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«Hay que ser flexible con 
el repertorio de la viola»

«Hay que ser flexible con 
el repertorio de la viola»

Isabel Villanueva Violista. En ‘Bohèmes’ publica piezas vinculadas a París hacia el año 1900, con la sonata de Granados como título más relevante

CÉSAR COCA

Sábado, 18 de noviembre 2017

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En poco más de dos meses ha publicado sus dos primeros discos. Uno (sello Sony), con el concierto para viola y orquesta de José Zárate –que ella misma estrenó en 2010 en su versión para viola y ensemble– y otro, más personal, titulado ‘Bohèmes’, en el que, acompañada por François Dumont, intepreta piezas de Liszt, Granados, Hahn, Martinu, Enesco y Debussy (sello ImmStage). Isabel Villanueva, nacida en Pamplona hace 29 años, es ya una estrella emergente, con una carrera internacional y como intérprete de un instrumento que como solista apenas tiene precedentes en España. En las próximas semanas dará conciertos en Zúrich, Londres, Estambul y Bolonia, además de varias ciudades españolas.

Las obras de ‘Bohèmes’ fueron escritas entre finales del XIX y comienzos del XX, con París como eje. ¿Por qué esas piezas?

– Todas son de compositores relacionados con París, todos de diferente nacionalidad y estilo, porque me interesaba la mezcla. De hecho, sitúo al final una pieza de Debussy, a modo de ‘propina’, porque es el único compositor francés del álbum.

La partitura más relevante en el disco es la de Granados.

– La descubrí hace ya diez años, cuando buscaba piezas españolas para violín, con idea de transcribirlas para la viola. La adapté entonces y desde ese momento la he tocado bastante, sobre todo fuera de España. Es una hermosa pieza dedicada al violinista Jacques Thibaud, y decidí que en mi primer proyecto discográfico iba a incluirla.

¿Y el resto?

– La obra de Hahn la hallé en Lausana, la de Liszt –inicialmente compuesta para voz– es una versión hecha por él mismo ya al final de su vida y la de Martinu es una obra importante pero poco tocada en la que hay un homenaje a su padre, que era campanero, y finalmente la de Enesco es la más célebre y además se exige habitualmente a los intérpretes en los concursos. Debussy, al final, aporta ese color y esa sutileza típicas de la música francesa.

Acaba de decir que realizó la transcripción de la sonata de Granados con solo 19 años. ¿Ha hecho más trabajos así después?

– Sí, lo he hecho más veces y tengo la intención de continuar haciéndolo. He transcrito la parte del violín, la obra sigue en el tono original y apenas he corregido alguna nota porque estaba equivocada en la única versión conocida. La viola aporta a la pieza otros colores, más graves y oscuros.

¿Por qué una transcripción? Se puede pensar que porque quiere hacer música que le gusta escrita para otros instrumentos o porque el suyo no tiene suficiente repertorio.

– No hay escasez de repertorio pero hay muchas obras que no se programan y debería recuperarse. Por otra parte, las transcripciones de obras célebres son una forma de acercar el instrumento al público y atraerlo a un concierto. Hay que ser flexible con el repertorio de la viola.

¿Pero cuál es su repertorio favorito?

– Me gustan todos y a todos trato de sacar el máximo partido, del barroco al contemporáneo. En distintos momentos de tu vida, a veces de un día para otro, te puedes sentir más atraída por una época o por otra, pero los intérpretes somos como actores y debemos ser capaces de adentrarnos en todos los estilos. Debemos ser muy flexibles y muy camaleónicos.

A los pianistas, los cantantes y los directores españoles les piden fuera con frecuencia música española. ¿Pasa también si el instrumento propio es la viola?

– No me lo suelen pedir pero a mí me gusta incluir alguna pieza de música española en mis programas cuando toco fuera. No es indispensable pero sí es bonito mostrar el rico patrimonio que tenemos.

Siempre tiene la cabeza llena de proyectos. ¿Cuáles son los próximos?

– Tocaré en concierto algunas obras de este disco, que tiene ese toque de nostalgia que tan bien se percibe en el sonido de la viola. Y me gustaría también que se hiciera el de Zárate, cuya versión con orquesta está muy bien hecha, de manera que la viola destaca. Es un concierto técnicamente complejo, muy exigente, y sería bueno que se programara más. Además de eso, tengo varios proyectos incluso discográficos. Son muy variados porque van del barroco al flamenco, incluyendo un monográfico sobre un compositor.

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