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Actuará en el BEC el próximo día 29.
Cuando Bryan encontró a Jeff

Cuando Bryan encontró a Jeff

El canadiense Bryan Adams presenta este mes en Bizkaia 'Get Up!', disco que lleva el inconfundible sello del líder de la ELO

Miguel Pérez

Martes, 12 de enero 2016, 17:24

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Pocos músicos son capaces de lucir tan bien la etiqueta de músico rebelde y al mismo tiempo ser el fotógrafo de la Reina de Inglaterra como Bryan Adams. El próximo día 29 el canadiense visita Bizkaia (BEC) dentro de una gira europea que le lleva también a Granada, Madrid y Barcelona. Y viene, si se atiende al imaginario popular, impoluto, fresco, como si por él no hubieran pasado los años, conociera mejor que nadie los secretos de ácido hialurónico y siguiera siendo el calculadamente rocker de cuero negro de 'Cuts like a knife' o 'Reckless', trabajos, sobre todo este último, que le propulsaron a la fama en la primera mitad de los años 80. Hay que saber envejecer. Y el songwritter de Ontario lo ha hecho de manera envidiable, poniéndose a salvo de escándalos, huyendo de los clichés propios de la profesión (al menos, de los peores) y cultivando una vena artística e intelectual que le ha conducido a trabajar con Paco de Lucía, por ejemplo, y en varias etapas de su vida a dejar en un segundo plano la música para centrarse en la fotografía.

La pulcritud cool de su carrera llega a su cénit ahora con 'Get Up!', disco en el que practica de nuevo lo que parece una de sus aficiones favoritas: innovar, explorar nuevos terrenos y hacer lo que le da la gana sin necesidad de cruzar líneas rojas. Después de varios años en los que daba la sensación de haberse reencontrado con el sosiego y la intimidad acústica, Bryan Adams se sumerge en un baño de sonido vital, desprejuiciado y extrovertido y retorna a los escenarios con banda y enchufado a la red eléctrica para presentar el álbum que ha realizado con Jeff Lynne como productor, aunque baste una somera escucha para concluir que la paternidad de 'Get Up'!' corresponde a ambos.

La obra consta de trece canciones, cuatro de ellas acústicas y claramente diferenciadas del resto, en las que ha participado el habitual colaborador de Adams Jim Vallance, antiguo batería de Prism y compositor de éxito que trabaja con el cantante de la celebérrima 'Summer of 69' prácticamente desde sus inicios profesionales. Pero si algo destaca en el conjunto es la sonoridad inventada por el popular líder de la Electric Light Orchestra, esa mezcla de golpes de batería, melodías pegadizas, armonías vocales y un arrollador cóctel de pop, rock y música clásica capaz de rivalizar con el mismísimo muro de Phil Spector. La influencia de Jeff Lynne aparece por todas partes y de manera tan notable que en una cata a ciegas, sin que la carátula mostrase el nombre y la imagen de Adams, resultaría sencillo creer que se está ante una nueva producción de la ELO; eso sí, desprendida de su carga ochentera e interpretada por un cantante de timbre muy parecido a aquel tipo de Canadá que salió con Nelly Furtado en la gala de los Juegos Olímpicos de 2010 en Vancouver y que ha fotografiado a artistas como Amy Winehouse o Pink, pero también a los soldados que regresaban de Afganistán Demonios, ¿cómo se llama?

Bryan Adams. El rockero eternamente juvenil (aunque ya se le note el paso del tiempo en sus facciones) y Jeff Lynne cruzaron sus caminos hace muchos años. Exactamente, unas tres décadas atrás más o menos. Lynne acudió a un concierto del canadiense en Birmingham. Los dos se saludaron más tarde en el backstage y ya sentían cierta admiración mutua. El cantante de Ontario, doce años más joven, había flipado en su juventud en un concierto de la ELO y, desde entonces, había escuchado todos sus trabajos. Lynne, por su parte, veía en Bryan Adams a una de las apuestas más frescas y cool del rock de los 80; como él, se trataba de un renovador enemigo del inmovilismo y con cierta tendencia a hacer lo que le venía en gana al margen de críticos y dictados musicales. No hay que olvidar que el compositor británico fue el responsable de introducir a la ELO en los designios de la música disco, crear fantasías como 'Eldorado' o 'Delivery' y artefactos como la banda sonora de 'Xanadú'; circunstancias que dieron una elevada notoriedad a la orquesta de la luz eléctrica, aunque su líder lo hiciera, más que por apetencias comerciales, porque veía en aquel subgénero una notable gama de ritmos y sonoridades a aplicar.

El caso es que de aquel encuentro en Birmingham no saltaron chispas. Adams había decidido encomendarse a 'Mutt' Lange como productor y Lynne se encontraba demasiado atareado con sus propios proyectos. Ya era entonces un individuo muy ocupado. Aparte de la ELO, tenía en cartera a artistas como George Harrison, Paul McCartney, Ringo Starr o Randy Newman y fue fundador de The Traveling Wilburys, supergrupo en el que tocaba con el propio George Harrison, Bob Dylan, Roy Orbison y Tom Petty. Tanto el músico canadiense como el productor británico tuvieron un nuevo contacto quince años más tarde, cuando el primero quiso enviarle una canción para que se la produjera, aunque el asunto terminó en nada Hasta 2013.

Después de lanzar 'Bare Bones' en 2010, una apretada agenda de galas y colaboraciones varias y una gira acústica con la que recorrió una decena de ciudades europeas y el continente americano al completo, Adams, aconsejado por Jim Vallance, decidió poner su disco de 2015 en manos de Jeff Lynne. Los dos amigos habían coescrito un repertorio lleno de rock del bueno, pop rock, melodías pegadizas y estructuras enérgicas. Y ahí estaba el inventor del sonido ELO para darlas el sentido necesario. Épica, fuerza, electricidad y un optimismo contagioso. Desbordante. Como en los viejos buenos tiempos de la Electric Light Orchestra que habían impresionado al joven Adams.

Escuchas el disco y piensas automáticamente que el mundo es de colores y no hay Rajoy, Sánchez o Artur Mas capaz de aguarte la fiesta. Aunque nadie piense que 'Get Up!' es un álbum poco trabajado inspirado en las montañas de Heidi. Músico y productor han tardado dos años en dar forma a esta obra que, como el propio Adams ha reconocido en varias entrevistas, se ha hecho con grandes pausas, mientras él grababa su disco de homenaje a los grandes temas de los años 60, 70 y 80 y preparaba la reedición de 'Reckless' y Lynne, por su parte, componía y fabricaba el último álbum de la ELO, publicado a finales de 2015. En esas mismas entrevistas, Adams afirma que 'Get Up!' es casi un milagro surgido del empecinamiento de sus autores. Trabajaba con Vallance y Lynne (quien se encargó de tocar la mayoría de los instrumentos) por medio de Internet estableciendo un triángulo entre Estados Unidos, Canadá y Reino Unido. Por fortuna, existe la tarifa plana.

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