«Las presiones políticas no van a funcionar en el tema de los presos, que deben buscar soluciones individuales», advierte De Andrés

Consumado ya el pasado sábado el desarme de ETA y a la espera del anuncio de la disolución de la banda, desde la izquierda abertzale se ha puesto ya sobre la mesa la necesidad de abordar la situación de los presos e iniciar un proceso de acercamiento a cárceles vascas -el EPPK reclama este martes la mediación de los gobiernos vasco y navarro para su reagrupación en la prisión alavesa de Zaballa-.

Estos movimientos, según ha analizado el delegado del Gobierno en Euskadi, son una estrategia para «meter en la agenda de España el tema de los presos». «Y lo están consiguiendo», ha lamentado Javier de Andrés. A su entender, hablar de «colectivo de presos» no es una «pretensión inocente» por parte de la banda y de la izquierda abertzale, ya que pretenden darle un «cariz político» al conjunto de los reclusos etarras. «Y su futuro no depende de la influencia política que se haga sobre el Gobierno. Las presiones no van a funcionar y así les están haciendo un flaco favor a los presos», ha advertido.

A su entender, el mero hecho de hablar de colectivo es un «error». «Si erradicamos esa idea, será un paso importante para avanzar», ha señalado De Andrés. Es necesario «hablar de decisiones individualizadas», de las «circunstancias de cada persona», en vez de acciones generalizadas. «Los presos deben abandonar la jerarquía de la banda y buscar soluciones individuales», ha insistido.

De Andrés ha recordado que la política penitenciaria está pensada para «personas, no colectivos», y establece «oportunidades y garantías» para cada recluso que, eso sí, cumpla con los requisitos que marca la ley para «obtener beneficios penitenciarios» que desemboquen en la «reinserción».

100 días en el cargo

El delegado del Gobierno ha realizado estas declaraciones durante una comparecencia pública para hacer balance de sus primeros cien días en el cargo. Ha destacado el «trabajo» que desde la institución que él lidera y el Gobierno vasco han realizado en los últimos meses para «superar escollos» del pasado, y que se traduce en una «fase de mayor colaboración de la que nos tenemos que felicitar». En ese punto, ha recordado que en estos momentos la Delegación del Gobierno no mantiene ningún recurso en los tribunales a actos del Ejecutivo autónomo tras «buscar soluciones extrajudiciales» a cuestiones como la plantilla de la Ertzaintza, la Ley Municipal Vasca o el Decreto sobre el Régimen de Contratación del Sector Público. «Se ha intentado buscar puntos en común en la interpretación de la jurisprudencia para facilitar un clima en el que resolver los problemas siempre dentro de la ley», ha explicado. Sí ha puntualizado, no obstante, que el Gabinete Urkullu tiene 16 causas abiertas contra decisiones del Gobierno central.

En el balance de estos cien días, De Andrés también ha querido destacar los acuerdos alcanzados para desbloquear los «grandes proyectos de inversión», como el TAV o la construcción de la Variante Sur ferroviaria del Puerto de Bilbao. Asimismo, ha destacado que su «prioridad» desde que está en el cargo ha sido «aportar seguridad y apoyo» a las víctimas del terrorismo y la satisfacción que le ha supuesto poder avisar durante estos meses a diferentes personas que hasta ahora llevaban escolta en Euskadi «de que ya no les hacía falta esa seguridad adicional». «El modelo que España ha seguido en la lucha antitorrista es una referencia democrático indudable en todo el mundo. El Estado de Derecho no han transigido, no ha caído en el chantaje y no ha convertido a los terroristas ni en agentes ni en actores políticos», ha valorado.

Como curiosidad, el delegado ha desvelado que desde que está en el cargo ha participado en más de 200 actos de toda índole, concedido más de 30 entrevistas y ruedas de prensa y recorrido más de 10.000 kilómetros (175 kilómetros diarios).