«Otoño caliente» en la enseñanza vasca si los profesores deben dar un mayor número de clases

El Constitucional desestimó a comienzos de mes un recurso presentado por el Gobierno vasco en 2012 -con el PSE- contra el decreto elaborado entonces por el Ministerio de Educación, que establecía medidas de racionalización en el sector con motivo de la crisis. La normativa fue acatada por todas las comunidades autónomas excepto Euskadi, que ha seguido manteniendo, entre otros asuntos, el calendario preestablecido para los docentes y un mecanismo para cubrir las bajas que se aplica entre el primer y el quinto día.

La situación ha permitido que durante los últimos cuatro años el País Vasco haya vivido con cierto desahogo en comparación con las fuertes protestas organizadas por la comunidad educativa en el resto del país, pero la decisión del Constitucional obliga ahora al Ejecutivo autonómico a mover ficha. Curiosamente, debe racionalizar recursos cuando la situación económica ha mejorado ligeramente y el Ministerio de Educación ya ha eliminado algunas medidas de contención, como la de aumentar un 20% el ratio de alumnos por aula. «Estamos en total desacuerdo con el decreto, pero si no lo aplicásemos cometeríamos un delito de prevaricación», reconoció la pasada semana el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka.

Llamamiento a las familias

Los sindicatos no comparten la opinión de la Administración autonómica. Creen que el sistema educativo vasco debe «oponerse a estos nuevos recortes» y anunciaron «fuertes» movilizaciones a partir de septiembre, en cuanto los colegios empiecen a funcionar. Tras reprochar al Ejecutivo vasco que haya decidido «someterse desde el primer momento, en lugar de buscar una respuesta conjunta», y que haya demorado su decisión hasta las últimas semanas del curso, las centrales advirtieron que su respuesta será «contundente». También hicieron un llamamiento público a asociaciones de padres, familias y alumnos porque «al incrementar la jornada lectiva y obligar a cubrir las bajas con el personal propio de los centros se eliminan prácticamente las horas de preparación de clases y para el seguimiento individualizado de los chavales».