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La empresa se encuentra sin carga de trabajo y la plantilla está a punto de terminar su tercer ERTE.
MAC presenta un plan de viabilidad en el que plantea acuerdos con acreedores y despidos

MAC presenta un plan de viabilidad en el que plantea acuerdos con acreedores y despidos

La idea de la dirección es que se puedan cerrar todos los puntos antes del 30 de junio cuando se acaba el actual ERTE

óscar casado

Miércoles, 24 de mayo 2017, 00:38

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Los pasos para comprobar la viabilidad de MAC Thermal & Process Industries se van cumpliendo. Una posibilidad, la de la continuidad, que se abrió a mediados de este mes de mayo, cuando desde Abengoa llegaron gestos que permitieron seguir creyendo en ella. En este calendario, por parte de la dirección de la empresa ya se ha elaborado un plan de viabilidad en el que se ponen negro sobre blanco cuáles son los pasos a seguir para conseguir que la actividad en el taller pueda reactivarse.

No será fácil, así lo deja claro el director general de MAC, Andrés Abad, pero de momento la esperanza se mantiene. «Lo que propongo es una salida para tirar adelante», confiesa su responsable, que se marca como plazo límite el próximo 30 de junio para conseguir que su idea se apruebe por parte de todas las partes. Esa fecha tope no es casual ya que es cuando se termina el actual expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Por lo tanto, este es un día para el que tiene que estar todo resuelto, de manera satisfactoria o no, porque desde la dirección se apunta a que si no hay acuerdo «no vamos a solicitar otro».

Para poder alcanzar ese punto con buenas noticias tienen que darse ciertos requisitos, teniendo en cuenta además que la firma se encuentra en pleno concurso voluntario de acreedores. Dentro de esta realidad, lo primero que se tiene que cumplir es que el administrador concursal dé luz verde al plan de viabilidad y «decir si lo ve factible o no», resalta Abad.

Este visto bueno es el primer paso de la carrera en la que se han metido en la firma, donde ya han entregado el documento. Ahora se tiene que «valorar» por parte del supervisor para que pueda dar una respuesta, que se espera que sea positiva y que no se demore en exceso, debido a los plazos que se quieren cumplir.

Una vez conseguida esta obligación, se entraría en uno de los puntos más importantes, como es el convenio con acreedores. Este sería el requisito más complicado, ya que tiene que convencer a buena parte de las personas o empresas a las que se debe dinero. Un paso fundamental porque el director general aclara que si «hay una mayoría que dice que no hay convenio todo lo que hayamos hecho no nos sirve de nada». En este sentido «en cuanto a deuda» los más importantes son «varias» entidades financieras, aunque queda otro porcentaje «que está muy repartido».

La plantilla

Otro de los puntos está en la plantilla que ayer conoció el plan de viabilidad de primera mano, después de que hace un par de semanas se libraran en el último momento, con las noticias que llegaban desde Abengoa, de que la empresa presentara el expediente de extinción de empleo para todos sus trabajadores. Una medida que hubiese puesto punto y final a un conflicto que va por el tercer ERTE consecutivo para ellos.

A partir de ese cambio, por parte del comité de empresa ya se conocía que la viabilidad de sus puestos de trabajo pasaba por una hoja de ruta, en la que ahora ya está confirmado que habrá despidos. «Cuando hablas de esto alegrías no hay por ninguna de las partes», lamenta Abad, que añade que es una medida dolorosa pero en la actualidad no se pueden salvar todos los puestos de trabajo.

En la plantilla se mantienen aproximadamente setenta empleados, después de que se haya reducido en unos treinta desde que comenzaran los problemas. Ahora, por parte de los trabajadores se puede aceptar, o no, las medidas que se reflejan en el plan de viabilidad. En él, hay una cifra de despidos que de momento no se quiere hacer públicas ya que es una cantidad que puede variar ligeramente.

Ahora, la plantilla tiene que estudiar la propuesta y tras analizarla tendrá que posicionarse, aunque Abad explica que no es necesario que estén a favor. «Eso lo va a dilucidar un juez», apunta Abad, que recuerda que en la actualidad, debido a la situación límite en la que se encontraba la empresa hasta hace poco, no hay carga de trabajo.

Al margen de estos puntos, el administrador concursal, el acuerdo con los acreedores y la plantilla, otra de las patas del banco sigue estando en el gigante de las energías renovables. Y es que todo pasa porque Abengoa continúe con el calendario de pagos hasta completar los trece millones de euros que debe por trabajos realizados, en su mayoría, en el 2015.

Con todo esto en marcha, y si todo continúa por la misma senda, el plan acabaría regresando a la situación previa a todo este conflicto. Un horizonte en el que «a medida en la que vas incrementando la facturación, vas aumentando los puestos de trabajo y se supone que beneficios», aclara Abad, que tiene claro que llegar a ese escenario «va a costar» y que para poder conseguirlo, antes hay que cumplir con muchos retos.

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