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Un joven elabora un explosivo casero sobre una tabla de planchar.
Cómo fabricar ballestas, machetes y explosivos: cuando Internet enseña a hacer el mal

Cómo fabricar ballestas, machetes y explosivos: cuando Internet enseña a hacer el mal

En la red abundan tutoriales para elaborar todo tipo de armas, no siempre inofensivas. El nuevo Código Penal castiga estos contenidos por incitación a la violencia, aunque, según los expertos, "resulta muy difícil que sean penados"

jorge barbó

Martes, 21 de abril 2015, 11:15

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¿Cómo hacer un explosivo? 446.000 resultados en 0,44 segundos. ¿Cómo hacer una ballesta? 435.000 resultados en 0,50 segundos. Ni en oscuros foros yihadistas, ni en las grietas más inaccesibles de lo que los especialistas llaman Internet profunda (Deepweb). Desde cualquier buscador, en un blog, en Tumblr o en un vídeo colgado en Youtube se pueden encontrar sin el más mínimo esfuerzo tutoriales que enseñan a fabricar versiones caseras de armas. En la mayoría de los casos, los artefactos que se anima a elaborar con todo lujo de detalle no pasan de ser belicosas pero inofensivas versiones de aquellos proyectos de pretecnología, perpetrados a base de papel, pegamento y contrachapado. Pero en otros, lo inocuo da paso a lo violento. A lo mortal.

Al parecer, fue un machete "de grandes dimensiones", y no la ballesta tuneada ni el cóctel molotov que llevaba en la mochila con el que ese chico de 13 años, "retraído", que "vestía raro" y que había cateado siete asignaturas de segundo de la ESO, acabó tiñendo de sangre lo que estaba llamado a ser un simple día de clase más. Sin embargo, el trágico suceso acaecido ayer en un instituto de Barcelona, en el que un menor acabó a machetazos con la vida de uno de sus profesores e hirió a otras cuatro personas, ha vuelto a encender las alarmas sobre la facilidad con la que cualquiera, también los más pequeños, pueden acceder a este tipo de contenidos de indudable violencia que pululan por la red.

"Hola, buenas a todos. Hoy os voy a enseñar cómo hacer una ballesta". Se hace llamar Glizes Black y es un youtuber imberbe. Frente a la cámara, el chaval explica cómo construir el arma de origen medieval -cuya versión 'real' sólo se puede conseguir en armerías, con un estricto permiso de tipo C- a partir de unas simples maderas, unas gomas, unos lápices y otros elementos, tan comunes que se podrían conseguir en cualquier ferretería de barrio. A pesar del realismo que respira su obra, el poder de destrucción de su artilugio se antoja tirando a limitado. Sin embargo, pocas horas después del suceso del Instituto barcelonés Joan Fuster, Glizes Black decidió borrar el vídeo de su canal de Youtube, que congrega a más de un millar de suscriptores. En él todavía se puede aprender a elaborar una pistola de aire comprimido a partir de unas tuberías, unos nunchakus o un hacha con papel de periódico y cinta aislante "que hace bastante daño", reconoce el chico orgulloso a cámara, como si acabara de presentar un trabajo de ciencias. O una receta de cocina.

Recetas impunes

Esta suerte de McGyver 2.0 belicoso no es, ni mucho menos, el único internauta que invita a fabricar armamento de andar por casa. Sin tener en cuenta las millones de webs extranjeras, el número de páginas en español, entradas de blog y vídeos en los que se detalla cómo elaborar explosivos es inabarcable. Y muy alarmante. En ellos, sin demasiados tecnicismos, de forma que hasta cualquiera con unas nociones científicas casi nulas puede llegar a comprender, se explica cómo la combinación de gasolina y productos químicos "que se pueden comprar en cualquier droguería" sirven para elaborar explosivos. Incluso, en algunos post se llega a aconsejar qué hacer para que la reacción resulte "más destructiva". 'Llegaarmas' es uno, otro más, de los canales de Youtube en los que se pueden encontrar instrucciones precisas para elaborar rifles caseros, granadas de 'airsoft', bombas de humo o arcos de tiro. "No me hago responsable del mal uso que se le pueda dar a la información aquí mostrada", advierte su autor. ¿Suficiente para librarle de posibles problemas legales? Al parecer, sí.

"En el proyecto de reforma del Código Penal se recoge de forma específica el delito de incitación a la violencia, a propósito de este tipo de contenidos", asegura la abogada penalista Ruth Sala, miembro de la Asociación de Expertos Nacionales de la Abogacía TIC, Enatic. Sin embargo, tutoriales, entradas de blog y cualquier otro contenido en el que aparezca información detallada sobre la fabricación de armas o en el que se faciliten instrucciones sobre, por ejemplo, cómo forzar una cerradura pueden quedar impunes siempre y cuando "no se verbalice, específicamente, que el objetivo de esa lección es para matar". "Es muy complicado", reconoce la experta. "En estos casos, juega un papel muy importante el tema procesal y la interpretación de un juez que pueda decidir que un hecho ha llevado a un tercero a cometer un delito", abunda. "Depende de las interpretaciones. Si alguien aparece mezclando sustancias, se puede interpretar como una mera clase de química", ilustra la abogada.

Según la especialista, las plataformas en las que se publican este tipo de contenidos violentos quedan también exentas de cualquier responsabilidad. "Normalmente, cuando te das de alta en este tipo de servicios, hay una relación contractual en la que se establece que no se hacen responsable de los contenidos", explica. "Sin embargo, sí es cierto que la Ley de Sociedad de Información española establece que en el momento en el que el prestador de servicios es advertido por un usuario de un contenido ilícito, debe proceder a su retirada. No puede hacer ver que lo desconoce, pues se convertiría en un coautor de la difusión de los contenidos", abunda Sala.

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