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La venta de cajetillas de tabaco ha caído a la mitad en diez años, pero ha aumentado el consumo de tabaco de liar.
La UE recrudece su guerra contra el tabaco

La UE recrudece su guerra contra el tabaco

El 30% de los españoles todavía fuma. La Directiva Europea del Tabaco que entra en vigor el próximo viernes aumenta el tamaño de las advertencias sanitarias, que ocuparán el 65% de la superficie de las cajetillas, prohíbe los cigarrillos de vainilla o chocolate y los mentolados a partir de 2020

Yolanda Veiga

Domingo, 15 de mayo 2016, 02:22

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Donde antes ponían una foto del hombre de Malboro ahora hay una advertencia enorme: 'Fumar perjudica gravemente su salud y la de los que están a su alrededor'. Esa es la versión larga y 'ligth', las otras son más rotundas y están escritas en letras de trazo grueso. Y más grandes que van a ser a partir del 20 de mayo, fecha de entrada en vigor de la nueva Directiva Europea del Tabaco. Un documento de 38 páginas que obligará a los fabricantes a ocupar un 65% del espacio de las cajetillas con los avisos de peligro, prohibirá la venta de mentolado en 2020 y de manera inmediata los cigarrillos de sabores, hará desaparecer la impresión de los niveles de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono y obligará a colocar en el envase una franja amarilla con la dirección de una web del Ministerio de ayuda para dejar de fumar, entre otras medidas.

La nueva legislación europea pretende reducir las cifras de fumadores, a la baja en España desde la prohibición de echar malos humos en el lugar de trabajo (2006) y en los bares (2011), aunque todavía son altas. Según datos del último Eurobarómetro, publicado con fecha de 2015, un 29% de los ciudadanos españoles fuma. El porcentaje es tres puntos mayor que la media europea y nos sitúa en novena posición de un ránking que encabeza Grecia (38%) y cierra Suecia (11%). Un dato que preocupa más que el porcentaje: en España se empieza a fumar un año antes que en los países vecinos, a los 16,7.

Entonces lo dejarán también antes, porque las estadísticas evidencian que la venta de tabaco ha descendido. En 2005, cuando todavía se podía fumar en el trabajo, se vendían en España 4.634 millones de cajetillas al año, que se quedaron en 3.621 millones cinco años después, cuando se prohibió encender un pitillo en los bares. En 2015 los estancos y establecimientos autorizados vendieron 2.325 paquetes, la mitad que hace diez años, aunque la caída se compensa un poco con los números del tabaco de liar, que han aumentado un 13% al pasar de 5,4 millones de kilos en 2010 hasta los 6,1 actuales (también ha aumentado el consumo de puros, puritos y tabaco para pipa).

Desde la semana que viene, en todos los envases de tabaco las advertencias sanitarias cubrirán un 65% de la superficie frontal, frente al 40% que ocupan actualmente. Los mensajes empezaron a incluirse en el año 2004, aunque entonces solo llenaban el 30% de la zona delantera y el 40% de la parte trasera y eran solo texto. Los que se verán a partir de ahora serán combinados (texto más imagen) y se situarán en la parte superior, dejando menos espacio para el nombre de la marca. Además, en los laterales de los envases se alternarán estos dos mensajes: 'Fumar mata' y 'El humo del tabaco contiene más de 70 sustancias cancerígenas' (ocuparán la mitad del espacio), y se incorporará una visible banda amarilla sobre la que irá impresa la dirección de una web del Ministerio de ayuda para dejar de fumar.

