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Niños bañandose en el pantano de Garaio, Álava.
Esperar dos horas para bañarse, un falso mito

Esperar dos horas para bañarse, un falso mito

Los expertos recuerdan que la digestión es un proceso que puede extenderse hasta dos días

europa press

Miércoles, 10 de agosto 2016, 14:31

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Existen muchos mitos convertidos en afirmaciones respecto a la salud digestiva durante el verano, como que la digestión se corta al bañarse. Según la experta en medicina familiar y directora del Centro Médico Bellón, Ana Bellón, la digestión "es un proceso que no se detiene y que se prolonga más de dos horas, pudiendo durar entre diez horas y dos días".

Esperar para hacer la digestión es una de las mayores "torturas" para los niños durante el verano, pero no afecta al proceso de todo lo ingerido durante la comida sino que puede referirse, por ejemplo, a un único alimento, bien por su naturaleza o bien por intolerancias.

Otro de los mitos digestivos asociados al verano es que cuando una persona sufre indigestión, es aconsejable consumir pescado a la plancha o una tortilla francesa para cenar. La experta en nutrición ha advertido de que, en el caso del huevo, la coagulación de la yema lo hace más difícil de tolerar. Respecto al pescado azul, señala, que por un lado es bueno para la salud cardiovascular, por otro puede producir intolerancia digestiva.

Los helados no son digestivos

Mucha gente cree que los helados, a parte de ser refrescantes, contribuyen a hacer la digestión. Lo cierto es que su gran aporte calórico, en grasas y azúcares, conduce a la pesadez y a la indigestión.

Por otro lado, la especialista asegura que no es cierto que las bebidas frías sienten mal ya que "las necesitamos para regular la temperatura corporal y, además, hidratan. Lo que puede producir diarrea es el consumo excesivo de alcohol o de zumo de naranjas en ayunas", acompañado de dolor abdominal, malestar general y pesadez.

Dormir después de una comida y un baño en verano no quiere decir que sea lo mejor para la digestión porque la posición horizontal y el calor no favorecen. Además, la experta advierte de que dormir después de comer engorda.

La hidrocución, también fuera del agua

Respecto al famoso corte de digestión, la doctora Bellón ha comentado que no es sino una bajada de tensión al agruparse la sangre en el estómago durante el proceso digestivo. A este proceso se le denomina hidrocución y ocurre cuando se introduce un cambio brusco de temperatura en el cuerpo, ya sea frío o calor.

En el caso del baño, cuando el agua es fría, el corte de digestión se traduce en una pérdida de conocimiento como consecuencia del repentino impacto con el agua. Se trata de un síncope poco frecuente pero temible porque puede provocar el paro cardíaco.

Si la temperatura aumenta, cualquier deporte que produzca calor después de comer también puede producir el corte de digestión. Por ejemplo, practicar ciclismo o running en plena digestión es un grave peligro, por lo que "no hace falta bañarse para ser víctima de un desmayo que puede acabar en graves consecuencias", ha concluido la experta.

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