Los directores del 40% de institutos y colegios son nombrados en contra de su voluntad
Educación ha conseguido reducir las designaciones obligatorias en Euskadi al mejorar los incentivos por ocupar el cargo, pero aún son un problema
Marta Fdez. Vallejo
Sábado, 6 de mayo 2017, 02:05
En cuatro de cada diez escuelas e institutos públicos del País Vasco ningún docente quiere ser director. Son más de doscientos centros de enseñanza en los que la Inspección de Educación debe nombrar a dedo a un profesor, aunque no quiera, para ocupar el cargo. La situación, en todo caso, ha mejorado porque hace ocho años había poco más de un 30% de voluntarios. Las medidas que ha puesto en marcha el Departamento de Educación, como ofrecer mayores incentivos, formación y apoyo a los equipos directivos han permitido reducir los nombramientos forzosos, aunque sigue siendo una asignatura pendiente del sistema educativo vasco.
Este año toca renovar equipos directivos que finalizan el período 2014-17 y el problema se ha vuelto a presentar. Los candidatos deben ser funcionarios, haber impartido docencia directa en alguna de las enseñanzas que ofrece el centro al que se opta y estar prestando servicios en un centro público de la comunidad con una antigüedad de al menos un curso completo. El aspirante tiene que presentar un proyecto que valora Educación. Al finalizar el mandato de cuatro años de duración, los directores se someten a una evaluación y, si resulta positiva, pueden repetir otros cuatro años.
En el caso de que no haya candidatos, entra en acción la Inspección de Educación. Acude a la escuela o el instituto, se entrevista con los docentes, analiza el funcionamiento del centro, el currículum de cada profesor y realiza un informe en el que hace ya una propuesta. Educación se apoya en ese informe de Inspección para designar al director. En el caso de ser un nombramiento forzoso solo es para un año.
Más horas y conflictos
«Los inspectores nos preguntan, entre otras cosas, quién creemos que es la persona adecuada para el cargo en el instituto o si estás dispuesto a asumir el puesto. La mayoría tratamos de evitarlo», confiesa un docente de un instituto bilbaíno. «Te enfrentas a más responsabilidad, tienes que afrontar conflictos y la dedicación que supone no compensa con los incentivos que te dan», añade. El cargo les obliga a permanecer en el centro muchas más horas que el resto de los profesores y también a aumentar el número de jornadas de trabajo, principalmente en julio, cuando la plantilla docente está de vacaciones. «Además de exigir mayor dedicación y responsabilidad, muchas veces los directores no cuentan con el respaldo de la Administración, se ven desprotegidos», señalan desde Comisiones Obreras.
El Gobierno vasco decidió aumentar los incentivos para los directores en 2009, año en el que se batió el récord de nombramientos forzosos: en el 70% de escuelas e institutos. En cuatro años, se pasó a un 51% de directores voluntarios. El incremento del plus salarial mensual que reciben contribuyó a esa mejora. En Primaria ese complemento va desde los 2.260 euros anuales a 6.600 según el número de aulas del centro. En Secundaria oscila entre 6.200 y 7.800. Los directores pueden consolidar su sueldo, cuando acaban el mandato, con una parte del plus que reciben por ejercer el cargo.
Educación también activó otros extras para captar voluntarios, que no son de tipo económico. Estas iniciativas van desde la «mejora de la formación» de los candidatos a establecer «canales de comunicación con la Administración para que el director se sienta respaldado».
Pero las medidas no son suficientes. En la comisión de Educación celebrada el pasado jueves en el Parlamento vasco, la presidenta del Consejo Escolar de Euskadi, Nélida Zaitegi, destacó que una de las claves para que un centro de enseñanza funcione es tener «direcciones fuertes». Y que ese debe ser uno de los objetivo prioritarios en la enseñanza vasca. Desde el año 2000, los sucesivos informes del Consejo alertan de que contar con directores que asumen el cargo en contra de su voluntad influye de forma negativa en la calidad de la enseñanza.
La parlamentaria del PP Juana Bengoechea lanzó una advertencia en la comisión al recordar el dato del último informe del consejo de que en más de 200 centros es la Administración la que designa al director. Y pidió medidas. «Revela que hay un problema. No se reconoce la labor que hacen los docentes, las plantillas están desmotivadas y sin ilusión. La sociedad no se vuelca con los profesores, no están valorados, necesitan más apoyos», comenta Bengoechea.