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Iñaki Goirizelaia, ayer en su despacho del Paraninfo de la UPV/EHU en Abandoibarra.
«A partir de ahora la UPV debe contratar a los mejores, pero a ni un monolingüe más»

«A partir de ahora la UPV debe contratar a los mejores, pero a ni un monolingüe más»

El rector destaca que la Universidad vasca se ha convertido en «el agente investigador más importante de Euskadi» y cita la frustrada nueva Facultad de Medicina como la «espinita» de su mandato, que finaliza en diciembre

Marta Fdez. Vallejo

Jueves, 8 de septiembre 2016, 00:53

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El próximo lunes comienza el curso en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y la cuenta atrás del mandato del rector. Iñaki Goirizelaia dejará su cargo en diciembre después de ocho años al frente de la institución académica pública.

¿Por qué ha decidido dejar el cargo?

Podría estar un tercer mandato porque la normativa se modificó, pero no seguiré. Un mandato es poco, pero tres son demasiados, no solo en la Universidad, sino también en otros ámbitos.

¿Qué huella cree que ha dejado su gestión en la UPV?

La evolución de las infraestructuras docentes e investigadoras ha sido significativa. También el acercamiento de la Universidad a la sociedad vasca, la nueva oferta de grado y postgrado, la adaptación a Bolonia, haber convertido a la UPV en el agente investigador más importante del País Vasco, y el reconocimiento del Campus de Excelencia.

También habrá dejado proyectos pendientes...

Falta por completar la reorganización de los centros (la agrupación de facultades), infraestructuras que quedan por terminar, como el parque tecnológico en San Mamés; pero principalmente la construcción de la Facultad de Medicina en Basurto. No ha sido posible en los dos mandatos míos, es la espinita que me llevo.

¿Qué necesita la UPV para progresar a partir de ahora?

Una ley que nos dé un marco jurídico estable y nos permita una mejor gestión de personal. Necesitamos figuras adicionales a las actuales de funcionario y contratado. Nos vendría muy bien contar con profesionales de empresas, ONGs, sociedades... que puedan venir a la universidad a aportar su conocimiento a nuestros estudiantes y trabajar en equipos de investigación. Hoy en día, si quisiera contratar a un Premio Nobel, no podría.

Entre otras cosas por no tener perfil de euskera, porque se exige en la mayoría de los puestos.

No en todos. Hoy en día se contratan fundamentalmente bilingües, pero también en castellano y ya se convocan plazas trilingües. El problema es que durante muchísimos años se contrataban docentes sin responder a las necesidades de formación en euskera. La UPV tiene la obligación de garantizar la oferta en los dos idiomas oficiales. Ahora convivimos profesores bilingües y monolingües al 50%. Y en una universidad nunca debe haber un profesor monolingüe. Pero sí tenemos necesidad de mejorar la contratación.

¿En qué?

Ha llegado un momento en el que la Universidad del País Vasco tiene que empezar a contratar a los mejores. Y para ello, necesitamos una mejor forma para contratar. Pero el idioma no es el problema. Una persona trilingüe es mucho mejor que otra monolingüe. Lo que digo con rotundidad es que la UPV no debe contratar más monolingües.

Formación práctica

¿En la UPV no debería tener más peso la formación práctica? Hay alumnos de ingeniería o empresariales que después de cuatro años de grado y uno o dos de máster se titulan sin pisar una empresa.

Eso es porque no han querido. La formación práctica en empresas que ofrece la UPV es la mejor y más amplia de toda la sociedad vasca. Todos los años 10.000 alumnos hacen prácticas. Aquí y en un montón de empresas en el extranjero. No hay ni un solo alumno que quiera hacer prácticas que no las haga.

¿Deberían ser obligatorias? Usted ha anticipado que se van a implantar grados duales, como en la FP (se combina aula y empresa).

Somos la primera universidad del Estado que implantó una carrera dual, en el Instituto de Máquina Herramienta de Elgoibar. Queremos abrir otro grado dual en una ingeniería de Vitoria, pero es difícil. En Alemania no es problema, pero aquí requiere un acuerdo con sindicatos, empresas e instituciones para que no haya protestas porque se interprete como un puesto de trabajo encubierto. En todo caso, es una apuesta de futuro. Los estudiantes que hacen prácticas tienen ventaja para encontrar empleo.

