Borrar
Ocho recetas para aprovechar las sobras

Ocho recetas para aprovechar las sobras

¿Te ha sobrado pollo asado pero no quieres repetir? ¿Has cocido arroz o pasta de más y no sabes qué hacer con ella? Aquí van algunas ideas

ALMUDENA NOGUÉS

Lunes, 5 de diciembre 2016, 16:15

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

¿Te ha sobrado algo de pollo asado pero no te apetece repetir? ¿Tienes cocido para varios días y quieres sorprender a tus invitados con una presentación diferente? ¿Has cocido pasta o arroz de más y no sabes cómo aprovecharlo? Quien no se haya visto en alguna ocasión en una de estas tesituras que tire la primera piedra. Por suerte, la Red ofrece un sinfín de opciones para apuntarse a la denominada cocina del reciclaje. ¿Su filosofía? Aprovechar todos los restos de comida que nos queden en casa para inventar nuevos platos. Las ventajas son evidentes: no solo logramos no desperdiciar alimentos evitando que acaben en el cubo de la basura sino que, además, conseguimos un importante ahorro en la economía doméstica.

Cada año se desaprovechan en el mundo más de 1.300 millones de toneladas de alimentos, según la Comisión Europea. En ese mismo tiempo los hogares españoles se deshacen de 1,5 millones de toneladas de productos que son válidos para el consumo, según calcula la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios. Con gestos tan sencillos como reservar las sobras y buscar recetas de aprovechamiento -como las que planteamos en este reportaje- se puede reducir estas cifras. ¡Y no solo hablamos de hacer croquetas! La creatividad también ha llegado a este tipo de cocina y existen muchas alternativas atractivas para darle una segunda vida a esos alimentos con los que no sabemos bien qué hacer.

El propio Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente convocó hace unos años un concurso de recetas 'de buen aprovecho' para premiar aquellas propuestas que convirtieran alimentos que se fueran a tirar en nuevos platos. La ganadora del concurso fue esta original receta que enseña a hacer sushi con las sobras del cocido. ¡Con ella empezamos este peculiar recetario! ¿Te animas a hacerlas? ¡Pues manos a la masa!

Modo de preparación: separar las primeras hojas de un repollo. Ponerlas a cocer, quitando el nervio central, con un poco de agua, sal y una pizca de bicarbonato durante dos minutos. En otro bol pondremos los garbanzos, un chorro de aceite de oliva y comino en grano. Se bate hasta conseguir una masa densa y cremosa (tipo hummus). Añadir los tropezones del cocido y remover suavemente.

Poner una base de hojas de repollo ya cocidas sobre el papel film y, en el centro de las hojas, añadir un poco de la masa de hummus. Ir enrollando sobre sí misma con la ayuda del papel film. Finalmente, retorcer los extremos para que quede bien prensado y enfriar durante al menos dos horas. Pasado este tiempo, sacarlo con cuidado del papel film y cortar en lonchas de un centímetro, aproximadamente. ¡Y listo un original sushi perfecto para darle una segunda vida al cocido!

Esta es una receta de aprovechamiento en toda regla. Pero no es la típica. Su base son las sobras de arroz (¿cuántas veces nos pasa que no calculamos bien y cocemos de más?) y luego se le pueden añadir otros restos que tengamos por ahí sin rumbo en casa. Puede hacerse tanto con arroz blanco, como con verduras, con paella e incluso con risotto. También se le puede echar resto de huevo batido en función de lo sabroso que estuviese el arroz que vayamos a utilizar.

Preparación: en un bol ponemos el arroz, el atún escurrido y desmigado, el chorizo, uno de los huevos batidos, los 75 gramos de pan rallado y especias al gusto. Mezclamos bien con el tenedor hasta obtener una pasta. Damos forma a las croquetas de arroz con ayuda de dos cucharas. Una vez tengamos la masa y las croquetas formadas las pasamos por huevo batido y pan rallado y las freímos.

Se trata de un gran clásico de la cocina tradicional napolitana. Ideal para usar la pasta cocida que nos haya sobrado. La denominada 'frittata di spaghetti' es la metamorfosis del clásico 'spaghetti al pomodoro', que se recicla disfrazándose de tortilla crujiente por fuera y jugosa dentro. Se puede comer caliente, recién sacada de la sartén, pero también fría, ideal para llevar a un picnic. Este plato es el resultado de la creatividad de un pueblo que desde siempre ha tenido que ingeniárselas para sobrevivir con muy pocos recursos. Así, los restos de pasta se recuperaban simplemente churruscándolos en una sartén bien caliente para volver a darles vida y un toque de chispa. Los más ricos añadían a la pasta ingredientes proteicos, como huevos y queso, haciendo que este plato de 'segunda mano' se convirtiera en una verdadera delicia.

