ITP creará 60 empleos en una nueva factoría que construirá en el Parque Tecnológico de Zamudio

El grupo acometerá esta inversión para su filial ITP Externals, especializada en la producción de componentes para motores de avión, pero que se sitúan fuera de las turbinas. En este caso, el propósito principal que persigue la empresa vasca -su sede y el cuartel general están situados en el Parque Tecnológico de Zamudio-, es aumentar su producción de los tubos que equipan los motores aeronáuticos y que son los encargados de distribuir los fluidos para facilitar su funcionamiento. Son tubos en aleaciones muy sofisticadas, capaces de resistir altísimas temperaturas y con formas complejas. El reducido espacio de los motores obliga además a que la construcción de este tipo de componentes alcance la máxima precisión.

ITP -empresa que preside el exministro de Industria y Exteriores, Josep Piqué- creó su división Externals en 2013, tras haber hecho las primeras incursiones en la construcción de elementos ajenos a su producción tradicional, centrada en las turbinas de baja presión de los motores y las estructuras de conexión de los propulsores con el fuselaje de las aeronaves. Desde entonces, lo que comenzó por ser una actividad marginal ha crecido en importancia, al recibir la empresa mayores encargos, principalmente de la mano de Rolls Royce. La compañía había ubicado la producción de esta filial en unas instalaciones alquiladas, dentro también del municipio de Zamudio, aunque fuera del parque tecnológico. Ahora el grupo quiere aumentar su apuesta con esta nueva inversión, que le permitirá contar con un edificio en propiedad, distante apenas un kilómetro de su cuartel general.

El objetivo, aseguran fuentes conocedoras del proyecto, es disponer de unas instalaciones que sean capaces de soportar no sólo la producción que tiene la empresa de estos componentes externos de los motores aeronáuticos, sino también absorber una demanda que se intuye creciente en la próxima década. Cuando la nueva factoría esté terminada, en la segunda mitad de 2019, ITP trasladará a este emplazamiento los equipos y el centenar de empleados que ya desarrollan esa actividad en los locales alquilados que utiliza en el polígono Ugaldeguren de Zamudio.

ITP Aero -es el nombre actual del grupo- cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto de 72,9 millones, lo que supuso una mejora del 4,6% en comparación con el resultado del ejercicio anterior. Su facturación total ascendió a 850 millones de euros -un 9% más que en 2016- y el 65% de sus ingresos procedieron de la fabricación de componentes para motores de avión civil. Aproximadamente un 20% de la facturación está vinculada a proyectos militares -entre ellos el motor del Avión Europeo de Combate Eurofighter-, mientras que el resto procede de las actividades de servicios y reparaciones. En la actualidad la plantilla total asciende a unos 3.650 empleados, con una presencia que ya es multinacional.

Además de la planta de producción en el Parque Tecnológico de Zamudio, el grupo ITP tiene factorías en México, Reino Unido e India. La factoría de India, precisamente, está también dentro del ámbito de ITP Externals. El grupo tiene asimismo dos factorías en la Margen Izquierda, una de ellas en Barakaldo y otra en Sestao, dedicadas a la producción de pequeñas piezas de fundición.

La primera piedra que Tapia colocará hoy supone también un mensaje de tranquilidad y de renovación de la confianza, después de los importantes cambios que ha sufrido el accionariado de ITP y su cúpula directiva en el último año. Las dudas sobre hipotéticas deslocalizaciones, siempre presentes en este tipo de operaciones, pueden quedar así amortiguadas. El pasado mes de diciembre, el fabricante británico de motores de aviación Rolls Royce -presente en el accionariado de ITP desde su fundación- se hizo con el 100% del capital de la empresa vasca. Una operación que se fraguó tras ejercitar una opción de compra que tenía sobre el 53% de las acciones que hasta entonces habían estado en manos de la ingeniería vasca Sener. Rolls abonó 720 milones de euros por estas acciones.

Apenas un mes más tarde de ese cambio en el control de ITP se produjo también la salida de su primer ejecutivo, Ignacio Mataix, que aceptó una oferta para dirigir el área de defensa de Indra, al tiempo que se incorporó a su consejo de administración. Desde entonces, la dirección de la compañía ha sido asumida por Carlos Alzola, que precisamente había sido el encargado de gestionar ITP Externals hasta ese momento.