El Centro Municipal de Acogida incorpora una psiquiatra para atender a los usuarios

«Es esencial contar con la figura de un psiquiatra que pueda intervenir y poder atender mejor las necesidades de personas a las que el Ayuntamiento atiende y que carecen de una red de apoyo social o familiar», comentó Corres. Además, la concejal explicó que «muchas de ellas cuentan con problemas de salud mental, en ocasiones motivados por consumo de sustancias psicoactivas».

Esta figura del psiquiatra es importante ya que, al tratarse de personas que viven en la calle o están en riesgo de exclusión, es más complicado que sigan un tratamiento o que acudan a las citas con el profesional del sistema de salud.

El Centro Municipal de Acogida es un equipamiento del primer nivel de atención del sistema público de servicios sociales del Ayuntamiento de Logroño que, en lo que va de año, ha acogido a 1.696 personas y ha atendido a más de 5.822.

Las edades de las personas que acuden a este centro suelen estar entre los 40 y 44 años aunque también son abundantes los de 45 a 49. La mayor parte de personas de corta estancia tiene un perfil de búsqueda de trabajo por las comunidades autónomas.

Los profesionales que trabajan en el CMA son dos trabajadores sociales, tres educadores sociales, seis conserjes, un auxiliar administrativo, una médico psiquiatra y la coordinadora del centro .

Actualmente, la médico psiquiatra realiza psicoterapia a tres personas y está estudiando y analizando las historias clínicas de veinticinco más.

«El objetivo es actuar no solo de cara a los usuarios de este centro sino también con todos los casos que desde el proyecto Alasca se pudieran plantear», puntualizó la edil logroñesa.

El trabajo del Equipo de Salud Mental del CMA a corto plazo consiste en sentar las bases de una fluida coordinación y colaboración con los Servicios de Salud y establecer los protocolos y convenios para llevar a cabo la actividad que responda a las necesidades. A largo plazo, se busca establecer un programa eficiente en el acceso de las personas en situación de exclusión social al sistema de salud normalizado, además de servir como complemento en la intervención integral con los usuarios y proporcionar una primera cobertura sanitaria.