Preparación: se prepara primero la salsa de tomate (también se puede comprar hecha para ahorrar tiempo). Se calienta en una sartén un chorrito de aceite de oliva extra virgen con un diente de ajo y/o una rodaja de cebolla y antes de que cojan color se echa el tomate en conserva. Sofreír lentamente hasta que la salsa esté concentrada. Mientras tanto, se cuecen los spaghetti (en este caso se supone que ya los tenemos cocidos al ser de restos) y se mezclan con la salsa de tomate. Se deja enfriar.

El siguiente paso es batir los huevos en un cuenco, agregar el queso rallado y añadir la mezcla a los spaghetti con la salsa de tomate. Echar al final los daditos de queso y mezclar suavemente para integrar todos los ingredientes.También se pueden añadir trocitos de embutidos o sobras de carne.

En una sartén de tamaño medio echar 3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen y cuando esté bien caliente verter la mezcla de pasta, huevo y queso. Bajar enseguida el fuego para que la frittata se cueza lentamente y se cree una costra crujiente, pero sin quemarse. El truco es mantener el fuego bajo y colocar la sartén de forma que éste sólo llegue al su borde externo, desplazándola cada poco tiempo en sentido horario para que la parte externa de la frittata vaya quedando crujiente.

Cuando esté lista por un lado hay que darle la vuelta ayudándose de un plato (como con una tortilla de patata) y cocerla con el mismo sistema por el otro lado. Se tardará en total unos 40 minutos, pero vale la pena.

Esta receta es muy fácil de hacer y viene genial para celebraciones y 'picoteos' informales. Ideal para aprovechar restos de pollo cocinado. Es muy vistosa, y la combinación de sabores suele gustar a todos.

Preparación: cortar la lechuga iceberg en juliana, enjuagar y secar muy bien. Colocar la lechuga en un cuenco y echar un poco de sal por encima. Añadir la manzana partida en trocitos pequeños, el pollo y los frutos secos. Mezclar todo con unas cucharadas de la salsa y colocar en la fuente donde se vaya a servir. Cubrir con el resto de la salsa rosa y decorar con gajos de mandarina, naranja, piña, kiwi, etc.

Esta receta es idónea para los más peques de la casa, aunque conquistará a toda la familia. Se trata de unas hamburguesas de atún y bacon con una base de patata, sabrosas, baratísimas y muy fáciles de preparar. Son perfectas para tomar acompañadas de una ensalada y, aunque van pasadas por la sartén con un poco de aceite, no resultan nada pesadas porque al llevar patata hervida tienen una textura bastante ligera. Es otra receta genial de aprovechamiento si nos sobran patatas cocidas. El bacon puede sustituirse por jamón cocido.

Preparación: si no vamos a usar patatas cocidas que hayan sobrado, cocemos las patatas con piel bien en una olla al fuego o en una bolsa de asar en el microondas. El bacon podemos cortarlo en trozos muy pequeños o rallarlo para que quede con una textura similar a la del atún desmigado. Pelamos las patatas cocidas y las aplastamos con ayuda de un tenedor, pero sin llegar a hacer un puré, añadimos la zanahoria rallada, el bacon, la cebolla cortada en trozos muy pequeños, el atún bien escurrido y mezclamos bien todo.

Añadimos el huevo, mezclamos y salpimentamos al gusto. Dividimos la masa en 6 porciones, les damos forma de hamburguesa, pasamos cada una de las caras de la hamburguesa por pan rallado y las doramos en una sartén con una pequeña cantidad de aceite.Bastará con poner unas 3 o 4 cucharadas en el fondo de la sartén para que se doren las hamburguesas y se forme una capa exterior crujiente.

¿Tienes aún turrón de otros años? ¿Te han regalado tabletas de más esta Navidad y buscas darle otro uso? ¡Pues esta receta es perfecta para el reciclaje! Estas deliciosas espirales están elaboradas con hojaldre y rellenas de crema de turrón, por tanto quedan crujientes por fuera y cremosas por dentro. La crema de turrón la podemos elaborar con el turrón que más nos guste.

