Sonrisas blanqueadas, injertos de pelo, rostros sorprendentemente afinados... Todo vale en la era del photoshop cuando de seducir al votante se trata pero en estas fotografías, las que ocupan esta página y la que 'preside' hoy la primera del periódico, no hay triquiñuela digital alguna. Las poses más o menos estudiadas saltaron del cartel a la plaza de España y al salón municipal de plenos, donde EL CORREO reunió a los 'alcaldables' en plena campaña.

A la pasarela se subieron cinco modelos. Sí, en masculino, porque todos los candidatos son hombres. En el estilo, por no hablar de los colores, en cambio, se pueden encontrar más de siete diferencias. José Navas (EB), por ejemplo, comenzó la sesión fotográfica con uno de los cuellos de la camisa doblado porque le gusta «ir casual», bromeó después de que la asesora de uno de los aspirantes le advirtiera del detalle. Menos informales aparecieron Patxi Lazcoz (PSE) y Javier Maroto (PP), el único que llegó pasadas las ocho de la mañana, con corbata 'green' y azul respectivamente. Gorka Urtaran (PNV), uno de los más dicharacheros del grupo, prefirió los tonos claros para una de sus primeras tomas de contacto con sus futuros 'rivales' en la Casa Consistorial donde puede que también se estrene Kike Fernández de Pinedo (Bildu), al que su 'número dos', Antxon Belakortu, acompañó en las obligadas presentaciones.

Muévete aquí, ponte allá, «mirad, una señora nos está haciendo una foto desde el balcón», tú mejor levantado... Y, 'click', primera foto finiquitada y cambio de escenario. El salón de plenos abrió sus puertas fuera de sus horas de trabajo para recibir a los candidatos, que se resistieron a probar la comodidad del sillón. «Una leyenda cuenta que quien se sienta ahí sin ser alcalde, nunca lo será», advertía Lazcoz. «A ver, prueba tú...», se invitaban unos a otros. Maroto, ante las dudas, se apoyó en una mesa de cristal aunque con el temor de que «el cric, cric» que sonaba le hiciera acabar en el suelo. Nueva ronda de flashes. Y un móvil, el del alcalde. «Será el twitter», coincidieron los maniquís. «No, ésta es mi madre», rebatió Lazcoz. Para tranquilidad de ella, y de los familiares de los demás, la instantánea estará también en las redes sociales.