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El reparto de 'Las furias'.
La familia mal, gracias

La familia mal, gracias

El reputado dramaturgo Miguel del Arco salta al largo con 'Las furias', la crónica tragicómica de una reunión familiar en la que sus miembros se tiran los trastos a la cabeza

Oskar Belategui

Jueves, 10 de noviembre 2016, 19:36

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Debutar como cineasta a los 51 años no es habitual. Sobre todo cuando uno se ha labrado un prestigio como una de las figuras más relevantes del teatro español en los últimos años. Miguel del Arco no ha temblado a la hora de situarse tras las cámaras en 'Las furias', una comedia dramática escrita por él mismo y para la que ha contado con un reparto de infarto: José Sacristán, Carmen Machi, Bárbara Lennie, Alberto San Juan, Emma Suárez, Mercedes Sampietro... El riesgo ha movido siempre a este madrileño en cuyo currículo figuran múltiples oficios antes del de renovador de las artes escénicas: nadador profesional, jugador de waterpolo, bailarín, actor, cocinero, guionista y cantante.

Miguel del Arco llegó a presentarse a un concurso de strip-tease en el que competían hombres y mujeres con el que ganó 100.000 pesetas que contribuyeron a aliviar la economía de una familia numerosa. Conoce el lenguaje de barrio, pero también a los clásicos, como uno de los mitos que Hesíodo recogió en la 'Teogonía' y que le ha servido de base para el guion de su ópera prima. 'Las furias' relata en tono tragicómico la última reunión familiar en una casa de verano del norte de España que la matriarca (Mercedes Sampietro) está dispuesta a vender con la intención de emprender un misterioso viaje. Prestigiosa psicoanalista, ha rehecho su vida amorosa junto a una jovencísima colega (Barbara Lennie). La crítica se ha rendido a un filme que tuvo el honor de inaugurar la reciente Seminci de Valladolid y han encontrado filiaciones con la obra de Paul Thomas Anderson, Arnaud Desplechin, Sam Mendes y Woody Allen.

La venta de ese escenario idílico que alberga tantos recuerdos de veranos infantiles desata las furias familiares del título. Todos deben pasar por la casa para recoger los enseres o recuerdos que quieran conservar. José Sacristán es el padre, respetado y querido actor al que la edad le ha hecho perder la cabeza y vivir en su propio mundo. El hermano mayor (Gonzalo de Castro) propone aprovechar el mismo fin de semana en el que deshagan la casa para celebrar en familia su boda con la mujer con la que lleva más de quince años viviendo y de la que todos esperaban que se separara.

"Elegí la familia como sujeto de mi guion porque, dada la importancia que tiene esta estructura social en España, me parece curioso que no haya inspirado muchas más películas", cuenta el realizador. "Para mí la familia es el principio de todo. El microcosmos en el que nos formamos y que más tarde reflejamos, consciente o inconscientemente, en el macrocosmos al que somos lanzados como personas adultas. El que nos arma o nos desarma para defendernos en el mundo exterior". 'Las furia' es una cinta coral, intensísima a nivel de diálogos, en la que se aprovechan los recursos del montaje y los 'flashbacks' para hilvanar personajes y situaciones.

Del Arco reconoce su deuda con esa obra maestra que es 'Magnolia' en un filme arriesgado y ambicioso, trufado de un sofisticado humor y en el que se masca la tragedia. "Los personajes de 'Magnolia' arrastran, como los de 'Las Furias', sus heridas emocionales. Y como ellos quieren pensar que han acabado con el pasado, aunque el pasado no ha acabado con ellos". Tisífone, Alecto y Megera son las Furias, las deidades sedientas de sacrificio, que no es difícil que aparezcan en medio del caos familiar. "Al final, por mayores que nos hagamos, seguimos necesitando al grupo para ser reconfortados", argumenta el director. "La mano amorosa de papá o mamá que calme nuestra incertidumbre y nos diga: no te preocupes, todo va a salir bien. Y hacemos lo impensable para que esa caricia se produzca. A veces, con tanta vehemencia que nuestra llamada de atención puede llegar a parecer una agresión en toda regla".

Miguel de Arco tiene seis hermanos que son una piña. Sus padres y los marianistas de Carabanchel le animaron a cultivar una faceta creativa que le llevó con 14 años a enrolarse en un grupo de teatro. Antes de la Selectividad ya se había marchado a Estados Unidos y decidido que en vez de Medicina estudiaría Arte Dramático. El autor de 'La función por hacer', 'Veraneantes' y 'Juicio a una zorra' desembarca en el cine gracias a Fernando Bovaira, productor habitual de Alejandro Amenábar, que tras una función de 'Veraneantes' llamó al dramaturgo y le propuso rodar una película. No se entendieron, pero Del Arco siguió escribiendo el guion sobre un clan que se debate, como todos nosotros, entre el anhelo de trascendencia y la simple necesidad de sobrevivir.

"Bergman decía que el teatro era su mujer y el cine, su amante", recuerda el autor, que también regenta y programa el madrileño teatro Pavón, rebautizado con el nombre de su compañía, toda una declaración de intenciones: Kamikaze. Llevan abiertos desde septiembre y, a pesar de la estupenda acogida, no sabe si sobrevivirán más allá de marzo si no baja el IVA cultural. "No somos sostenibles. No tenemos colchón económico ni subvenciones, dependemos al 100% de la taquilla, con un 21% del IVA que es terrorífico y que no tiene ningún país en el mundo. Es una vergüenza nacional".

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