La vida tiene un precio

La decisión puede parecer lógica y justificada a primera vista, más aún en tiempos de crisis y de necesidad de ajustes económicos como los actuales. El debate, sin embargo, va más allá de la rentabilidad de un producto farmacéutico concreto, porque se produce en un momento en que las nuevas generaciones de medicamentos, después de décadas sin grandes innovaciones terapéuticas, resultan cada vez más caros. La esperanza de vida de los ciudadanos europeos ­NICE es una institución de reconocimiento e influencia mundial podría comenzar a depender del tamaño de su billetera. La Sanidad pública, que se paga 'a escote' a través de los impuestos, podría garantizar el mantenimiento de la terapia, ­la que sea, hasta un momento concreto de la enfermedad y, a partir de ahí, quien tenga más posibilidades económicas, aspiraría a un tiempo extra de vida, que podrían ser de meses o quizás de años.

Salud imposible

Lo ocurrido en los últimos años con las nuevas terapias contra la hepatitis C es más que probable que no pueda extenderse al conjunto de las enfermedades tratadas por el sistema público de salud. La historia se conoce: una nueva generación de fármacos ha devuelto la vida a los infectados, con un tratamiento que venía a costar la friolera de 100.000 euros por paciente; pero en España, tras una tensa negociación con la industria farmacéutica, se logró rebajar la factura hasta los 15.000 aproximadamente. Ahora está llegando una nueva generación de fármacos contra el cáncer. Lo han llamado inmunoterapia, porque se trata de medicamentos capaces de activar el sistema de defensas contra los tumores.

Algunos de estos tratamientos pueden curar hasta cánceres de pulmón metastáticos, pero están costando hasta 240.000 euros por paciente.

El debate que se abre en el mundo de la salud a partir de ahora tiene muchas aristas. Los recursos, está claro, son limitados, pero ¿realmente cuestan tanto los medicamentos? ¿No es posible lograr tarifas más bajas, cuando se trata de introducir un producto en mercados en los que las ventas están aseguradas? El jefe de Oncología de Pfizer en Reino Unido, David Montgomery, ha declarado que su laboratorio intentará encontrar una solución para 'palbociclib', que así se llama el fármaco, según informa la web 'AZPrensa'. La única solución que parece viable, según los especialistas, es la misma que se adoptó con los fármacos nuevos de la hepatitis C:_una bajada drástica del precio de los medicamentos.