Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
miguel lorenci
Viernes, 8 de julio 2016, 01:56
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
La ciudad no era para Paco Martínez Soria. El anarquismo sí. Con su boina calada hasta las cejas, su intenso acento mañico y sus chascarrillos de cateto bonachón, el actor se coló en la memoria colectiva de la España franquista en los sesenta. Pero tres ...
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La hora que separó a una madre y su hijo de morir juntos en Palencia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.