A ETA le quedan 225 pistolas

Como el propio informe indica, la incautación de armas en poder de ETA es en estos momentos una de las claves sobre los movimientos de la banda, no sólo por su parte operativa, sino también porque sus arsenales y el destino que les dé a ellos se han convertido «en un elemento de presión de cara a los gobiernos de Madrid y París» y en un «instrumento propagandístico al pretender movilizar un importante número de personajes y organismos del ámbito internacional para escenificar un supuesto desarme», según explica el documento. La organación terrorista -añade el texto- o, ha intentado utilizar una presunta entrega de armas como parte de su mensaje político, aunque hasta ahora esos intentos se han saldado en sonados fiascos. En febrero de 2014, la grabación de un vídeo de un supuesto sellado de armas ante la denominada Comisión de Verificación Internacional que posteriormente emitió la BBC recibió las críticas unánimes y fue descalificado como un gesto ridículo.

Traslado de escondites

En este sentido, el estudio del Centro Memorial desvela que ETA, lejos de desanimarse, había previsto repetir este tipo de puestas en escena pero que una de las operaciones llevadas a cabo en 2015 impidió que la banda terrorista repitiera el montaje. Según el informe, la denominada 'operación Brique' llevada a cabo en junio del año pasado permitió acceder a un caserío de Biarritz en el que la banda guardaba un arsenal que pretendía utilizar para un nuevo vídeo. En esa ocasión, los terroristas pretendían que la difusión de su grabación coincidiera con la 'Conferencia Humanitaria para la paz en el País Vasco', que tuvo lugar el 11 de junio en los locales de la Asamblea Nacional francesa.

Según los datos recopilados por el Memorial, ETA ya era consciente de que el desarme se iba a convertir en un eje de su discurso tras la declaración del fin de la violencia de 2011. Un año después de su declaración «llevó a cabo una reubicación de sus zulos, un cambio de escondites, tratando de aumentar la seguridad...(La operación) se mostró eficaz, ya que hasta 2015 no se había encontrado ninguna de ellos».

28.000 placas de matrícula

Además de las pistolas, la banda contaría con 50.000 proyectiles, 500 kilos de polvo de aluminio para fabricar explosivos, 28.000 placas de matrículas para automóviles y diverso material para fabricar bombas. Estos datos, según recuerda el informe, fueron difundidos el año pasado por el comandante de la Policía francesa Laurent Hury al prestar testimonio en un juicio celebrado en la capital gala en junio de 2015. Aunque la cifra sobre las pistolas y revólveres en poder de ETA se considera objetiva por la mera comparación entre las armas robadas en Vauvert y las incautadas por las fuerzas de seguridad, con respecto a otro tipo de armamento no existen ese tipo de certezas ya que la banda ha acudido en numerosas ocasiones al mercado negro para abastecerse y no existen inventarios definitivos sobre ese tipo de material.