Cuidado, medicamentos que matan

La Organización Mundial de la Salud asegura que más de la mitad de las medicinas compradas en Internet son falsas. No ofrecen ninguna garantía de calidad, seguridad, ni eficacia. El mundo virtual se ha convertido para los 'farmacotraficantes' en terreno abonado para la compra-venta, por las facilidades que el mundo virtual ofrece para la ocultación, el engaño y el movimiento fácil de dinero. El tráfico de medicamentos ilegales se ha convertido en pocos años en un auténtico mercado negro con una actividad que, algunos estudios, estiman que es 25 veces más rentable que la venta de drogas prohibidas. «Hasta ahora, el riesgo de que un paciente tomara un preparado farmacéutico en mal estado de conservación era bajísimo, pero las mafias que hasta hace poco operaban, sobre todo, en Latinoamerica, ya han llegado hasta nosotros», explica Del Arco.

Como el mercado de la heroína

La única competencia 'desleal' que los farmacéuticos tenían hasta fechas recientes era la venta de unos medicamentos muy concretos, los relacionados con el tratamiento de la disfunción eréctil. El más conocido de todos ellos es 'Viagra', porque fue el primero, pero hay otros. Todos estos fármacos actúan como vasodilatadores, es decir que ensanchan el calibre de venas y arterias y facilitan un mejor riego sanguíneo, lo que facilita la erección. Son medicamentos que se adquieren con receta, porque una vasodilatación incontrolada en personas con problemas cardiovasculares puede llevar incluso a la muerte a consecuencia de un derrame sanguíneo.

La compra en Internet evita al usuario tener que hablar con su médico de cabecera de un tema que puede resultar incómodo y, además, el fármaco puede adquirirse a muy buen precio. Las píldoras que se producen en China o India se producen por menos de 5 céntimos de euro, pero se venden a casi tres. El beneficio es del 6.000%, pero puede llegar incluso al 20.000% si el medicamento en cuestión entra en un canal de distribución regular... «Además, tienen un problema añadido. Que muchos de esos fármacos en realidad son falsos. No valen para nada», argumenta el director técnico de los farmacéuticos vizcaínos.

La situación de un tiempo a esta parte se ha complicado, porque el mercado negro no se limita a la compra-venta de la famosa pastilla azul. Los navegantes de Internet pueden adquirir a golpe de tarjeta de crédito productos farmacéuticos para el tratamiento de todo tipo de dolencias, desde el dolor de cabeza hasta otros más graves como la depresión, el alzhéimer, inlcuso el sida y el cáncer. No saben si es bueno o malo, si están adquiriendo productos en buen estado o simplemente harina prensada. «¡Las mafias intentan ganar dinero con todo!», se lamenta Juan del Arco. «Es un mercado comparable al de la heroína. Puedes conseguirla fácilmente, pero como nunca sabes el grado de pureza que tiene, una sobredosis basta para que te mate».

Hasta 90.000 euros de multa

Según la información distribuida por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), en 2013 se decomisaron más de diez millones de comprimidos ilícitos, es decir de imitación, en 99 países del mundo. En España, la cifra de páginas web investigadas por venta ilegal de medicamentos pasó entre 2010 y 2014 de 88 a 350. Es decir, que se multiplicó por cuatro.

¿Cómo se puede saber si la web que se visita es buena o mala? Las farmacias autorizadas para la venta digital deben estar identificadas con un logotipo, consistente en una cruz sobre cuatro barras de colores, la bandera española y una leyenda: «Haga clic aquí para verificar si este sitio es legal». Si el pinchazo le lleva al usuario directamente a la web de la AEMPS, no hay problema. El sitio es bueno. Si no es así, casi con toda seguridad se trata de un mercado clandestino.

La legislación también penaliza la compra-venta de medicamentos entre usuarios; y lo considera una infracción grave. Las multas por vender fármacos de este modo, ilegales o falsificados oscilan entre los 30.000 y los 90.000 euros. Hecha la ley, hecha la trampa. Hay usuarios que venden bolígrafos y cuadernos al precio que les da la gana y con la compra regalan una pastilla azul... «Existe una ley de garantías y uso racional de los medicamentos del año 2013. Yo no jugaría con este tema», advierte el especialista vasco.