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230 Fifth, el bar en una azotea más grande de Nueva York.
Bares de vértigo

Bares de vértigo

Tomar una copa en una terraza está bien; tomarla en lo alto de un azotea con la ciudad a los pies está mejor. Si deseas pasar la tarde con el plus de una panorámica de altura, atento a estos diez locales repartidos a lo largo, ancho -y alto- del mundo

Eider Burgos

Sábado, 6 de junio 2015, 16:02

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Los bares, además de servir para el ocio o el descanso, también pueden hacer las veces de auténticos miradores. Emplazados en azoteas, en los más alto de algún rascacielos, ofrecen estampas de vértigo de la ciudad que discurre al nivel del suelo. Porque una copa en una terraza sienta muy bien, pero sienta mejor si además de quitarte la sed y el hambre, te roban también aliento. Si te gustan las alturas y las panorámicas sin igual, apunta estos diez locales repartidos a los largo, ancho y alto del mundo.

230 FIFTH, NUEVA YORK

Es el bar situado en una azotea más grande de todo Nueva York. Con vistas al Empire State Building por su cara norte, el paisaje es difícilmente superable. Abre todos los días hasta las cuatro de la madrugada, y durante el fin de semana ofrece de 10:00 a 16:00 horas un completo 'brunch' por 29 dólares, 15 dólares para los niños (26 euros, 13 para los peques). Cuenta con climatización durante la noche y, si se prefiere, con un elegante restaurante cubierto. También es aquí donde se vende el perrito caliente más caro del mundo: 2.300 dólares por un 'hot dog' elaborado con carne de wagyu, cebolla Vidalia (nativas del estado de Georgia) caramelizada en Dom Perignon, chucrut guisado en champán Cristal y caviar.

THE ROOF, MADRID

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Es uno de los sitios más exclusivos de la capital y uno de los mejores enclaves para disfrutar de unas buenas vistas. Sus balconadas de mármol dan a la Plaza Santa Ana, en el Barrio de las Letras, plagada de cafeterías y suculentas tapas. Lo mejor es llegar al atardecer y alargar la estancia hasta la noche, cuando el blanco impoluto del edicio se tiñe de una luz de color morado intenso. Es frecuente encontrar algunas celebrities de la capital disfrutando de una copa en el Bar VIP, o recostados en uno de sus sofás de cuero sobre entarimado de madera. La entrada cuesta 15 euros por persona e incluye una consumición.

SKY BAR, BARCELONA

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Nada mejor para deleitarse con el horizonte barcelonés que tomándose una copa desde la piscina de una azotea. Esto mismo ofrece el Sky Bar del Grand Hotel Central de la Ciudad Condal que, por cuestiones climáticas, solo abre entre los meses de abril y octubre, desde las 20:00 hasta la 1:30 horas. Durante el día, es zona exclusiva para clientes. Desde una de sus tumbonas se aprecia el barrio del Born, la basílica de Santa María del Mar, las Torres Mapfre e incluso la playa. Para saciar la sed habrá que rascarse el bolsillo: las cervezas cuestan desde 5 euros, las copas desde 12.

SEARCYS, LONDRES

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El Pepinillo es el cariñoso alias con el que se conoce The Gherkin, ese edificio en forma de bala diseñado por Norman Foster -autor de los 'fosteritos' bilbaínos- que corona la zona financiera de Londres, la City. Los tres últimos pisos los ocupa el bar restaurante Searcys, un club privado que se abre al público general en fechas concretas. Si quiere reservar uno de estos días exclusivos, puede hacerlo a través de la web Open Table. Las vistas de 360 grados a través de su cúpula acristalada compensan los 62 euros a apoquinar por el menú de tres platos.

