Condenan al Gobierno vasco a pagar 115.000 euros a la viuda de una víctima del amianto

El caso se remonta a 2010, cuando Juan José P.B. estuvo de baja durante tres meses por enfermedad profesional a consecuencia de una fibrosis pulmonar. Por lo tanto, cuando le fue detectado tres años después el cáncer y tras su posterior fallecimiento, el Instituto Nacional de la Seguridad Social reconoció las prestaciones de viudedad y muerte como derivadas de enfermedad profesional.

Según la Asociación vasca de víctimas del amianto, Juan Jose P. B. realizaba trabajos de chapa y pintura para el mantenimiento de vehículos desde 1985, es decir, no manipuló directamente las zapatas o frenos de disco que hasta los años 90 eran de amianto. Sin embargo, para acceder a su puesto de trabajo tenía que atravesar el taller mecánico donde era habitual el soplado de aire a presión para limpiar los restos de amianto en la sustitución de embragues, dispersando la fibra tóxica por los talleres, que era inhalada por los operarios.

Desde Asviame han mostrado su satisfacción al departamento de Seguridad del Gobierno vasco por la condena, «que pone una vez más al descubierto el incumplimiento generalizado de las empresas e instituciones públicas de las medidas deprevención de enfermedades profesionales, especialmente frente al grave riesgo cancerígeno».