Esta medida, la más visible de cuantas incluye la nueva norma europea ha dejado solo relativamente contentos a los no fumadores. «A mayor tamaño, mayor impacto, así que en ese sentido es positivo. Pero nos habría gustado que España diese un paso más, como han hecho ya algunos países, y apostara por el etiquetado sencillo, es decir, paquetes de cigarrillos neutros. Todos del mismo color, verde oliva, como los medicamentos genéricos, y con el nombre de la marca pero sin los logos bonitos y de colores que llevan actualmente y que hacen de las cajetillas unos productos más atractivos», reclama Juan Carlos Pérez Fandos, vicepresidente de la asociación nofumadores.org. La Directiva Europea no obliga al paquete neutro, «pero Reino Unido, Francia, Irlanda, Hungría y Eslovenia lo han aprobado de forma voluntaria». «Europa te permite ir más allá y añadir nuevos epígrafes al convertir la Directiva en norma nacional», un trámite, por cierto, que en España aún no se ha completado.

El diseño de las cajetillas que no ha dejado satisfechos a los no fumadores, mucho menos contenta a la Mesa del Tabaco, agrupación creada en 2011 y que reúne a toda la cadena de valor de este sector en España. «La marca es un valor fundamental y el espacio en las cajetillas se va a limitar de manera brutal. Los consumidores verán reducida la capacidad de elección de sus marcas por la dificultad de diferenciarlas. Una primera consecuencia será que el precio se convertirá en el principal elemento de decisión de compra y el consumidores probablemente se decantará por las marcas más baratas», alerta su portavoz, Juan Páramo.

Y denuncia la «hiperregulación» de un sector «del que viven 61.000 personas en España» y es «el quinto contribuyente del Estado con más de 9.000 millones de euros de ingresos a las arcas públicas vía impuestos». Desde la Mesa del Tabaco advierten que «estas medidas tan restrictivas pueden provocar distorsiones en el mercado sin que se consiga el objetivo de reducción del consumo, especialmente entre los menores». Pone como ejemplo el caso de Australia: «Ellos implantaron el empaquetádo genérico en 2012 pero no ha acelerado el ritmo de disminución de consumo de tabaco». Es más, «la tasa de consumo diario de tabaco entre chavales australianos de 12 a 17 años se ha incrementado al pasar del 2,5% en 2010 al 3,4% en 2013».

Discrepan desde la organización nofumadores.org. «Al principio se colocaron mensajes de advertencia, pero el cambio fundamental fue cuando se empezó a incluir fotos. En adultos no hace tanto efecto porque se acostumbran enseguida pero las imágenes impactantes son muy interesantes de cara a los jóvenes, para disuadirles». En esto de las fotos, recuerda Juan Carlos Pérez, «España fue pionera, junto a Francia, ya que hasta ahora no era obligatorio incluir fotos en los paquetes y lo hicimos de forma voluntaria».

El texto de la Directiva Europea del Tabaco contempla también la desaparición de los envases con menos de 30 gramos de tabaco para liar y con menos de veinte cigarrillos y la prohibición de tabaco con aromas o sabores como vainilla, fresa o chocolate. La única excepción serán los mentolados, que dejarán de venderse en 2020. «En Polonia se vende muchísimo, por eso se ha dado ese margen», explica Pérez Fandos. Aunque el día 20 se aprobará la nueva norma, «habrá un periodo de adaptación de aproximadamente un año para dar salida al stock actual», por lo que durante estos próximos meses todavía compraremos las cajetillas 'viejas'.

Lo que se produzca a partir de la semana que viene sí deberá hacerse ya bajo las nuevas condiciones, que prohiben la venta de cigarros con aromas, concretan la regulación de los cigarrillos electrónicos y prohiben su publicidad en televisión («hasta ahora solo estaba vetado dentro del horario infantil») y elimina algunos productos, como esas cajetillas «tipo barra de labios» de los cigarrillos 'slim' (finos). «Es una buena medida porque esos paquetitos eran pequeños, muy monos. Ahora serán grandes como los demás, así que una de dos, o en lugar de meter veinte cigarrillos finos meten treinta o cuarenta, o le añaden una esponja para ocupar el espacio sobrante», se felicita Pérez Fandos.

