David de la Cruz, premio a la valentía

El catalán del Quick Step ha sido el animador del tramo decisivo de la tercera etapa, la que ha devuelto a la Vuelta al País Vasco a las calles de San Sebastián 42 años después. En realidad, ha sido el único en apostar con decisión en la última subida, ya que el grupo de favoritos ha jugado al marcaje y a esperar a momentos más propicios para pelear por la general. Así que el catalán ha aprovechado el movimiento de Chevrier pensando en su líder Bardet para lanzarse en solitario y, tras pasar el alto con 15 segundos de ventaja, hacer un descenso espectacular y jugárselo a una crono de 4 kilómetros por las calles de la capital guipuzcoana.

Su pulso con un grupo reducido en el que trabajaba Sky para Kwiatkowski se ha saldado con su tercera victoria en profesionales, tras las etapas de la pasada Vuelta a España y de la reciente París-Niza, donde ganó en la última jornada a Alberto Contador.

Su exhibición ha sido lo más destacado de una tercera etapa donde nueve corredores han protagonizado la escapada del día, con Fuglsang y De Marchi como los más batalladores. Su intento ha finalizado a 22 kilómetros de meta, poco antes de que Alejandro Valverde y Simon Yates hayan sufrido un pinchazo en el descenso de Aia, que ha obligado al británico del Orica a hacer un gran esfuerzo.

Este jueves la Itzulia llevará a los corredores hasta Bilbao, en un recorrido que ya es está convirtiendo en tradicional con un doble paso por El Vivero que volverá a poner a prueba las fuerzas y nervios de los aspirantes al triunfo final.