Pier Paolo Pasolini, mucho más que un director

El 2 de noviembre de 1945 aparecía en la playa italiana de Ostina el cuerpo torturado y ensangrentado de Pier Paolo Pasolini, hace ahora 42 años. Mucho más que un director de cine, su figura trascendió y se convirtió en uno de los intelectuales italianos más potentes. Pasolini fue uno de los personajes clave de la Italia de posguerra. Escritor, poeta, dramaturgo, guionista, director, actor, homosexual, marxista, católico, artista de enorme talento comprometido siempre con los avatares políticos y sociales de su tiempo. Especie de hombre renacentista, siempre dijo que ante todo se sentía escritor, por encima de cineasta.

Nacido en Bolonia en 1922. Estudia Letras en la Universidad de Bolonia y paralelamente publica 'Poesie a Casarsa', su primer libro de poemas. También escribe para la revista 'Stroligut' y junto a otros amigos literatos crea la Academiuta di Lenga Furlana, en la que se proponía el uso del dialecto friulano en oposición al poder fascista. Su poesía se caracteriza por un erotismo de honda raíz clásica y una preocupación humana por el destino de los desprotegidos. Combate en la Segunda Guerra Mundial y es detenido por los alemanes.

Profesor en un instituto de Valvassone, en la provincia de Udine, en 1947 se acerca al PCI, y emprende una colaboración con el semanario del partido. En 1950 se instala en Roma, donde escribe poemas, ensayos e historias con influencias del pensamiento marxista. Sus primeras películas, 'Accatone' (1961) y 'Mamma Roma' (1962), son ejercicios de neorrealismo, exponiendo la vida de personajes marginales, para colaborar en 1963 en dos películas colectivas, 'Rogopag' y 'La rabia'. Sus trabajos posteriores muestran una inclinación a la crítica social y a la utilización de elementos de la tradición religiosa. Marxista convencido, pero también cristiano, en 1964 dirige 'El evangelio según San Mateo', una aproximación a la figura de Jesucristo a través de los textos evangélicos en donde le mostraba como un hombre de su tiempo, aproximándose al Mesías según la descripción del evangelio de San Mateo, sin ninguna visión premeditada. Un año después dirige 'Pajaritos y pajarracos', una fábula con forma de cuento moral que se adelantó al famoso compromiso histórico italiano, en torno a cómo unir catolicismo y marxismo.

Su cine empieza a ser concebido como 'cine de poesía', en oposición al 'cine de prosa', cuyo máximo representante era Eric Rohmer y que provocó un famoso libro de Joaquín Jordá. La década de los 60 acaba con 'Edipo rey', 'Teorema', 'Porcile', 'Medea' y 'Apuntes para una orestíada africana'. En 1970 Pasolini compra las ruinas de un castillo medieval en las cercanías de Viterbo, y lo restaura. Allí descubre los placeres y la alegría de vivir, que quedan plasmados en su famosa trilogía de la vida, 'El Decamerón', 'Los cuentos de Canterbury' y 'Las mil y una noches'. En 1973 comienza su colaboración con el diario 'Corriere della Sera' con artículos críticos sobre la situación del país. Su cine da un giro de 180 grados con 'Saló o los 120 días de Sodoma', que sería su última película, una mirada a la República de Saló al final de la II Guerra Mundial en la que muestra el sexo y la degradación humana con total realismo como revulsivo a las burguesas mentes bienpensantes contemporáneas.

Pasolini muere asesinado el 2 de noviembre de 1975 en Ostia (playa de las afueras de Roma) en un encuentro con jóvenes de la periferia, a muchos de los cuales había sacado en sus películas. Su cuerpo aparece violentamente desfigurado. Se habla de un complot, pero la justicia de su país no puso demasiado empeño en investigar en un crimen nunca aclarado. La noche antes de morir dio una entrevista, hoy famosa, a Stampa Sera, en la que recordaba el peligro del fascismo. Se detiene a Giuseppe Pelosi, un chapero y estafador de 17 años que en un primer momento se confiesa culpable el crimen, aunque posteriormente lo niega. Se pide la reapertura del caso para esclarecer el crimen, pero Pelosi muere el 20 de julio de 2017 sin haber aclarado nunca suficientemente el crimen.

Protagonizada por el español Enrique Irazoqui como Jesucristo, Pasolini profundiza en un Jesucristo hombre de su tiempo, aproximándose a él según la descripción del evangelio de San Mateo, sin ninguna visión premeditada. Es una película muy fiel al texto de este evangelista, transpirando autenticidad, sencillez y humildad. La mejor película de todas las existentes sobre la vida de Cristo.

Con Totó y Ninetto Davoli, es una fábula con forma de cuento moral que se adelantó al famoso compromiso histórico italiano, en torno a cómo unir catolicismo y marxismo. La película es un recorrido que hacen un padre y su hijo por los caminos italianos, a los que se les une un cuervo parlanchín que da su opinión de todo. Entre los personajes que se van encontrando está San Francisco de Asís en cuya boca pone el director las exhortaciones que el Papa Pablo VI pronunció en el Congreso General de las Naciones Unidas meses antes de que se rodase esta película.

Con Terence Stamp y Silvana Mangano al frente del reparto, es una de las películas más 'copiadas' de Pasolini, una fábula que dinamita la familia burguesa: a una familia de clase alta italiana, compuesta por un matrimonio, un hijo y una hija, llega un misterioso joven que irá alterando el comportamiento de todos ellos. La iglesia católica oficial la declaró "inmoral", lo que automáticamente provocó que la taquilla se disparase.

Compuesta por 'El Decamerón' (1971), 'Los cuentos de Canterbury' (1972) y 'Las mil y una noches' (1974), supone un canto a la vida. Poética mezcla de comedia febril y drama desgarrador, Pasolini muestra su postura sobre la exaltación de la sexualidad en un mundo desprovisto de cualquier sentimiento de culpa y donde el deseo se manifiesta sin ninguna limitación.

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• Éric Rohmer