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Una comunión acaba a puñetazo limpio entre invitados y camareros en Murcia

Una comunión acaba a puñetazo limpio entre invitados y camareros en Murcia

El detonante de la reyerta, captada por las cámaras de seguridad, fue el retraso en el servicio ofrecido por el restaurante. Clientes y responsables del local ofrecen versiones enfrentadas

elcorreo.com

Martes, 16 de mayo 2017, 08:39

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Es poco frecuente, pero a veces pasa. Ya sucedió hace algunos años durante una boda en San Sebastián cuando los invitados se enzarzaron en una brutal pelea que saltó a los medios y parece que ahora la historia se repite con algunas variaciones. Sucedió el domingo en el Restaurante Vicente, ubicado en el carril de Los Navarros, en la pedanía murciana de Puente Tocinos. Los camareros de un restaurante sirvieron los platos principales de la comida a la hora de la merienda, pasadas las cinco, y encima «la carne no estaba bien preparada», aseguran algunos de los presuntos afectados. Se estaba celebrando una comunión y estas incidencias derivaron en una supuesta agresión de los camareros a uno de los comensales que se acercó a pedir la hoja de reclamaciones.

Según varios testigos que presenciaron la disputa, esta se inició sobre las 17.30 horas después de que empezasen a discutir el hijo del propietario del restaurante y el comensal, que era el tío del niño que estaba celebrando su comunión. Este hombre afirmó a La Verdad que estaba «muy molesto» con el servicio que el personal estaba dando en el banquete y se acercó para quejarse. Esta situación derivó en una fuerte discusión, cuyo tono subió tanto que de los presuntos insultos pasaron a las manos. «Solo había pedido la hoja de reclamaciones; de repente, uno de los camareros se fue a por mí y me dio un puñetazo». En menos de un segundo se sumaron a la presunta pelea «entre cuatro y cinco camareros». Según el relato de la víctima, la emprendieron a golpes con él y con sus dos hijos, uno de ellos de 23 años y el otro, un menor de edad, de 16 años.

«A mi hijo mayor le dieron una patada en la cara y al pequeño otra en el pecho». Fue tal la lluvia de puñetazos y patadas que una mujer mayor que trató de mediar también se llevó un golpe. «Duró unos cinco minutos, pero parecía que no acababa nunca», aseguraba Marina, una mujer que también se encontraba en el mismo restaurante, pero asistiendo a otra comunión y que presenció lo ocurrido. «Yo tuve que esconderme porque los vasos y los platos volaban por la terraza», afirmaba todavía con el susto en el cuerpo.

En la presunta tangana participaron entre seis y ocho personas. Hasta el local fueron movilizados los servicios sanitarios junto a varios efectivos policiales. El tío del menor que estaba comulgando acudió a un centro de salud, junto a sus dos hijos, para hacerse un parte de lesiones porque «tenemos moratones y arañazos en los brazos y la cara» y posteriormente acabó presentando una denuncia ante la Policía Nacional, aunque sin dicho parte.

«Voy a llegar hasta el final. He ido a pedir una hoja de reclamaciones y nos han apaleado a mí y a mis hijos», aseguraba el denunciante. La mujer mayor que medió también tuvo que recibir asistencia médica en el mismo restaurante debido al golpe y a que se encontraba muy nerviosa.

¿Quién empezó la pelea?

La Verdad ha podido contactar con el dueño del restaurante, José Luis Buendía, quien ha desmentido la versión de los hechos de sus clientes. Según el propietario, la pelea tuvo lugar en la puerta del local y fueron los familiares los que la iniciaron, tirando al suelo al dueño y a su hijo. «Nunca agredimos a nadie, fueron ellos los que nos agredieron», afirma. Buendía confirma que todo se inició ante la negativa de darle la hoja de reclamaciones a un familiar del comulgante, aunque las tenían disponibles. «La hoja de reclamaciones solo se la doy a quien ha contratado la comunión», reclama.

El propietario del restaurante afirma que, después de eso, las celebraciones continuaron con normalidad hasta pasada la medianoche. Además, asegura que los familiares de los presuntos agresores «pidieron perdón tres veces» por lo ocurrido, afirmando sentirse «avergonzados por este incidente, según las palabras de Buendía. «Son gente que la hacen a donde va», insiste en que señalaron dichos familiares sobre los implicados.

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