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El primer partido en el que Barcelona y Olympiacos se veían las caras en su historia como clubes de fútbol tuvo el final más previsible posible. Venció el conjunto azulgrana de forma cómoda pese a jugar durante más de 45 minutos con uno menos y mantiene, por tanto, su posición privilegiada como líder del grupo D en Champions.
Logró la victoria con otra goleada y la enésima exhibición de Messi, incapaz de rebajar su sed de goles y triunfos. Su intensidad a la hora de buscar la portería rival contagió a los suyos cuando el partido amenazaba con cerrarse de forma pírrica.
Ter Stegen, Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Digne, Busquets (André Gomes, min. 80), Paulinho, Iniesta (Rakitic, min. 67), Deulofeu (Mascherano, min. 46), Messi y Luis Suárez.
Proto, Elabdellaoui, Botía, Nikolau, Koutris, Romao, Gillet (Djurdjevic, min. 55), Zdjelar, Carcela (Pardo, min. 65), Androutsos y Odjdja (Fortounis, min. 72).
Inmaculada es la trayectoria del Barcelona en la presente edición de la Champions. Ante el Olympiacos cerró la tercera victoria en otras tantas jornadas. Y eso que disputó más de la mitad del choque con uno menos tras la expulsión de Piqué en el minuto 42 de partido.
Eso sí, para cuando el central abandonaba el terreno de juego por doble amarilla (no estará en el partido de Atenas), el Barcelona ya ganaba con autogol de Nikolau y el choque era una auténtica balsa de aceite. Plácido fue el envite ante el conjunto griego que cierra la primera vuelta de la fase de grupos sin ningún punto en su casillero.
Las rotaciones de Ernesto Valverde estaban más que justificadas. Para el equipo heleno ya es un regalo estar entre los elegidos en la máxima competición continental, pero su nivel no da para competir ante equipos como Barça, Juventus o Sporting de Portugal. Su temporada es irregular incluso en la Liga griega y la participación en Champions se está convirtiendo en un auténtico calvario. Nada destacable mostró en su presencia en unos de los Camp Nou menos exigentes. Apenas media entrada en el feudo culé, en parte por culpa de la la intensa lluvia, en parte por la enorme tensión que se sigue viviendo por el conflicto político y social en toda Cataluña.
Perfecto conocedor del club ateniense, Valverde aprovechó de inicio para dar descanso a Rakitic. Paulinho ocupaba su sitio que, junto a Deulofeu, se mostró especialmente activo en el aspecto ofensivo. El brasileño estrelló el balón contra la madera en una de sus ya habituales incorporaciones desde atrás, pero sería el de Girona el más incisivo hasta que fuese sustituido (fue el sacrificado por el técnico culé parta recomponer la zaga tras la expulsión de Piqué).
De las botas de Deulofeu salió el centro que acabaría con el gol en propia puerta de Nikolau, más tarde Messi y Suárez se unirían a la fiesta. El argentino encontrando huecos como él suele hacerlo y el uruguayo errando una vez más las más claras de su equipo (No es normal él).
Andaba empeñado Messi en lograr su gol número 100 en competiciones europeas con la elástica azulgrana, y lo hizo de forma magistral. Fabricando y transformando una falta al borde del área para deleite de los amantes del fútbol. Bellísima factura para un hito más del astro de Rosario, incansable en una campaña que va de dulce.
Con Messi muy suelto, incapaz de contagiarse de la parsimonia de otros compañeros, el Barcelona ampliaría su ventaja. Apenas mostró intensidad defensiva el Olympiacos y de eso se aprovechó el '10' azulgrana. Con una nueva gamberrada del argentino dentro del área, amplió la ventaja el equipo catalán. Digne aprovecharía el pase atrás de Messi para celebrar su primer gol en Champions con la zamarra culé, ahuyentando cualquier tipo de duda en la grada si en algún momento existió.
Con el partido finiquitado, el rival doblegado y entregado, Valverde movía el banquillo buscando dosificar a sus jugadores de la medular de cara al choque de Liga del sábado. No quisieron entrar en esas rotaciones ni Suárez ni Messi que buscaban con ansia incrementar la marca goleadora. Pero la última de las dianas, la que colocaba el 3-1 final, la celebraría Olympiacos, quien marcaba el de la honra tras un soberbio cabezazo de Nikolau tras un saque de esquina postrero. El zaguero heleno, autor del gol en propia puerta que abrió el duelo, tendría, al menos, el privilegio de ser el primero en batir a Ter Stegen en la presente edición de la Champions.