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Ertzainas en primera línea

Ertzainas en primera línea

El Departamento de Seguridad creó las Patrullas de Prevención y Respuesta Inmediata en diciembre como un punto intermedio entre la seguridad ciudadana y los SWAT de intervención

David S. Olabarri

Domingo, 5 de marzo 2017, 02:19

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A primera vista no llaman la atención. Parecen tres ertzainas más de Protección Ciudadana vigilando las inmediaciones del Guggenheim, el estadio de Mendizorroza o el paseo de La Concha. Quizá el subfusil que lleva uno de ellos sujeto al pecho o el diseño de la furgoneta, que no está equipada con las características luces policiales en el techo, puede hacer pensar que no se trata de la clásica patrulla que se puede ver por las calles a diario. Pero lo cierto es que son algo muy distinto: son las nuevas Patrullas de Prevención y Respuesta Inmediata, a las que también se conoce como los PRI o los 'bizkor' (rápido en euskera). Son los nuevos 'swat' de la Ertzaintza, agentes formados específicamente y equipados con potentes armas para intervenir en situaciones críticas, aunque la inmensa mayoría de su jornada laboral la desarrollen como agentes normales realizando tareas preventivas.

El Departamento vasco de Seguridad puso en marcha estas unidades el pasado 13 de diciembre, aunque el proyecto empezó a gestarse meses atrás, como ya adelantó EL CORREO en septiembre. Lo que se ha creado son unos pequeños grupos situados a medio camino entre los tradicionales agentes de seguridad ciudadana y los equipos de intervención, que se encargan de los sucesos más graves, pero que necesitan más tiempo para reaccionar al estar ubicadas sus instalaciones en la localidad alavesa de Berroci. La idea de la nueva unidad, de hecho, es poder responder lo antes posible y con garantías suficientes ante un incidente armado o en el que exista riesgo físico para las personas. Entre otros, un atraco en un banco, una reyerta con armas blancas o un atentado terrorista, de tal manera que se pueda proporcionar el apoyo necesario a los agentes de seguridad ciudadana, que son los primeros que suelen llegar a las emergencias pero que tienen menos medios materiales para enfrentarse, por ejemplo, a un individuo armado con un rifle o un subfusil.

Los 'bizkor' están activados las 24 horas del día a través de tres patrullas, una por cada territorio. Los agentes trabajan en jornadas de 9 horas y media con la idea de que los turnos se puedan solapar. Cada grupo puede estar compuesto por entre tres y cinco policías. Normalmente funcionan en equipos de tres, dos agentes y un mando. Pero el plan desarrollado por la consejería que dirige Estefanía Beltrán de Heredia permite que, en el caso de que fuese necesario, puedan activarse hasta ocho recursos de estas características en todo Euskadi. Básicamente, porque 240 agentes de Brigada Móvil -los antidisturbios de la Ertzaintza-, han recibido ya el curso de formación de una semana para poder integrarse en las Patrullas de Respuesta Inmediata. «Lo que hemos hecho ahora es proporcionar a los agentes de la Brigada Móvil formación específica adaptada a lo que ya venían haciendo, equipándoles con vehículos y materiales específicos», explica a EL CORREO el jefe de división de Protección Ciudadana, Josu Bujanda, del que dependen el 76% de los 7.600 agentes de la Policía vasca.

Tareas de prevención

Los 'PRI', como también se les conoce, suelen estar ubicados en las capitales. Pero pueden estar activados en cualquier punto de la provincia, como un lugar con gran afluencia de personas, una «infraestructura crítica» o un emplazamiento que, por determinados motivos, sea considerado relevante en ese momento. Estas tareas de prevención, que absorben la inmensa mayoría del tiempo de estas unidades, se desarrollan en función de los informes previos que realiza la Oficina Central de Inteligencia (OCI). Esta semana, en Bizkaia, están patrullando cerca del Guggenheim, aunque saben que en cualquier momento puede saltar la alarma. Si eso ocurre, deberán entrar en la furgoneta, que ha sido diseñada específicamente para responder a las necesidades estas unidades, y equiparse con los materiales necesarios mientras se dirigen al lugar del incidente. Como máximo pueden tardar unos cinco minutos en ponerse todos los materiales (ver gráfico), a los que sólo recurrirán en casos extremos. Entrarían entonces en la fase de reacción. «Uno de los aspectos que más tenemos en cuenta es la proporcionalidad a la hora de resolver un incidente», añade el jefe de Apoyo Táctico, Josu Markaida.

La cadena de custodia de las cámaras de grabación

  • Los agentes de las Patrullas de Respuesta Inmediata están equipados con unas cámaras personales de grabación que están incorporadas a sus uniformes de trabajo. Los policías deberán activar estos aparatos cuando tengan que intervenir en situaciones de riesgo para las personas. Las imágenes que se graben durante estas actuaciones estarán sometidas a la Ley de Videovigilancia y serán almacenadas en un dispositivo externo, sin posibilidad de ser manipuladas, de tal manera que se garantice la cadena de custodia en el caso de que tengan que ser utilizadas en un proceso judicial. «Estas cámaras nos dan garantías a todos. A los ertzainas que intervenimos y a los ciudadanos», explican fuentes de la Policía vasca. Las pistolas eléctricas de las que dispondrán también tendrán incorporadas cámaras de grabación para dejar constancia de cada disparo que se realice.

Desde que empezaron a funcionar, los 'bizkor' han sido activados en 94 ocasiones: 41 en Bizkaia, 31 en Álava y 22 en Gipuzkoa. Entre las actuaciones más relevantes y graves a las que se han enfrentado destaca la registrada el pasado 26 de enero en el Metro de Bilbao, cuando un joven de unos 30 años de origen magrebí desató el pánico entre los viajeros al gritar «Alá es grande, su ley se cumplirá y vosotros sois unos infieles». El individuo, con antecedentes por altercados de orden público y problemas psiquiátricos, fue arrestado en el barrio de Deusto. Los agentes encontraron un arma blanca entre sus ropas. Finalmente fue trasladado en una ambulancia al hospital, donde quedó ingresado. En Gipuzkoa, además, también han tenido que intervenir en el caso de una persona que iba a ser desahuciada y que amenazaba con provocar una explosión de gas para evitar ser desalojada. Y en la agresión con armas blancas que sufrió una persona por parte de tres individuos en la estación de tren de Andoain.

Bujanda insiste en que «neutralizar» este tipo de sucesos es una pequeña parte del trabajo de estas nuevas unidades, a las que las tareas de prevención ocupa una parte fundamental de su tiempo. De hecho, destaca que todas las furgonetas, que también son más potentes de lo normal, están equipadas con desfibriladores y material médico. Y parte de la formación de los ertzainas va dirigida hacia las «técnicas asistenciales» ya que muchas veces se pueden encontrar con personas con problemas psiquiátricos. «Esto también es modelo policial», insiste el jefe de división de Protección Ciudadana.

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