Los rectores piden prorrogar la Selectividad hasta 2017

«Ante la falta del desarrollo normativo necesario para la concreción de la Evaluación Final de Bachillerato, desde CRUE se constata la necesidad de establecer un marco de admisión transitorio que resuelva la incertidumbre generada en cientos de miles de estudiantes que están en condiciones de acceder a la universidad en 2017», ha asegurado la Conferencia de Rectores en un comunicado.

La Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) establece que, a partir del curso 2016-2017, todos los alumnos que quieran obtener su título de Bachillerato deben realizar, al acabar el segundo curso, una prueba final estándar y que esta influirá en su nota media. También, que a partir de entonces las universidades pueden establecer sus propios criterios y pruebas de acceso para admitir estudiantes.

El pasado verano, el Gobierno pactó con las comunidades negociar la normativa definitiva de la prueba final reválida de Bachillerato. Al menos doce autonomías se oponen a implantarla. Tras las últimas elecciones, su futuro es aún más incierto. Pero aunque esta se ponga en marcha, la Lomce deja claro que no es una prueba de acceso a la universidad, sino solo el cierre de ese ciclo formativo.

Las universidades, de momento, tampoco han acordado las pruebas específicas para los alumnos que opten a matricularse en sus centros. De momento se contemplan varias opciones como hacer pruebas comunes por comunidades autónomas o, en algunas titulaciones concretas como Medicina, elaborar un examen general de acceso.

Es ante esta doble indefinición aún no está claro cómo será la reválida de 2º de Bachillerato ni qué piensan hacer las universidades con sus pruebas de acceso la que ha llevado a los rectores a pedir una prórroga de un año de la actual PAU, o a desarrollar algo similar mientras tanto. «Que garantice la seguridad jurídica de los estudiantes que cursan actualmente Bachillerato, especialmente lo de primer curso», sentencian desde la CRUE.