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El Papa sostiene una camiseta con la leyenda ‘El agua vale + que el oro’.
El Papa nos pone verdes

El Papa nos pone verdes

Francisco ultima una encíclica sobre ecología y promueve un nuevo 'ministerio' para velar por el medio ambiente

Pedro Ontoso

Miércoles, 25 de febrero 2015, 00:55

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"Dios siempre perdona, los hombres perdonan a veces, la tierra no perdona nunca". Esta frase, que el Papa escuchó hace años a un anciano campesino, forma parte de los mensajes habituales de Francisco, sobre todo cuando se refiere a la Creación y a la pobreza. La volvió a repetir hace una semana a los representantes de la Expo 2015, reunidos en Milán, a los que exhortó a "custodiar a la hermana tierra, a la madre tierra para que no responda con la destrucción". El Pontífice ultima una encíclica para lanzar un potente mensaje en favor de la naturaleza y entre las propuesta de la comisión del C-9, que se encarga de la reforma de la Curia, figura una para crear un 'ministerio' para promover la defensa del medio ambiente. Francisco también es un Papa ecologista.

Y muy militante en ese compromiso. Desde el inicio de su pontificado no hace más que marcar el camino en esa dirección. En su primera misa tras resultar elegido en el cónclave, el Papa ya defendió la necesidad de "custodiar la naturaleza" para lo que puso como ejemplo a Francisco de Asís "un modelo de vida austero y respetuoso con la Creación". En diciembre de 2013, en un encuentro con el senador argentino Pino Solanas, referente del movimiento político 'Proyecto Sur', el Pontífice le trasladó su preocupación por las agresiones al medio ambiente. "Está muy interesado por el tema del agua y me dijo que no sería de extrañar que la próxima guerra sea por el agua. Recordó el desastre al que está siendo sometida África. Lo vi muy preocupado por la máquina del lucro y del dinero, porque detrás del lucro se arrasa todo", contó el político a Vatican Insider.

Solanas considera que el Papa puede ser un buen aliado a la hora de sensibilizar sobre los peligros de no respetar el medio ambiente. "Me adelantó que va a hacer una contribución importante", reveló tras una entrevista en la que compartieron la preocupación por la impunidad con la que se daña a la naturaleza. Siete meses después, ante unos 100.000 peregrinos llegados de todo el mundo, Francisco recuperó el discurso ecologista: "La naturaleza no es una propiedad de la que podamos abusar a nuestro antojo, ni mucho menos es la propiedad de unos pocos, sino un don de todos que debemos custodiar. Si destruimos la Creación, la Creación nos destruirá a nosotros. ¡Nunca lo olvidéis!", clamó en la plaza de San Pedro.

Hace poco más de una semana, en un vídeo enviado al medio millar de representantes de la Expo de 2015 reunidos en Milán, el pontífice volvió a insistir sobre la misma idea. "Se nos ha confiado la tierra para que sea una madre para nosotros, capaz de dar a cada uno lo necesario para vivir. La tierra no es una herencia que hemos recibido de nuestros padres, sino un préstamo que nos hacen nuestros hijos para que la conservemos, la hagamos prosperar y se la devolvamos", advirtió.

Teólogos de confianza

El cardenal ganés Peter Turkson, responsable del Pontificio Consejo Justicia y Paz, y su 'número dos', el obispo italiano Mario Toso, son los delegados del Papa para construir el documento, cuyos borradores están siendo sometidos al escrutinio de otros expertos para acertar en su contenido, tanto en su aspecto doctrinal como en el redaccional. Pero son dos hombres de la confianza del Papa, y muy amigos, quienes están muy encima del texto. Se trata del arzobispo argentino Víctor Manuel 'Tucho' Fernández y el sacerdote de la misma nacionalidad Carlos María Galli, ambos teólogos.

El primero, rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina, ya fue consultado en 2007 para la elaboración del documento de Aparecida, un texto profético 'cepillado' en Roma, lo que ahora no ocurrirá porque el Pontífice tiene la última palabra. Experto biblista Francisco le nombró miembro de la Comisión Teológica Internacional acaba de publicar el libro 'La Iglesia del Papa Francisco (Editorial San Pablo) en el que analiza la exhortación 'Evangelii gaudium' con el vaticanista Paolo Rodari. Galli, profesor en la UCA de Buenos Aires, ha publicado el libro 'Dios vive en la ciudad' (Herder) y también asesoró al Papa en la cumbre del episcopado latinoamericano en Aparecida.

