero no es así. Sigue teniendo vigencia porque los avances en la equiparación resultan, en buena manera, ficticios».

La identidad y las reivindicaciones sociales han encontrado un insólito instrumento en la cerámica. Su vínculo con la historia de la decoración también destila connotaciones políticas. La exposición ‘Body and Soul’, celebrada hace cinco años en el Museo de Arte y Diseño de Nueva York, abunda en esa fructífera combinación entre las posibilidades expresivas, su bagaje como ornamento o representación de clase, y las múltiples posibilidades que ofrece como revulsivo estético y social.

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