Un ladrón deja en ropa interior al líder ultraderechista alemán

El polémico político se quedó así solamente con lo puesto y un enorme disgusto, según informaba ayer el rotativo regional 'Märkische Allgemeine'. «Me robaron aprovechando que estaba en el agua, aunque varios testigos llamaron a la Policía», señalaba Gauland, de 77 años de edad, en el citado diario, en el que explicaba que la sustracción, entre otras cosas, de sus llaves le obligó a llamar a un cerrajero para cambiar urgentemente la cerradura de su casa.

Los agentes, entre tanto, ha confirmado el robo, que se produjo al parecer la semana pasada, aunque no se hizo público hasta ayer. «La expresión utilizada por el por ahora desconocido autor del robo indica que este pudo tener lugar por motivos políticos, por lo que la investigación ha sido asumida por el departamento antiterrorista de la Policía», indicó un portavoz de las fuerzas de orden público germanas.

Vestido unicamente con su bañador y unas zapatillas, un Gauland cabizbajo fue acompañado hasta su domicilio por una agente, según se aprecia en una imagen captada por una testigo con su teléfono móvil. Mientras, el desconocido ladrón se ha convertido en un héroe en las redes sociales, en las que son mayoría los comentarios jocosos sobre el más conocido «gruñón» de la política alemana, especialista en levantar polémicas con declaraciones provocadoras.

La última de ellas la pronunció el pasado fin de semana, cuando durante un congreso de las juventudes de AfD comentó desde el podio que la era del nacionalsocialismo no fue más que «una cagada de pájaro en los más de mil años de historia exitosa de Alemania». Una afirmación que despertó una ola de indignación en la clase política germana, incluso en los sectores más moderados de su propia formación populista por tratar de minimizar los 12 años de régimen nazi, que causaron una guerra mundial y más de 50 millones de muertos.

A causa de la incendiaria expresión incluso intervino el presidente federal, Frank Walter Steinmeier, para, sin citar a Gauland, comentar que «quien hoy niega, minimiza o relativiza esa ruptura con el mundo civilizado no solo ofende a las víctimas, sino que pretende abrir viejas heridas y sembrar nuevo odio». A las críticas se sumaron políticos de todos los partidos, pero también instituciones como el Comité Internacional de Auschwitz, cuyo vicepresidente, Christoph Heubner, señaló que «las fríamente calculadas y herejes declaraciones» de Gauland resultan «repugnantes» para los supervivientes del Holocausto.