Podemos admite su pinchazo: «Ahora no estamos en condiciones de liderar un Gobierno»

Tras su sorprendente irrupción en las elecciones europeas de mayo del pasado año, Podemos soñaba -y nunca lo ha ocultado- con convertirse en la primera fuerza de España gracias a un discurso político novedoso y rupturista, y al descomunal desgaste de los grandes partidos tradicionales (PP y PSOE) por su responsabilidad en la crisis económica y los escándalos de corrupción. De hecho, ha condicionado toda su estrategia a ese objetivo. Sin embargo, los sucesivos comicios celebrados desde entonces le han ido alejando de él.

El partido de Pablo Iglesias obtuvo unos resultados muy inferiores a los esperados en las andaluzas de marzo, también en las autonómicas del 24 de mayo en trece comunidades -aunque algunas marcas que apoyaba en las municipales, a las que no se presentó con sus siglas, lograron alcaldías como las de Madrid y Barcelona- y cosechó un sonoro fracaso en las catalanas del 27 de septiembre. Además, las encuestas publicadas en los últimos meses coinciden en un evidente pinchazo de sus expectativas de voto, mientras populares y socialistas cobran aliento y Ciudadanos crece de forma espectacular como nueva fuerza emergente y eventual alternativa a PP y PSOE.

En una comparecencia pública tras la reunión celebrada este martes por la ejecutiva de Podemos, Bescansa ha explicado que sus propios sondeos les sitúan en un marco que no les es favorable, con un PP que ganaría las elecciones generales del 20 de diciembre, y un empate técnico entre Podemos, PSOE y Ciudadanos. Con esas variables, la secretaria de Análisis ha admitido como pactos más probables para la conformación del próximo Gobierno una alianza de PP-Ciudadanos o PSOE-Ciudadanos, sin descartar incluso un acuerdo PP-PSOE.

No obstante, se ha mostrado convencida de que de aquí a la cita con las urnas pueden darle la vuelta a la situación, y para ello ha garantizado que Podemos se empleará a fondo en los próximos meses y se va a dedicar a "trabajar, trabajar y trabajar" duro para recuperar terreno.

Pese a que Podemos no abandona la cautela con la que mira las encuestas en un año de alta "volatilidad electoral", sí cree que hay que tener en cuenta las tendencias que apuntan a que por primera vez en muchos años el porcentaje del electorado dispuesto a modificar su voto respecto a 2011 es de un 50%, lo que le lleva a pensar que el "voto aún no ha cristalizado".

«Somos realistas»

Como ha dicho Bescansa, experta en sociología electoral, "el voto es lo último que se mueve", y en eso parece confiar Podemos, en que finalmente el 20D el voto que cristalice sea para el partido de Pablo Iglesias.

"Con todo, somos realistas", ha admitido antes de concretar que la encuesta que Podemos realizó entre el 10 al 24 de septiembre -antes de las elecciones catalanas- dice que, de celebrarse ahora los comicios generales, el PP obtendría entre un 27 y 29% de los votos, y Podemos, PSOE y Ciudadanos estarían en situación de empate técnico con entre un 19 y un 21%.

Con esos datos, la dirección ha remitido una carta a la militancia con el convencimiento de que "queda mucho tiempo histórico entre el 13 de octubre y el 20 de diciembre", en palabras de Bescansa, quien ve posible un cambio de escenario.

A pesar de reconocer su caída en las encuestas, Bescansa ha hecho hincapié en que en Podemos están «preparados para gobernar».

«Nacimos para llegar al 20-D y presentarnos a las generales. Ese es nuestro objetivo y estamos preparados para ello». «Que no estemos en condiciones de ganar hoy las elecciones, no quiere decir que no estemos preparados para gobernar», ha enfatizado.