La protección de la naturaleza está íntimamente relacionada con los recursos naturales y su expolio. El Papa ya lo abordó en su discurso ante la FAO en Roma. "El interés por la producción, la disponibilidad de alimentos y el acceso a ellos, el cambio climático, el comercio agrícola, deben ciertamente inspirar las reglas y las medidas técnicas, pero la primera preocupación debe ser la persona misma, aquellos que carecen del alimento diario y han dejado de pensar en la vida, en las relaciones familiares y sociales, y luchan sólo por la supervivencia", alentó ante la Conferencia sobre la Nutrición.

El Papa vuelve a sintonizar con las organizaciones que se movilizan contra el saqueo de los recursos naturales y la codicia del comercio internacional. Los despropósitos del 'agronegocio globalizado' lo denuncia en un libro de reciente aparición 'El negocio de la comida' (Icaria) Esther Vivas, que se considera de izquierda capitalista. Vivas dice cosas como que "producimos alimentos que podrían alimentar a 12.000 millones de personas y somos 7.200 millones. Pero sigue habiendo hambrunas porque al agronegocio no le preocupa el hambre". O como esto: "El 40% del grano mundial acaba en establos de engorde de ganado, otra parte en biocombustible y un tercio de la comida se malogra".

No solo son los 'verdes'

La investigadora catalana no tiene creencias religiosas pero está en contra de la explotación laboral y el daño ecológico, que son valores universales. Cuando el Papa denuncia que este capitalismo mata y aboga por luchar contra la desigualdad, lo hace en nombre del Evangelio. Lo mismo que cuando llama a proteger el planeta como una tarea de los cristianos, "no solo de los verdes". "El ser humano es señor de la naturaleza, no dueño. Somos señores de la Creación, no amos. La primera respuesta al trabajo de Dios es trabajar para custodiar la Creación. Cuando oímos que la gente se reúne para pensar cómo custodiar la Creación, podemos decir: 'Ah, no, son los verdes'. ¡No, no son los verdes! ¡Esto es cristiano! Es nuestra respuesta a la 'primera creación' de Dios. Es nuestra responsabilidad", clamó el Papa hace tres semanas en su homilía matinal de Santa Marta.

2005, "el año que la ecología se convirtió (oficialmente) en asunto católico", leo en un blog de los jesuitas. En la Compañía de Jesús, uno de los 'ministros' del general en la curia central es un jesuita de Bilbao, Patxi de los Mozos, responsable del Secretariado para la Justicia Social y la Ecología. Muchos misioneros vascos se han batido el cobre en defensa de los derechos de los indígenas y contra el saqueo de sus riquezas naturales por parte de colonos y multinacionales. Algunos lo han pagado con su vida. La labor de Helder Cámara en Recife o de Pere Casaldáliga en el Matto Grosso son también dos ejemplos de ese compromiso. Entonces les acusaban de comunistas o de activistas políticos de la Teología de la Liberación. Está claro que iban por delante.

Pero la iniciativa del Papa no sólo será una doctrina que se incorporará de inmediato al magisterio de la Iglesia, Francisco también es un hombre de acción. El C-9, la comisión encargada la reforma de la Curia vaticana, prepara una Constitución con la idea de englobar algunos de los Consejos Pontificios que existen en la actualidad en el Gobierno de la Iglesia en sólo dos: 'Laicos, Familia y Vida' y 'Caridad, Justicia y Paz'. La propuesta incluye también integrar un área dedicada "al medio ambiente y a la salvaguarda de lo creado", aunque la reforma será lenta porque los movimientos son complejos.

La encíclica, en cualquier caso, está ya muy avanzada según fuentes vaticanas. El 13 de junio es el Día Mundial del Medio Ambiente y para entonces podría estar presentada, quizás en primavera, toda una metáfora de lo que representa el nuevo pontificado. Mientras tanto, el Papa sigue percutiendo sobre el mismo mensaje: "Estamos destruyendo la Creaión. Matamos la naturaleza sin darnos cuenta de que nos estamos quedando con un desierto, no con un jardín".

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