Mikel Landa pasa el primer examen

Hoy los ha habido, aunque más a modo de advertencia de lo que le puede venir en los próximos días. El tramo final de la etapa era nervioso, complicado, por el encadenado Aritxulegi-Agiña y el explosivo alto de La Piedad a falta de diez kilómetros. Terreno complicado para controlar, en especial por sus descensos estrechos y llenos de curvas. Allí, en el último puerto, se han dejado ver Thibaut Pinot, Alberto Contador y Samuel Sánchez, un especialista en bajada que conoce a la perfección al líder de la carrera.

El asturiano ha sido maestro de Landa en Euskaltel, y allí ya pudo comprobar la clase y el talento que atesora el ahora ciclista del Sky. Samuel también sabe que subiendo no es un terreno donde pueda medirse mano a mano con él, pero sí que donde puede ponerle nervioso y crearle dudas será en los descensos. Y por eso no ha tardado en pasar al ataque, aunque Landa ha estado siempre muy atento en esa parte final de la carrera donde le ha tocado asumir la responsabilidad tras el gran trabajo de sus compañeros.

Al alavés le queda todavía mucha vuelta por delante, y es consciente de que su falta de competición -apenas cuatro días en la Coppi-Bartali y las tres etapas que se llevan disputadas en la 'Itzulia'- le pueden pasar factura. «Me preocupa que note esa falta de carreras, pero de momento voy bien y además en el equipo tenemos la baza de Henao», repite. Esa doble presencia del Sky en las primeras plazas es un seguro de vida para el equipo británico de cara a la general final, y una dosis de tranquilidad para un Landa que pese a ser el maillot amarillo puede descargarse de presión con esta doble responsabilidad dentro del equipo. Las etapas de mañana, con final complicado en Orio, y el viernes, con llegada a Arrate, desvelarán si el ciclista de Murgia es candidato o no a la Vuelta. Pero lo que está claro es que por ahora es el gran protagonista.

En la etapa de hoy también han destacado otros nombres, como los de Steven Cummings y Dani Navarro. El asturiano, por segundo día en tres etapas, ha sido el más batallador, pero ha vuelto a quedarse a un paso de la victoria. Tras atacar en La Piedad, ha sido alcanzado por un grupo perseguidor cuando veía la pancarta de dos kilómetros a meta. Y también ha llegado un pelotón donde viajaban todos los elegidos y donde el Orica trabajaba para Simon Gerrans.

Pero al igual que sucedió el lunes en Markina, al equipo australiano se le ha escapado la victoria de las manos en el último kilómetro. Allí no pudieron alcanzar a tiempo a Luis León Sánchez. Y hoy, un francotirador como Cummings, un fornido británico amante de los ataques cercanos a meta, ha acertado en la diana. Ha aprovechado el movimiento de Peio Bilbao en el kilómetro final para sacar unos metros suficientes para desesperación de Gerrans y júbilo del Dimension Data, el equipo que ha llevado de Sudáfrica para correr en el World Tour.

Mañana, sigue con EL CORREO el directo de la 4ª etapa de la Vuelta al País Vasco, online.