La Ertzaintza detiene a cuatro de los disidentes de Sortu por negarse a acudir a un juicio en Madrid
La izquierda abertzale oficial se solidariza ahora con sus escindidos mientras que los portavoces de los arrestados cargan contra el PNV, el delegado del Gobierno y su antiguos compañeros, a los que acusa de querer convertir Euskadi «en un hinchada de fútbol»
óscar b. de otálora
Miércoles, 8 de junio 2016, 19:01
La Ertzaintza ha detenido este miércoles a cuatro miembros del denominado Movimiento por la Amnistía y contra la Represión, también conocidos como ATA y cabeza visible de los sectores escindidos de la izquierda abertzale, por negarse a comparecer en la Audiencia Nacional, donde habían sido citados. Precisamente, han sido los Juzgados Centrales los que han ordenado el arresto de estas cuatro personas, -entre las que se encuentra Sendoa Jurado, portavoz de los disidentes- para que respondan por una manifestación que organizaron en agosto de 2015 en la Audiencia Nacional para reclamar la amnistía de los presos de la banda y en la que comenzaron a mostrar sus diferencias con Sortu. Estas tensiones que finalizaron en una escisión irreversible, con duras acusaciones de los críticos a sus hasta ahora compañeros de viaje. No obstante, tras conocerse los arrestos Sortu reclamó la libertad para los arrestados aunque sus adversarios volvieron a arremeter contra el partido liderado por Arnaldo Otegi.
Los detenidos son, además del citado Sendoa Jurado -un antiguo condenado por 'kale borroka' que ha puesto cara a las distintas movilizaciones organizadas por los escindidos-, Isabel Delgado, Ziortza Fernández y Zaloa Respaldiza. Según fuentes de la Ertzaintza, los arrestos se han llevado a cabo en Bilbao, Balmaseda y Erandio y está previsto que sean trasladados a Madrid, donde el juez les ha vuelto a citar mañana. Los miembros de ATA habían sido convocados el pasado 29 de marzo por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu en una causa por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo a raíz de la marcha que organizaron el año pasado. Los denunciantes fueron el delegado del Gobierno, Carlos Urquijo, y la Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo (APAVT). Al recibir esa citación, los disidentes ya protagonizaron una rueda de prensa junto al teatro Arriaga de Bilbao en la que anunciaron que se negaría a obedecer la disposición judicial -de los seis procesados sólo acudirían dos «por motivos de salud»- y acusaron a la Audiencia Nacional de ser «un tribunal fascista». «No le reconocemos ninguna legitimidad para juzgarnos ni a nosotros ni la lucha por la libertad de Euskal Herria», aseguraron, antes incluso de cargar contra la Ertzaintza, que acudió a identificar a los promotores del acto,por «intentar cercenar su libertad de expresión».
Apoyo de Sortu
La postura de ATA, en este sentido, se sitúa en las antípodas de la que está manteniendo Sortu. Mientras que la izquierda abertzale oficial busca pactos con la Fiscalía en las que acepta su vinculación con ETA a cambio de reducciones de pena que implican no entrar en prisión, los disidentes han optado por el enfrentamiento. Precisamente, este cambio de postura de la izquierda abertzale en el que se aceptan acuerdos en los tribunales es uno de los aspectos que los escindidos han criticado. ATA, en este sentido, reprocha a Sortu el haber renunciado a exigencias como las amnistía de los presos etarras, y les acusa de haber traicionado los principios de la izquierda abertzale.
Pese a la tensión entre ambos sectores Sortu hizo público ayer un comunicado en el que respalda a sus antiguos militantes, a los que incluso tiende la mano. «Mientras Euskal Herria está dando pasos sin parar en favor de la solución», el Estado español ha respondido, «de nuevo, con persecución política y judicial». La formación de la izquierda abertzale oficial ha agregado que los vascos tienen una «oportunidad incomparable» de «unir fuerzas, responder a la negación y seguir trabajando en pasos hacia la independencia y el socialismo».
«Hinchada de fútbol»
ATA, por su parte, en su reacción a los arrestos, ha recuperado el antiguo lenguaje de la izquierda abertzale y denunciado las detenciones como una acción de «la policía política del PNV», en referencia a la Ertzaintza, como consecuencia de «las denuncias interpuestas por el fascista Carlos Urquijo y la organización ultraderechista APAVT». «No es la primera vez que el PNV hace algo así y tampoco será la última», ha lamentado. Los disidentes agregan que su movimiento «no ha nacido para defenderse, sino con la intención de impulsar una salida digna y global» que sirva «para traer a casa a todos los represaliados y que garantice que en el futuro no se generarán más».
En una referencia a la decisión de la izquierda abertzale de solicitar a los presos de la banda que pidan beneficios penitenciarios individuales una vez descartada una salida de prisión conjunta fruto de una negociación política, los miembros de ATA escriben: «Todo lo que no sea defender la amnistía será dejar todo el peso de su libertad sobre las espaldas de los represaliados, e impulsar las salidas individuales acarreará convertir al pueblo en un público equivalente a la hinchada de un equipo de fútbol».