Preparación: para hacer la crema de turrón ponemos en una cazuela el turrón junto con la nata a fuego lento hasta que éste se derrita. Removemos de vez en cuando para que no se nos pegue la crema a la cazuela. Reservamos. Vertemos en un bol la maizena y añadimos los dos huevos. Removemos bien con las varillas hasta que no queden grumos.

Incorporamos esta mezcla a la cazuela y ponemos de nuevo al fuego. Dejamos cocer a fuego lento durante unos 5 minutos sin dejar de remover. Cuando la crema haya espesado apartamos del fuego y dejamos enfriar.

Ponemos la crema de turrón fría en una manga pastelera. A continuación extendemos la plancha de hojaldre y la cortamos en rectángulos de 4 cm de ancho. Ponemos una línea de crema en el borde más largo de cada rectángulo de hojaldre. Enrollamos cada rectángulo empezando desde el borde de la crema. Así obtenemos un cordón cuyos extremos aplastaremos ligeramente para que no se nos salga el relleno. Agarrando los extremos estiramos suavemente el cordón para darle más longitud. Enrollamos en forma de espiral y el final del cordón lo metemos debajo de la espiral, para que no se abra.

Pintamos con la yema de huevo batida, para que nos queden unas espirales doraditas y crujientes. Espolvoreamos con almendra molida caramelizada o, si lo prefieres, simplemente con azúcar. Horneamos a 180ºC, con el horno precalentado, durante unos 12-15 minutos, o hasta que las espirales estén doradas. Dejamos enfriar sobre una rejilla y servimos. Podemos espolvorear con un poco de azúcar glass para darles un aspecto más vistoso.

¿Tienes muchas verduras sobrantes de algún guiso y no sabes cómo reutilizarlas? Restos de pimientos, puerro, cebollaque en muchos casos acaban en la basura porque ni nos planteamos darles una nueva vida. ¡Pues la tienen! Y la muestra es esa receta super sencilla, a la que también podemos sumar cualquier resto de pescados o carnes. ¡Solo necesitas un poco de pasta filo!

Preparación: recopilamos todos los restos de verduras que tengamos por la cocina y los cortamos en rodajitas o cuadraditos. En una sartén rehogamos una guindilla y la sacamos. Lavamos bien y ponemos a pochar con una cebolla a fuego lento. Cuando están bien pochaditos, añadimos un chorrito de salsa de soja (se puede poner en su lugar algún resto de tomate que tengamos en la nevera).

Dejamos que se enfríe y vamos preparando los cuadrados de pasta filo para rellenarlos. Ojo con no poner demasiado relleno o la pasta filo al ser tan fina se romperá (lo ideal es una cucharadita en cada uno). Cerramos con cuidado y pintamos de aceite con ayuda de una brocha (poco para que no queden muy grasiento). La forma del cierre puede ser al gusto de cada cual: como caramelitos, en forma de saquitos o enrrollándolos como rollitos primavera.

Los metemos en el horno, previamente calentado a 180º, durante quince minutos y cinco minutos arriba y abajo y listos para comer. ¿Un truco? Añadir una cucharita de queso azul para darle más sabor o, como plantea Arguiñano, una anchoa.

El pastel de pescado sirve para aprovechar restos de pescado blanco sobrantes. Además, no tiene que ser de un solo tipo, sino que podéis ir congelando restos hasta tener la cantidad necesaria que se pide en los ingredientes: esos filetes de merluza que estaban un poco olvidados en el fondo del congelador, los palitos de cangrejo que nos habían quedado de una ensalada, el tetrabrik de nata que estaba dando vueltas por la nevera con todo ello se puede hacer esta receta de reciclaje. Se trata en definita de un pudding muy fácil de preparar, dado que solo se necesita una batidora y un rato de horno. ¡Toma nota!

Preparación: comenzaremos untando un molde alargado para horno con la mantequilla blanda y forrándolo con papel sulfurizado. Precalentar el horno a 180 grados con calor arriba y abajo. En un cacito poner agua con los vegetales del caldo corto, cocer durante quince minutos. Aumentar el fuego y echar los filetes de merluza, cocer durante tres minutos. Escurrir y reservar.

Echar en el vaso de una batidora los huevos, la nata, el pimiento, los palitos de cangrejo, el ketchup, la sal y los filetes de pescado, y triturar hasta que no haya grumos dependiendo de lo fino que queráis que quede después de hornearlo.

Echar en el molde, alisar la superficie y meterlo al horno durante cincuenta minutos. Refrigerar unas horas y servir con un poquito de mayonesa y panecillos tostados.

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios