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Ocho disciplinantes cumplen su penitencia en el Vía Crucis de los 'picaos'

Ocho disciplinantes cumplen su penitencia en el Vía Crucis de los 'picaos'

El municipio riojano de San Vicente de la Sonsierra mantiene este rito ancestral desde el siglo XVI

agencias

Viernes, 25 de marzo 2016, 21:03

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Ocho disciplinantes se han flagelado hoy en un acto de fe y penitencia en el Vía Crucis de Viernes Santo, del municipio riojano de San Vicente de la Sonsierra, que mantiene este rito ancestral de los "picaos", del que hay constancia histórica desde el siglo XVI, aunque se cree que es anterior.

Estos ocho "picaos" se han unido a los 13 que lo hicieron ayer, Jueves Santo, en la procesión por las calles de San Vicente, y a los cinco que se flagelaron anoche en el interior de la Iglesia, durante la Hora Santa.

La previsión es que esta tarde, en la procesión del Santo Entierro, lo hagan otros 8, aunque su número exacto no se conocerá hasta que empiece el acto, ha informado a Efe el portavoz de la Cofradía de la Vera Cruz de los Disciplinantes, José Ramón Eguiluz.

Los "picaos" han subido, descalzos, en procesión desde la ermita protorrománica de San Juan de la Cerca, hasta el monte Calvario, donde se ubican las cruces del Vía Crucis.

Desde allí, y ya en el regreso, han comenzado a autoflagelarse, después de arrodillarse y rezar una oración ante la imagen elegida de las cuatro que salen en esta procesión, que tiene un recorrido de unos tres kilómetros, y que ha estado muy concurrida, a pesar de que el tiempo amenazaba lluvia, ha explicado Eguiluz.

Tras la oración ante La Dolorosa o El Cirineo, el disciplinante, con la cara cubierta y vestido con túnica blanca y espalda al desnudo cuya capa ha retirado su acompañante, ha azotado su espalda con una madeja de algodón, de entre 750 y 850 gramos, durante unos 20 minutos, en los que se ha azotado unos 800 golpes.

Una vez que el lumbar se le ha enrojecido, el práctico de la Cofradía ha procedido a la descongestión con una "esponja" o bola de cera con seis cristales incrustados, con la que ha practicado 12 pinchazos, que son simbolizan los 12 apóstoles.

Al término del Vía Crucis, cada "picao" y su acompañante se han trasladado hasta la Casa de la Penitencia, donde el practicante les ha realizado un lavado higiénico y sanitario de los efectos de la punción y hematomas producidos.

Este lavado se hace con agua de romero hervida, que se tiene al sereno durante 24 horas, y cuya fórmula es secreta y se transmite de generación a generación.

Eguíluz ha recordado que la identidad de los "picaos" se conserva en el anonimato, así como el motivo por el que se someten a esta penitencia, aunque suele ser por cumplir una promesa o por conservar la tradición y evitar que se pierda, ya que San Vicente es el único pueblo de España en el este ritual de sangre se mantiene vivo.

Ser varón, mayor de edad y tener un justificante del párroco del pueblo de ser buen cristiano -en el caso de no ser cofrade- son los requisitos exigidos para ser penitente, ha detallado Eguiluz-

Tras el Vía Crucis, los "picaos" volverán a hacer su aparición en público en la procesión del Santo Entierro, aunque fuera de la Semana Santa hay otras dos ocasiones en las que hacen su aparición, que son la Cruz de Mayo -el 8 de mayo- y la Cruz de Septiembre, que será el 14 de ese mes.

La Cofradía de la Vera Cruz de San Vicente cuenta con unos 150 miembros, de los que 40 son mujeres, quienes también participan en las procesiones como "Marías", como lo han hecho hoy en el Vía Crucis, y, así, tres de ellas recorren las calles descalzas, con el rostro cubierto y ataviadas con el manto de la virgen de los Dolores, ha detallado.

Eguiluz ha resaltado también el fervor que existe entre los más jóvenes de San Vicente por incorporarse a la Cofradía y ha recordado que los estatutos de esta se constituyeron en 1551, aunque la práctica de esta disciplina es mucho anterior, ya que cuentan con documentos que acreditan que es un "acto inmemorial".

También ha indicado que, a pesar del elevado número de turistas que acuden a esta localidad a presenciar los "picaos", por ser un acto declarado de Interés Turístico Nacional en 2005 y en proceso de declaración como Bien de Interés Cultural de carácter Inmaterial, los sentimientos religiosos y fe se mantienen firmes, como se ha constado también en los actos celebrados en esta Semana Santa.

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