Urkullu es investido hoy lehendakari tras el «acuerdo de país» PNV-PSE

Urkullu, que tiene garantizada la reelección tras su holgada victoria en las autonómicas del pasado 25 de septiembre y su posterior alianza con el PSE, necesitaba sumar la mayoría absoluta -38 escaños de los 75 que componen el Parlamento- para ser elegido en la primera ronda. Como estaba previsto, no lo ha conseguido. Este jueves le bastará con ser el aspirante con mayor respaldo, algo que le aseguran su alianza con los socialistas vascos y la soledad de la candidata de la izquierda abertzale, que no ha logrado sumar apoyos más allá de los de sus compañeros de filas. Pese a ser consciente de que su intento estaba condenado al fracaso de antemano, EH Bildu ha disputado la Lehendakaritza al PNV en un evidente intento de remarcar los diferentes proyectos de ambas formaciones y para reforzar su condición de primera fuerza de la oposición. La nítida apuesta por la independencia de la coalición soberanista ha contrastado con las reiteradas apelaciones de Urkullu a la pluralidad de la sociedad vasca y su defensa de un mayor nivel de autogobierno dentro de los cauces que establece la legislación vigente.

En su intervención, el todavía lehendakari en funciones, que jurará el cargo el sábado en la Casa de Juntas de Gernika, ha presentado su alianza con los socialistas no solo como un acuerdo de gobierno, sino como un «acuerdo de país».

«Una solución pactada»

«Propongo una mirada de largo alcance. Un punto de encuentro respetuoso con la pluralidad de sentimientos de pertenencia nacional de nuestra sociedad. Ninguna solución es mejor que una solución pactada», ha subrayado Urkullu en una comparecencia en la que ha vuelto a reivindicar un nuevo estatus político para Euskadi. «Respeto al principio de legalidad y al principio democrático. Capacidad de decidir y obligación de pactar», ha remarcado el candidato a la reelección, quien también se ha mostrado convencido de que en esta legislatura se pueden lograr dos acuerdos «estratégicos e históricos para el futuro de Euskadi»: uno sobre el autogobierno y otro sobre terrorismo. Para este último, «quedan pasos pendientes: el más importante, el de la disolución de ETA», ha remarcado.

Aun así, Urkullu también ha puesto sobre la mesa alguna de las cuestiones que han quedado fuera del pacto con el PSE para evitar que las discrepancias impidiesen el acuerdo. Una de ellas, el concepto de nación. «Reafirmo mi convencimiento personal y político. Euskadi es una nación que debe ser reconocida y necesita mecanismos de bilateralidad efectiva que garanticen el cumplimiento de lo pactado con el Estado», ha reclamado.

EH pide una consulta en dos años

La candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte, ha hecho hincapié en que la nueva composición del Parlamento vasco se traduce en una amplia mayoría del derecho a decidir -una demanda que, con matices, respaldan el PNV, la izquierda abertzale y Elkarrekin Podemos-, y ha defendido una consulta soberanista en el plazo de dos años.

«Siempre hemos estado mirando de reojo a España. Creemos que ha llegado el momento de decir basta», ha subrayado al abogar por un proceso de ruptura similar al lanzado por Cataluña, sin tener en cuenta los límites fijados por la legislación vigente. Iriarte ha pedido el «reconocimiento de todas las víctimas» y cargado contra los gobiernos de España y Francia, a los que ha acusado de no moverse y de «obstaculizar» la convivencia cuando ya se han cumplido cinco años del cese de la violencia anunciado por ETA. También ha reclamado la salida de Euskadi de la Guardia Civil, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas españolas.

«Matrimonio de conveniencia»

Pili Zabala, de Elkarrekin Podemos, se ha estrenado el la tribuna de oradores con una contundente crítica al acuerdo de Gobierno PNV-PSE, que ha calificado como matrimonio de conveniencia. La representante de la formación morada, que intenta disputar a EH Bildu el protagonismo de la oposición, ha arremetido con especial virulencia contra los socialistas, a los que ha acusado de rendición incondicional a cambio de unos asientos en el Ejecutivo y a los que ha emplazado a formar una mayoría progresista para dar prioridad a la agenda social de Euskadi.

Alfonso Alonso, del PP, ha advertido que, tras la alianza con el PSE, el PNV «se siente ahora con las manos libres para poner a rodar el nuevo estatus». «Ese es el compromiso central de su Gobierno y también la principal amenaza que afronta la sociedad vasca», ha señalado el líder de los populares de Euskadi, quien ha abogado por la estabilidad y la moderación.

La socialista Idoia Mendia ha defendido el acuerdo entre su partido y el PNV, y se ha comprometido a «trenzar confianzas con los que piensan diferente para construir un país juntos». En su intervención ha dejado claro que la introducción de cambios profundos en el autogobierno vasco «no es una de las urgencias» del PSE. «La experiencia de estos 37 años con el Estatuto de Gernika ha sido todo un éxito, un motor fundamental para el progreso de Euskadi»