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La margen derecha del Ebro, en La Arboleda, ha sido reforzada en un tramo de 240 metros.
El Ebro gana un 70% de desagüe tras los trabajos de la CHE

El Ebro gana un 70% de desagüe tras los trabajos de la CHE

La Confederación retira parte de una de las islas, de la que se han extraído 8.000 metros cúbicos de tierra para ganar más espacio para el cauce

óscar casado

Sábado, 28 de noviembre 2015, 00:19

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Los trabajos de emergencia que está realizando la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se encuentran en su fase final. Estas medidas han sido ejecutadas para tratar de paliar los posibles daños dentro del casco urbano de la ciudad, en caso de que las condiciones climatológicas se alíen para que suba el nivel del agua. Todavía con el recuerdo de las inundaciones del 31 de enero que causaron daños en garajes, edificios públicos, comercios y todo lo que se encontraba por delante.

Con este objetivo primordial se han realizado estas mejoras en La Arboleda, que también afectan a las islas situadas junto a ella. Unos trabajos que ya apuran sus últimos flecos, por lo que ya es más fácil poder extraer datos que permitan conocer qué efectos tendrán ante nuevos episodios de aumento del caudal.

En este sentido, desde la dirección técnica de la obra, que forma parte del Área de Gestión Medioambiental de la CHE, han establecido que con estas actuaciones, «los cálculos hidráulicos realizados establecen una mejora del desagüe del orden de un 70%». Esto tendrá como principal consecuencia, según se indica desde la entidad pública, que cuando se produzca una riada habrá «un descenso significativo de la lámina de agua en situación de avenidas», por lo que el nivel no alcanzará la magnitud de otros episodios.

Una mejora ante las riadas que se ha conseguido en gran medida con la eliminación de parte de una de las islas, en concreto la que está más alejada del puente de Hierro. Del islote se espera retirar finalmente unos «8.000 metros cúbicos de tierras», de los cuales la gran mayoría ya han sido sacados del río. Estos trabajos han tenido como consecuencia directa que el cauce principal en esa zona se ensanche, por lo que se gana capacidad de evacuación; el río será capaz de absorber más cantidad de agua. Con esto se evitará que se pase de una zona tan ancha como la de las riberas del Ebro, en la que el río está semicanalizado, a una más estrecha aguas abajo del puente.

Además, en esa isla «se ha colocado una escollera de protección de base», para evitar que en futuras riadas el agua pueda producir corrimientos de tierra. Para ello, se han utilizado grandes piedras, al igual que las hay en la zona de las riberas, para evitar que el agua se lleve el terreno. Para esta protección se van a utilizar entre 1.000 y 1.500 metros cúbicos de rocas, cifra que no se conoce con exactitud, puesto que hay que ver cómo termina la intervención.

En un primer momento, desde la dirección técnica de la obra se contemplaba reducir una segunda isla, contigua a la recortada, apenas unos metros aguas arriba. Finalmente, y a tenor de los cálculos efectuados por parte de la CHE, esta parte de la actuación se ha descartado por el organismo responsable.

En ambos espacios lo que sí que se va a realizar, tal y como se planificó, es una limpieza de la vegetación. «Se va a proceder a desbroces y poda así como a la retirada de arbolado en mal estado», explican desde el Área de Gestión Ambiental de la CHE. Una labor de limpieza de la vegetación que también se va a acometer en la margen izquierda, a la altura del parque de Anduva. Con estos trabajos se busca, por una parte, que el río no encuentre obstáculos innecesarios en caso de riadas, y por otra, que el agua no se lleve por delante ramas o troncos que puedan ocasionar tapones.

Al margen de lo previsto en estos trabajos de emergencia para ambas islas, también se contemplaba reforzar la margen derecha del canal de descarga junto a La Arboleda. En concreto se han protegido unos 240 metros, en una zona en la que se habían producido corrimientos de tierras que generaron socavones en el firme del paseo.

Para el refuerzo, desde la CHE ya se había informado de la utilización de parte de los materiales extraídos de la isla pero, además, se ha completado con «un volumen aproximado de 600 metros cúbicos de piedra». Una vez concluya este proyecto, se podrá volver a transitar con vehículos por la vía.

Bayas yZadorra

Junto a estas medidas que están dentro de los trabajos en el casco urbano se han realizado otras mejoras en la ciudad, o que afectan directamente a alguno de los ríos que transcurren por ella. Especial atención han tenido las desembocaduras del Bayas y del Zadorra. El papel de estos dos afluentes en la última gran riada fue decisivo, según dijo la Confederación. Motivaron un efecto tapón sobre el cauce del Ebro, y por este motivo, aumentó la altura del agua, que se acercó a los 7 metros.

Por ello, la CHE procedió a la «limpieza en las desembocaduras de ambos ríos». De hecho, «en su momento estas actuaciones previas se plantearon teniendo en cuenta esta acción actual», precisan desde el organismo de la cuenca.

Estas tareas en la confluencia de los cauces se suman a las que se realizaron en otros puntos del recorrido de esas arterias fluviales. Por una parte, en el Zadorra se reparó una mota en La Puebla de Arganzón, mientras que en el Bayas, las labores se han realizado ya en el término municipal de Miranda, con la poda de chopos y la limpieza de varias zonas de sus riberas.

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