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Una de las múltiples manifestaciones convocadas contra el cierre de la planta de El Sequero recorre las calles de Logroño a mediados de febrero.
Altadis y los sindicatos cierran un preacuerdo con 315 opciones de traslado a otras factorías

Altadis y los sindicatos cierran un preacuerdo con 315 opciones de traslado a otras factorías

Ambos concluyeron las negociaciones en la madrugada de ayer, apenas tres meses después del anuncio de cierrede la fábrica

daniel ortiz

Sábado, 30 de abril 2016, 00:48

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Todo está consumado. El tira y afloja entre la dirección de Altadis y el comité de empresa de su planta de cigarrillos de Agoncillo llegó en la madrugada de ayer a su término, 101 días después de que la multinacional tabaquera anunciara el cierre de la factoría.

Patronal y sindicatos han suscrito un preacuerdo para ordenar el desmantelamiento de la fábrica del polígono El Sequero, que dejará de generar actividad a partir del próximo 1 de enero. Desde el anuncio del cierre y una vez prorrogada la fecha prevista para el mismo (inicialmente se estableció para el 30 de junio), los esfuerzos del comité de empresa se centraron en conseguir el mayor número de traslados posibles a la planta cántabra de Entrambasaguas.

Finalmente serán 152 los empleados que opten a ese traslado, mientas que la empresa se compromete a acoger hasta a 163 trabajadores en otros destinos -106 puestos en Radom y Tarnovo (Polonia), 32 en Lagenhagen (Alemania) y 25 en el área de Ventas y en las oficinas de Madrid-. En resumen, 315 de los 466 trabajadores con los que cuenta actualmente la planta riojana podrán mantener su empleo siempre y cuando estén dispuestos a hacer las maletas. No podrán hacerlas los 204 prejubilados que contempla el preacuerdo suscrito entre ambas partes.

En el comunicado remitido por Altadis para anunciar el fin de las negociaciones se indicaba que «los trabajadores que no deseen trasladarse o no entren en los cupos de plazas ofertadas podrán acogerse a una baja incentivada», amén de anunciar que la compañía «trabaja en la puesta en marcha de un programa de recolocación externa y medidas sociales de acompañamiento en La Rioja, encargado a empresas especializadas (en este caso, a la consultora francesa Moa BPI Group).

Otro de los aspectos más ásperos del diálogo entre ambas partes giró en torno a las condiciones de despido para los trabajadores que no pudieran ser recolocados, ante el temor de los sindicatos a que las definiera la vigente reforma laboral. Finalmente, estas serán las mismas que las contempladas en el expediente de regulación de empleo al que se acogió la multinacional en marzo de 2009, «al tratarse de causas muy similares a las que lo motivaron».

Tiempo récord

El comité de empresa no ha cesado de denunciar desde que el 19 de enero Altadis desvelara su marcha de La Rioja que nunca antes la compañía internacional había acometido un cierre de sus plantas con tan escaso margen de tiempo. Algo similar ha sucedido con la negociación de las condiciones del desmantelamiento, ya que se ha resuelto en tan solo 101 días.

La empresa subrayaba en su comunicado «las excelentes condiciones que ha incluido en el plan social diseñado para Logroño, muy por encima de lo habitual en las reestructuraciones de cualquier otro sector». Y todo ello, proseguía Altadis, «gracias a la disposición de los sindicatos para mantener un diálogo constante y fluido, que ha favorecido alcanzar un preacuerdo que permite reducir el impacto social de la medida».

Un punto de vista bien distinto tienen los otros actores de la negociación. El comité de empresa ha cuestionado desde el primer minuto la premura en cerrar las condiciones del despido por parte de la multinacional y los sindicatos señalaban ayer que no les ha quedado otra que ceñirse «al margen que nos deja la Ley».

«En el escenario en que nos encontrábamos era la mejor salida posible», resaltaba el secretario general de UGT en La Rioja, Juan José Bárcenas, que definió el proceso como «un tira y afloja constante» para «incrementar el número de trabajadores que tenían cobertura y mejorar las indemnizaciones».

Bárcenas valoraba que se ha logrado «una salida adecuada para muchos trabajadores», si bien recalcó que «nos preocupan los sesenta a los que no se les ha podido dar una solución adecuada».

Por su parte el secretario general de CC OO en la Comunidad, Jorge Ruano, lamentó que «nos hemos tenido que plegar porque no queda otra opción ante la reforma laboral y el periodo de consultas marcado, en el que una empresa con beneficios no tiene que dar cuentas ni someterse a la autoridad laboral». No obstante, Ruano reconoció que el preacuerdo «arrancado» por el comité de empresa «mejora el que tenían anteriormente».

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