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El portavoz del PNV, Aitor Esteban, durante el debate de investidura.
El PNV dice 'no' a Sánchez, pero mantiene la «mano tendida»

El PNV dice 'no' a Sánchez, pero mantiene la «mano tendida»

«La relación personal es excelente; la agenda vasca, cero», argumenta el portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, para justificar la postura de su grupo

olatz barriuso

Miércoles, 2 de marzo 2016, 16:25

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Mano tendida, guante blanco, tono conciliador, consejos para afrontar una negociación y hasta refranes..., pero un 'no' de salida al candidato Pedro Sánchez. El inveterado pragmatismo del PNV ha quedado patente esta tarde de nuevo en su intervención en el debate de investidura. 'No', pero solo de momento. Podría ser 'sí', pero solo si el PSOE se compromete en serio con la «agenda vasca» y accede además a rehacer las «bases» sobre las que construir el acuerdo, sin atarse tanto a Ciudadanos. «Señor candidato, quedamos a la espera», ha finalizado Aitor Esteban su primera intervención.

No es un adiós, es un hasta pronto y el PNV, ha insistido el portavoz, continúa con la «mano tendida». Eso sí, siempre que el PSOE acceda a empezar de nuevo, sin el lastre de un acuerdo demasiado cerrado y prolijo con Albert Rivera. «Es complicado que podamos utilizar todos los mimbres de este cesto. Hagamos un nuevo cesto, y podrá contar con la lealtad plena del PNV», ha insistido Esteban, a quien el presidente del Congreso, Patxi López, ha dado paso y agradecido sus intervenciones en euskera, en un claro guiño no se sabe si al reconocimiento de la «plurinacionalidad» que demandan los peneuvistas, pero sí al menos al plurilingüismo.

Ha quedado claro, en todo caso, que el giro de la posición jeltzale, que esta tarde votará no al aspirante socialista, no será sencillo. En Sabin Etxea necesitan hechos y compromisos claros, dicen, más allá de las promesas vagas que, a su juicio, contenía el documento de respuesta a sus peticiones que Ferraz les remitió el jueves por la noche. El anunciado fracaso de este primer intento de Sánchez, el progresivo descuelgue de las fuerzas de izquierda y la pompa con la que escenificó su pacto con Ciudadanos terminaron de alejar a un PNV que no puede descuidar el flanco nacionalista con la vista puesta en las próximas elecciones autonómicas vascas, pero tampoco renuncia a sacar chispas a sus seis escaños en el Congreso de los Diputados en los dos meses que empiezan a contar a partir de hoy, «un nuevo tiempo» para seguir acordando y construyendo, según Esteban, pero, recalcó, con otro «cemento» distinto.

El diputado peneuvista, que ha arrancado con un recuerdo al cuadragésimo aniversario del asesinato de tres trabajadores en Vitoria el 3 de marzo de 1976, ha preguntado en reiteradas ocasiones al candidato del PSOE qué piensa hacer para dar solución al «problema nacional» que, a su juicio, existe en Euskadi y Cataluña. «Lo que fractura España es hacer oídos sordos a que ese problema existe porque cada día se enquistará más», ha advertido. «¿Qué tiene que decir el PSOE? ¿Somos los vascos una nación, sí o no?», ha insistido Esteban, tras lamentar que el acuerdo PSOE-Ciudadanos «solo hable de impedir y no de solucionar», en referencia a su rechazo tajante a la convocatoria de referendos de autodeterminación, sin sugerir siquiera «una salida» al reto catalán.

«Siempre hemos cumplido con la ley»

Eso sí, el portavoz del PNV no ha querido dejar de insistir en el carácter pactista y razonable de su partido: «No votamos sí a la Constitución, pero siempre hemos cumplido con la ley», ha puntualizado Esteban mientras Rivera y Girauta asentían con la cabeza desde la bancada naranja. A Ciudadanos le ha reprochado su ideología «nebulosa» basada en la «negación» del nacionalismo, pero ha añadido Esteban: «Tiempo al tiempo: sepan ustedes que cuando firmamos siempre cumplimos nuestra palabra y mucho más lealmente que otros partidos estatales». La bancada peneuvista aplaudía alborozada. Rivera asentía. Y Esteban tampoco ha querido cerrar demasiadas puertas con los naranjas, por si acaso: «Ya nos iremos conociendo».

EH Bildu también vota en contra

  • La diputada de EH Bildu Marian Beitialarrangoitia ha votado en contra al no recibir por parte del PSOE el reconocimiento del derecho a decidir del pueblo vasco, el fin de las medidas de excepción en la política penitenciaria y la restitución de los derechos sociales. Esas son las tres condiciones que durante el debate de investidura marcó la representante de EH Bildu como «imprescindibles» para que cualquier cambio «sea real».

  • La diputada vasca criticó el acuerdo del PSOE con Ciudadanos y acusó a los socialistas de haber dejado atrás compromisos como la derogación de la reforma laboral, de tener una posición «poco sólida» y «cambiante», como ha demostrado con el fracking, y de intentar ahora vender «como avance» lo que es «continuidad». A su juicio, el PSOE ha realizado cambios pero «no en lo esencial», sino en «el maquillaje para hacer más vendible lo que no tiene un pase».

  • En lo único que habla claro el PSOE, según Beitialarrangoitia, es en su respuesta a las demandas de la ciudadanía vasca, catalana y gallega de ser sujeto de sus propias decisiones. «Continúan dando la misma respuesta NO», ha exclamado, tras lo que ha advertido de que «la unidad de España que pretenden defender» «hace aguas».

Pero no solo de reconocer la necesidad de reformas en la agenda territorial se trata. Esteban ha enumerado el resto de reclamaciones de la llamada agenda vasca y no son pocas: por supuesto, la actualización del Concierto y del Cupo, la gestión «directa» del régimen económico de la Seguridad Social, el reconocimiento de una mayor autonomía por ejemplo en el ámbito educativo o municipal, la renuncia a cualquier afán «uniformizador», a presentar recursos como el planteado contra las dos últimas OPEs de la Ertzaintza, el reconocimiento del derecho de los ciudadanos de Treviño a decidir «de dónde quieren ser vecinos», la agilización del TAV... Una amplia factura de la que hasta ahora no han visto un céntimo. «La relación personal es excelente», ha reconocido Esteban, pero «la agenda vasca es cero». Incluso ha dicho «no entender» la estrategia negociadora de Sánchez al limitarse a Ciudadanos, si no es por presiones «internas» del PSOE o incluso porque «la gran coalición puede estar cercana».

Sánchez ha respondido también amable, aunque breve, poco prolijo y menos concreto, en línea con la ausencia total de menciones a Euskadi que Esteban le ha echado en cara en su discurso de ayer. Sánchez ha puesto en valor los acuerdos entre el PNV y el PSE en Euskadi, ha destacado también que ambos coinciden en querer evitar un gobierno del PP, al que incluso ha echado en cara sus «ímpetus recentralizadores», y se ha comprometido al traspaso de las transferencias «pendientes desde 2011» lo que hace pensar en las ya negociadas con Zapatero y a la revisión del Cupo, además de felicitarse por la disposición del PNV a participar en una reforma constitucional que, en realidad, se antoja irrealizable sin el concurso del PP. Pero eso no lo ha dicho: «Ahí podremos hablar de muchas cosas, también de algunas de las que usted ha planteado», ha avanzado. Eso sí, ha dejado claro al PNV que su compromiso con Ciudadanos «va en serio» y le ha pedido que «no lo desprecie».

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