LE NID, NANTES

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En la planta 32 de la Torre Bretaña descansa un monumental cigueña que, tumbada a los largo de todo el perímetro, permite que los visitantes se recuesten en su acolchado cuello y ofrece sus sus huevos como asiento. Es el nido, Le Nid, un divertido bar en la localidad francesa de Nantes de la que ofrece una panorámica por sus cuatro fachadas. El artista francés y diseñador gráfico Jean Jullien, afincado en Londres, fue el encargado de organizar el espacio y dar vida a las paredes del local por la gracia de su pluma. En los balcones exteriores dejó su impronta a modo de guía: la situación de cada enclave queda marcado por la situación de su nombre en la pared. El ascenso hasta el bar cuesta un euro.

RED SKY, BANGKOK

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En lo más alto de los 55 pisos del hotel Centara Grand se levanta el gran arco que tiñe el Red Sky y que le da nombre. Este vertiginoso local funciona como bar y restaurante desde primera hora de la tarde hasta la una de la madrugada, 'hapy hour' incluida de 16:00 a 18: horas). Tal y como se especifica desde su página web, se exige una etiqueta 'smart casual' pero, eso sí, prohíbe camisetas, chancletas y pantalones cortos. Además de un amplísima carta de vinos, también cuenta con un menú de lo más exótico. Ideal tomarse una copa con vistas 360 grados de la capital tailandesa.

AER, BOMBAY

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En este bar de la planta 34 del hotel Four Seasons de Bombay los huéspedes contarán con ventaja. Para ellos la entrada es gratuita todos los días de la semana, no así para los ajenos que deberán pagar una entrada de 37 euros viernes y sábado. A cambio, una de las mejores vistas de la capital india, justo a la bahía que, según algunos teóricos, le dio nombre a la ciudad. El local abre todos los días desde las 17:30 horas hasta medianoche; desde la apertura hasta las seis de la tarde, 'happy hour' en champán y cócteles. La edad mínima para acceder al recinto es de 21 años y, para los hombres, no ser permiten camisetas sin mangas. Que la época del monzón no le detengan: durante esta época, la terraza queda cubierta con un toldo y protegida del viento por una pantalla.

BLUE BAR, SÍDNEY

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Los ventanales del Blue Bar del Hotel Shangri-La ofrecen una de las estampas más bonitas de toda Sídney. Gracias a su posición privilegiada en la planta 36, bastante más alta que los edificios colindantes, se puede avistar la prestigiosa Casa de la Ópera, el Puente de la bahía de Sídney y, al fondo, Puerto Darling, zona peatonal de ocio con multitud de eventos durante todo el año. Así, lo mejor será acudir durante la noche, cuando la ciudad se ilumina, romántico instante que se podrá acompañar con una interminable lista de champanes, vinos, licores y cócteles. Tal elegancia le ha valido ser reconocido como el mejor bar de hotel del año 2014 los Hotel Guide Awards de la revista australiana 'Gourmet Traveller'.

MONKEY BAR, BERLÍN

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El Monkey Bar es el lugar ideal para pasar una tarde tomando una copa al son de música en directo a cargo de un cantautor o de un dj. La fachada del local está formada por una sucesión ininterrumpida de ventanales por lo que, allá donde se mire se podrá disfrutar de unas vistas de altura de la capital alemana. También existe una terraza, muy agradable cuando el tiempo es amable. Desde las doce de la mañana hasta la una de la madrugada (una hora más los fines de semana) se puede disfrutar aquí de una copa y platos informales. Para acceder al lugar, un ascensor asciende directo a la azotea del hotel.

SKY BAR, BUENOS AIRES

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La música chillout, bossanova, jazz, soul y, cómo no, los boleros amenizan las tardes en el Sky Bar del hotel Pulitzer en la capital argentina. Sus animados 'afterworks' con actuaciones en directo y el ambiente cosmopolita reinante duranta la noche le han hecho destacar como uno de los 10 mejores bares de Buenos Aires según el diario británico 'The Guardian'. Cuenta con una decoración blanca y fresca de madera que recuerda a la de los chiringuitos más 'cool' de la costa. El local abre con el buen tiempo en octubre -desde las 17:00 hasta la medianoche de domingo a miércoles y dos horas más el resto de los días- y cierra cuando llegada del otoño en abril.

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