La Directiva Europea viene a continuar la senda iniciada el 1 de enero de 2006, cuando entró en vigor en España la prohibición de fumar en el trabajo. Aquella norma obligaba también a los restaurantes con una superficie de más de cien metros cuadrados a habilitar una zona para fumadores separada del resto. «No nos gustó la ley porque en el caso de los bares pequeños dejó en manos de sus dueños la decisión de dejar fumar o prohibirlo y la mayoría permitieron el tabaco para no perder clientes», recuerdan desde nofumadores.org. Pero visto con la perspectiva que da el tiempo, ahora creen que fue un buen comienzo «porque sirvió de preparación», para la Ley Antitabaco del 2 de enero de 2011, que fue el paso definitivo y prohibió entrar al bar con el cigarro. «Ha tenido buena aceptación y se ha cumplido», destaca Juan Carlos Pérez, y pone de ejemplo a Irlanda. «Ellos, junto a Reino Unido e Italia fueron los pioneros en la prohibición del humo en los bares. Irlanda es un referente porque además de vetar el tabaco en los locales, recauda mucho de impuestos y ahora ha aprobado el etiquetado sencillo».

Los guipuzcoanos se alejan del cigarrillo

  • el tabaco en euskadi

  • Euskadi se mantiene en los números medios de caída de venta de tabaco, en torno al 50% en la última década. En Bizkaia se vendieron en 2015 más de 55 millones de cajetillas, frente a las 89 de hace diez años. Un descenso notable que lo es mucho más en Gipuzkoa donde se ha pasado de vender 126 millones de paquetes en 2006 a las 52 millones de unidades actuales. En Álava la proporción es menor de 26 a 14 millones.

Un paquete de tabaco cuesta entre 3,5 y 4,5 euros en España. Muy caro para algunos, demasiado barato para otros. «Es relativamente barato. Es Francia cuesta 6 o 7 euros, en Reino Unido 7 u 8 libras...», enumeran en nofumadores.org. Y advierten de que «el precio facilita el abandono», aunque ahora mismo esa lucha no es su «prioridad».

El único punto de acuerdo a la vista entre fumadores y no fumadores son las nuevas medidas que la Directiva contempla para estrechar el control de la mercancía y frenar el tráfico ilegal de tabaco. Lo harán mediante un código de seguridad que permitirá autentificar el origen del producto. «Cualquier unidad de envasado de productos del tabaco deberá incorporar un identificador con información precisa de la ruta completa del producto, desde el día, hora y lugar de fabricación hasta su llegada al estanco. Además, se incorporan medidas adicionales de seguridad, visibles e invisibles, a prueba de manipulaciones».

Según los últimos datos conocidos, el 12,5% de los cigarrillos consumidos en España en 2014 no pagó sus impuestos. En 2015 la recaudación a través de los impuestos que gravan las ventas de tabaco (impuestos especiales y IVA) alcanzó los 9.137 millones de euros, un 0,30% más que el año anterior. La facturación total en España el año pasado sumó 11.904 millones de euros.

La lucha contra el tabaquismo:

2004: Se puede fumar en todas partes pero se aprueba incorporar una advertencia sanitaria en la parte frontal de las cajetillas de tabaco que ocupe el 30% de la superficie y el 40% en la parte trasera y vaya colocada en la zona inferior en ambos casos.

2006: Se prohibe fumar en centros de trabajo, colegios y centros sanitarios. Los bares de menos de 100 metros cuadrados podían elegir dejar fumar a los clientes o no pero los que superaban ese tamaño tenían que habilitar una zona separada para fumadores. Se prohibe la publicidad en todos los medios y soportes, incluidas las propias máquinas expendedoras.

2010: Se empiezan a incorporar imágenes en las cajetillas.

2011: Se prohibe fumar en cualquier espacio de uso colectivo o local abierto al público que no esté al aire libre. El cigarrillo queda vetado en los alrededores de los parques infantiles y en los recintos sanitarios. Se prohíbe en todos los medios de comunicación la emisión de programas o imágenes con los presentadores o invitados fumando o que aludan directa o indirectamente a productos del tabaco.

2016: Entrada en vigor de la Directiva Europea del Tabaco.

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