El Presupuesto vasco sigue adelante al unir sus fuerzas PNV, PSE y PP

El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, ha defendido el Presupuesto -11.059 millones, un 1,2% más que en 2016- asegurando que «refirma el compromiso por preservar el modelo de protección social» y el impulso del empleo, los dos ejes «fundamentales» de las Cuentas. Y ante las críticas ha asegurado que el Gabinete Urkullu ha estado «abierto al diálogo sin prejuicios» con todas las fuerzas, aunque ha reconocido el pacto con el PP era el más sencillo porque con el resto de la oposición existen «diferencias en la forma y el fondo de la política económica».

La respuesta del parlamentario de EH Bildu Iker Casanova ha sido tildar el anteproyecto de Presupuestos como «mediocre, continuista y gris» y criticar que el Gobierno vasco «se pone el listón de los objetivos bajo». «Se requería una profunda reordenación del gasto», ha exigido. También Lander Martínez (Elkarrekin Podemos) ha cargado contra las Cuentas de «un gobierno sin proyecto que no atiende a las necesidades y preocupaciones de la gente». Ambas formaciones han coincidido además en señalar que era «imposible» llegar a un pacto presupuestario en el plazo marcado por Azpiazu, algo que han achacado, nuevamente, a que «el acuerdo con el PP se estaba cocinando lejos de aquí».