Las bolsas de plástico gratis tienen los días contados

La orden, fruto de una directiva europea sobre la materia, establece el pago de 5 a 30 céntimos por bolsa, en función de su tamaño. La idea es que el coste para el consumidor se vaya reduciendo paulatinamente, según se vayan cumpliendo los objetivos de reducción de plásticos que se ha fijado la Unión Europea.

Los estado miembros, según esa directiva, tienen que comprometerse a que el nivel de consumo anual no supere las 90 bolsas ligeras por persona para el 31 de diciembre de 2019, como fecha límite; y las 40 para el 31 de diciembre de 2025. Si algún país no se cree capacitado para lograr este fin, puede optar por la adopción de medidas encaminadas a alcanzar un objetivo equivalente en peso.

Como alternativa a ambas, Europa propone la posibilidad de que se adopten iniciativas tendentes a que para el 31 de diciembre de 2018 no se entregue plástico en los puntos de venta de mercancías o productos. España, según el Real Decreto que se está trabajando, habría optado por esta vía, aunque su idea no es esperar a la Nochevieja del próximo año, sino al día de Año Nuevo.

Las únicas bolsas que quedan excluidas de esta prohibición, las únicas que podrán facilitarse de manera gratuita, son las muy ligeras que resulten necesarias por razones de higiene; o que se utilicen como envase primario para contener alimentos a granel. Es el caso de las que se facilitan en las tiendas de chucherías, pero también las que facilitan los supermercados para llevar pescado o productos congelados.

La mayoría de los establecimientos cobra ya una cantidad de dinero por sus bolsas, aunque es muy pequeña en relación a lo que se planea. Ahora cuestan entre 1 y 5 céntimos.