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Hugo Chávez, presidente de Venezuela fallecido hace dos años, no dudaba en agarrar el micrófono en cuanto la ocasión pintaba calva.
La voz de su líder

La voz de su líder

Anguita canta copla. Aunque no está en YouTube como Putin y su piano, los bailes etílicos de Yeltsin, el talento de Obama, el gracejo de Monedero, el sentimiento de Chávez, el ‘Soldadito marinero’ de López...

Isabel Ibáñez

Jueves, 9 de julio 2015, 00:51

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No hay constancia en YouTube, pero en la intimidad Julio Anguita canta copla: "Siempre pongo música en el coche, Radio Clásica, y me encanta la copla, desde la Piquer, a Juanita Reina, Lola Flores, Marifé de Triana, la Jurado, Pastora Imperio, Isabel Pantoja... Que también me gusta, independientemente de sus líos con Hacienda. Suelo tararear sí". Sería todo un espectáculo verle entonar María de la O, mucho morbo, tan austero y tan ateo diciendo eso de "Maldito parné, que por su culpita dejaste al gitano que fue tu querer. Castigo de Dios, castigo de Dios. Es la crucecita que lleva a cuesta María de la O". Otros sí han dejado rastro, algunos en grabaciones cuasi piratas de las que preferirían no saber, y otros con premeditación y alevosía. No hablamos de esos pedazo de músicos metidos a políticos, como el panameño Rubén Blades, el senegalés Youssou Ndour, el brasileño Gilberto Gil o el australiano Peter Garret (Midnight Oil), sino de políticos que en algún momento se arrancan por bulerías o lo que haga falta, casi siempre con algún tema relacionado con su ideología o su entorno vital.

Hablando de coplas, Juan Carlos Monedero se lanzaba en el acto de cierre de campaña de las últimas elecciones europeas, donde Podemos logró su primer éxito, con Puente de Los Franceses: "Madrid qué bien resiste, Madrid qué bien resiste, Madrid qué bien resiste, mamita mía, los bombardeos, los bombardeos. De las bombas se ríen, de las bombas se ríen, de las bombas se ríen, mamita mía, los madrileños, los madrileños". Se trata de una copla para elevar la moral republicana en nuestra Guerra Civil, prohibida en los años de Franco y resucitada con fuerza en la Transición. Y no lo hace mal Monedero, con mucho gracejo, aunque se le echaran encima por la ocurrencia sonora llamándole eso de guerracivilista, tan de moda en estos días.

Su colega de partido Pablo Iglesias se atrevió incluso a subir al escenario de la madrileña sala Galileo Galilei para acompañar a Javier Krahe con su tema Cuervo ingenuo, que el cantautor escribió en su día para Felipe González con toda la sorna del mundo: Tú decir que si te votan / tú sacarnos de la OTAN, / tú convencer mucha gente. / Tú ganar gran elección, / ahora tú mandar nación, /ahora tú ser presidente. / Hombre blanco hablar con lengua de serpiente / Cuervo Ingenuo no fumar / la pipa de la paz con tú, /¡por Manitú!. Le falta presencia escénica a Iglesias. ¡Ay, esos hombros caídos! ¡Ay, esas piernas separadas! Pero sale airoso, e incluso improvisa un malévolo guiño a Merkel.

Hugo Chávez, presidente de Venezuela fallecido hace dos años y al que Monedero e Iglesias conocían bien, no dudaba en agarrar el micrófono en cuanto lo tenía a tiro. El hombre lo hacía con sentimiento y ritmo; en este caso interpretando Lucerito de mi llano, tema compuesto por su paisano Augusto Bracca que se hizo popular en la voz de Eneas Perdon: Mira, que vengo muy triste / por los caminos del llano. / Lucerito, lucerito, / mira que voy a llorar. / Cómo no quieres que llore /cómo no voy a llorar / si el amor que yo quería / yo no lo pude encontrar...). Se lo dedicó a sus hijas en Aló presidente, aquel programa donde cada domingo entre 1999 y 2012 se dirigía a los venezolanos. Empezaba a eso las once de la mañana y era difícil concretar cuándo iba a acabar, pero solía ser a la hora del té, sobre las cinco de la tarde...

También tiene programa de televisión (desde 2007) su amigo Rafael Correa, presidente de Ecuador. El año pasado, en la casa de América Latina de París, se lanzó con Comandante Che Guevara con mucha pose e intención a la hora de poner la voz al tema de Víctor Jara: Aquí se queda la clara, / la entrañable transparencia / de tu querida presencia, / comandante Che Guevara.... Pero más curiosa es su actuación en Madrid de hace tres años, en una fiesta con los inmigrantes de su país, donde se puso apasionado con el tema El alma en los labios del músico compatriota Víctor Jaramillo, conocido, con permiso de nuestro Joselito, como El ruiseñor de América: Cuando de nuestro amor, la llama apasionada / dentro tu pecho amante, contemples extinguida / ya que solo por ti la vida me es amada / el día en que me faltes, me arrancaré la vida.... El clímax llega nada más empezar, cuando Correa manda callar al solista, así que tampoco hace falta chuparse los 16 minutos que dura el vídeo:

Al vasco Patxi López, gran aficionado a la música, se le ve muy metido en el papel con Soldadito marinero, de Fito y los Fitipaldis, y aquello de Después de un invierno malo, una mala primavera.... Fue en una acto de las Juventudes Socialistas en 2009, muy poco antes de convertirse en lehendakari, en una grabación bastante casera.

En EE UU, Obama lo dio todo hace solo unos días en un acto mucho más triste y emotivo, el funeral de Clementa Pinckney, el pastor de la iglesia Metodista Episcopal Africana Emanuel asesinado en Charleston. Entonó con sentimiento Amazing Grace, un himno religioso asociado a la lucha de la comunidad negra por sus derechos civiles en aquel país. Pero es mucho mejor verle en esta otra actuación, en 2012 en la Casa Blanca, soltándose con Sweet Home Chicago, acompañado de Mick Jagger, BB King... No hace falta decir lo bien que le sale, porque Obama siempre ha sido un gran entertainer.

Y de EE UU a Rusia, donde a Putin nada le queda grande. Lo mismo aparece, siempre con el torso desnudo, montando a caballo, que rastreando el bosque rifle en mano, que nadando con delfines... Que tocando el piano y cantando el tema yanqui Blueberry Hill ante decenas de espectadores, muchos de ellos famosos como Gérard Dépardieu, Sharon Stone, Monica Bellucci, Mickey Rourke... Fue durante un concierto con fines solidarios celebrado en 2010 en San Petersburgo. Eso sí, ya con el torso cubierto y sin demasiado feeling con el tema. Pese a los aplausos de los asistentes, una cosa bastante infumable, seamos sinceros.

Lo mejor para el final; Boris Yeltsin, que cuando se desmelenaba, se entregaba en serio. Ora cantaba (más o menos), ora un sorbito de vodka, ora bailaba, ora otro sorbito, luego pretendía dirigir una orquesta... Hay que admitir que tenía su carisma, aunque fuera un poco básico. Podríamos haber añadido aquí a Berlusconi, pero nunca ha tenido mucha gracia, así que mejor terminar con el oso de los Urales:

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