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cristina ortiz
Sábado, 18 de octubre 2014, 00:20
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Por su «carga emotiva y la empatía frente al cuidador, del que muchas veces nos olvidamos», la gaditana María del Mar Braza, estudiante de Medicina, recibió ayer el primer premio del certamen de relatos sobre cáncer y calidad de vida organizado por Giafys y al que han concurrido quince historia llegadas de toda España. La suya, Nuestro secreto, será una de las que se incluya en el tercer libro de narraciones que publicará el colectivo y que llevará por título Vida.
En esas páginas también se podrá leer Despierta, la propuesta de la asturiana Marta Segurola López, que se llevó el segundo premio gracias a un texto «con un mensaje positivo muy claro. Ante una enfermedad que es muy cruel nos hace falta ese enfoque de esperanza», que valoró el jurado. Orgullosa del galardón, abogó por «huir de aquellos que ofrecen curas milagrosas y centrarse en asociaciones como Giafys que ayudan a los pacientes y a sus familias, frente a los que te dicen que te aísles».
El tercer premio recayó en un mirandés, en José Manuel García-Rupérez, por Seis rosas blancas, con el que logró mantener al jurado «en vilo hasta el final. Nos has encandilado con esa actitud luchadora tan importante en esta enfermedad», explicó Koro Quevedo, psicooncóloga y vicepresidenta de la asociación.
Pero para el autor, que ha formado parte del jurado en anteriores ocasiones, no resultó nada fácil afrontar la historia a la hora de reflejar «la angustia que puede tener un personaje, en este caso uno femenino, cuando le comunican que tiene cáncer».
Por último, en categoría juvenil, el relato seleccionado fue La luz de Valeria, escrito por María López Soria, una joven de 12 años que viajó desde Yecla, en Murcia, para recoger un galardón que recibió muy emocionada a pesar de que suma ya cinco reconocimientos a su incipiente labor literaria. Al mismo tiempo, la entrega de premios también sirvió para presentar Esperanzas, el libro en el que aparecen recogidos algunos de los que concurrieron al certamen en su pasada edición.
Muchas personas han colaborado también con Giafys en las últimas semanas y lo han hecho tejiendo para hacer posible el mosaico rosa que desde ayer cuelga de la balconada del Ayuntamiento y que cuenta con 486 piezas. El resto, hasta llegar a 528, está en los Leones y, a partir de mañana, también en los Sanjuaneros, por donde pasará el paseo rosa que, andando y en bici, saldrá a las 11.00 del parque Antonio Machado. «La experiencia ha sido preciosa. Detrás de cada cuadrado hay una historia», reconoció Quevedo.
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