El Gobierno vasco ha insistido durante toda esta legislatura en que la mayor parte de los puestos de trabajo del futuro serán para la FP. ¿Van a sobrar universitarios?

Los números no dicen eso, dicen lo contrario. Confebask ya ha advertido de que se necesita gente cada vez más formada. Y en su informe resalta, por primera vez, la necesidad de contratación de 800 doctores, además de entre un 35 o 45% de titulados superiores. Pero la UPV no forma solo profesionales para la empresa, formamos periodistas, psicólogos, maestros.... Y nuestros números dicen que el 80% de los graduados de la UPV está trabajando.

Ha reclamado más dinero al Gobierno vasco de forma reiterada. Pero si se compara con otras universidades es la que más dinero dispone por alumno de España.

No podemos compararnos con otras. El 80% del presupuesto se nos va en pagar los salarios.

¿Hay más profesores que en otras universidades?

Tenemos muchos profesores por la oferta de créditos que debemos cubrir unidad en la que se cuentan las horas de clase en euskera y castellano. Además, tenemos tres campus. Los costes de mantenimiento de las infraestructuras repartidas en los tres campus son muy altos.

¿La UPV no debería también aumentar sus ingresos por los frutos de la investigación y atraer inversión privada?

En los últimos cuatro años hemos conseguido 35 millones en fondos por actividades externas y en período de crisis. Me gustaría que sea más, pero es muy significativo. Además, la cultura de la donación que hay en el ámbito anglosajón aquí no existe. ¿A un exalumno o exalumna de la UPV se le ocurriría hacer una donación a la UPV. Lo harías tú?

Hombre... pues no. Pero la pregunta es otra: ¿la UPV saca chispas al dinero que recibe y está en el lugar que le corresponde en los rankings según su presupuesto?

Si esa pregunta me la hubieran hecho hace doce años, cuando entré como vicerrector y vi los datos de producción científica y actividad docente, hubiera contestado que no. Pero ahora, sí. Entonces me planteé como objetivo colocarnos entre las 500 mejores universidades en el ranking de Shanghai y lo hemos conseguido. Pasar de la situación en la que estábamos antes a la de hoy es un recorrido impresionantemente bueno. Pero no estoy satisfecho. Creo que tenemos que mejorar.

«No han cumplido lo pactado»

La relación del rector con el Departamento de Educación se ha visto enturbiada por unos presupuestos que la Universidad pública vasca ha considerado siempre insuficientes para afrontar sus retos.

Casi se ha llevado mejor con la anterior consejera socialista que con la actual del PNV por cuestiones económicas, ¿no?

No hablo nunca de relación con personas. Tengo claro que conseguir lo que la Universidad quiere quizás sea imposible. Pero lo que es importante es acordar. Y nosotros hemos acordado planes universitarios con las dos consejeras y ninguno de ellos se ha cumplido.

¿Qué tipo de acuerdos se han incumplido?

La financiación universitaria ordinaria, infraestructuras y contratos programas, todos ellos acordados y refrendados y que ni con un gobierno ni con otro se han cumplido. Entendemos bien las cosas que ocurren, pero eso es un hecho.

¿Cuál sería su reclamación al nuevo Gobierno vasco? Más financiación, ¿no?

No solo necesitamos más dinero, necesitamos que cuando haya apuestas en distintos planes, la Universidad tenga una presencia significativa y que se nos considere como lo que somos. Hace falta na nueva ley universitaria, una mayor flexibilidad en nuestra gobernanza, un marco estable superior a una legislatura, que cuando haya un cambio de legislatura ese marco se respete. Y esas no son cuestiones que implican dinero.

Si el Ejecutivo central llega a formarse, ¿qué debería hacer en la gestión de la Universidad?

Es fundamental no recortar en la apuesta por educación e investigación. Pero diría más qué no debe hacer. Un Gobierno, tanto en Madrid como en Vitoria, debe apostar por su Universidad pública y no desprestigiarla. El ministro Wert no contribuyó a ese fin. Pediría a todos los gobiernos que prestigien la Universidad. Los 300.000 profesionales que ha formado la UPV en su toda su historia y nos atienden día a día en cualquier lugar son un orgullo para la sociedad vasca.

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