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Oriol Junqueras, Artur Mas y Raül Romeva, en la rueda de prensa en la que han analizado los resultados electorales.
Los municipios que forman la reserva espiritual del independentismo catalán

Los municipios que forman la reserva espiritual del independentismo catalán

Los partidos que apuestan abiertamente por la ruptura con España han sumado más del 70% de los votos en casi una veintena de municipios con más de 5.000 habitantes, en los que las fuerzas no nacionalistas son residuales

óscar b. de otálora

Martes, 29 de septiembre 2015, 01:24

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Las elecciones del domingo reflejan una Cataluña dividida, en la que las fuerzas políticas que plantean abiertamente la independencia han conseguido la mayoría absoluta en el Parlamento (72 escaños de 135), aunque en votos no llegan al 50%: Junts pel Sí -la coalición liderada por Convergencia Democrática y ERC- y la CUP, una formación de extrema izquierda que respalda la secesión, suman el 47,8% de las papeletas. Ambas fuerzas, las que han defendido sin ambages la ruptura con España, superan sin embargo el 70% de apoyos en localidades de pequeña y mediana dimensión -la gran mayoría de ellas, con más de 5.000 habitantes-, en las que los resultados de los partidos no nacionalistas son casi residuales. No obstante, Artur Mas y su socio de Esquerra Oriol Junqueras deberían tener un motivo de preocupación. En todas estas poblaciones, pese a su abrumadora victoria, la marca bajo la que se han presentado a las urnas sufre un desgaste de aproximadamene cinco puntos con respecto a la suma de resultados en las autonómicas de 2012. La gran beneficiada de esa caída es la CUP.

La localidad más importante de esa reserva espiritual del independentismo es Vic, en Barcelona, con 41,956 habitantes. Junts pel Sí ha obtenido en ella el 66,7% de los votos y la CUP el 8,7%. La actual alcaldesa es Anna Erra, de Convergencia, que sustituyó tras las elecciones de mayo a Josep Maria Vila d'Abadal, quien había sido presidente de la Asociación de Municipios Independentistas (AMI). Los socialistas únicamente han conseguido un concejal de 21 y el PP ninguno. Vic cuenta con su propia asociación de empresarios independentistas.

También en la provincia de Barcelona, Berga, con 16.000 vecinos, ha ofrecido un resultado en el que Junts pel Sí consigue el 64,8% de las papeletas y la CUP el 11,8%. Berga es un municipio con una simbología especial dentro del imaginario nacionalista, ya que en sus inmediaciones se encuentra el denominado 'Pi de les tres branques (Pino de las tres ramas), un árbol con el tronco dividido en tres secciones que los secesionistas asocian con una unión simbólica de Cataluña, Valencia y las Baleares y al que organizan una peregrinación en julio.

"El proceso, lo primero"

Otras dos localidades barcelonesas con más de un 70% de votantes independentistas son Torelló (13.949 residentes) y Matadepera (8.841). En esta última, donde Junts pel Sí alcanzó un respaldo del 69,3% y la CUP del 4,7%, su alcaldesa militaba en Unió Democrática, pero dejó el partido cuando sus líderes rompieron el acuerdo con Convergencia por las diferencias respecto al desafío independentista. La regidora, Mireia Solsona, afirmó entonces que "el proceso del 27-S era lo primero".

En Tarragona, los dos municipos con una mayoría abrumadora independentista son Montblanc (7.000 habitantes) y Espluga de Francolí (3.836 habitantes). El primero de ellos está gobernado por el miembro de ERC Josep Andreu y en las autonómicas los votos soberanistas se repartieron en 62,7% para Junts pel Sí y 9,1% para la CUP. Esta localidad es famosa, con respecto a la exigencias nacionalistas, por albergar las jornadas de la Universitat Nova Historia en las que se ha afirmado que personajes como Cristobal Colón, Santa Teresa de Ávila o Cervantes podrían ser catalanes.

Las localidades de Gerona con una mayoría indepentista superior a 70% son Olot (33.9193 vecinos), Bañolas (19.343), Santa Coloma de Farners (12.601), Cassa de la Selva (9.922), Llagostera (8.198), Arbucies (6.481) y Sant Hillari Sacalm (5.681). En la localidad más importante, Olot, su alcalde es el dirigente de Convergencia Josep María Coromina, uno de los más exigentes a la hora de pedir a Unió que abandonase la coalición si no estaba de acuerdo con la apuesta indepentista. En este municipo, 14 de los 17 concejales juraron su cargo con la frase propuesta por la AMI en la que se comprometián a ponerse a disposición del Parlamento catalán para conseguir "una Cataluña libre y soberana".

El refugio de Pujol

En Lleida, los municipios más independentistas son Solsona (9.067 vecinos), Les Borges Blanques (6.088), Agramunt (5.515) y Bellpuig (4.956). Solsona, con 9.067 vecinos, es el mayor de ellos. En él, Junts pel Sí obtuvo el 64,9% de los votos y la CUP el 9,4%. El Ayuntamiento está gobernado por ERC, con 7 ediles, seguido por CiU, con 3, la CUP con 2 y el PSC con 1. La localidad se vio sumergida en una fuerte polémica en febrero por la presunta utilización de símbolos militares durante los Carnavales, en los que se parodió un supuesto enfrentamiento armado entre españoles y catalanes.

Junts pel Si también ha arrasado en otro municipio simbólico. Queralbs (182 habitantes) se ha convertido en el refugio de Jordi Pujol desde la que sombra de la corrupción cayera sobre el expresidente de la Generalitat. En este pueblo situado en el Pirineo catalán, la coalición independentista se hizo con el 76,92% de los votos -los de 100 de los 135 residentes que acudieron a las urnas-, sin que los turbios manejos del clan Pujol le supusieran desgaste alguno en la localidad. Las demás formaciones quedaron a una enorme distancia: la CUP sólo sumó 13 papeletas, 6 Unió -el histórico partido escindido de Convergencia, que se ha quedado sin representación en el Parlamento- y Ciudadanos -la segunda fuerza de Cataluña-, 2 el PP y Catalunya Sí que es Pot -la lista avalada por Podemos e Iniciativa per Catalunya- y 1 el PSC.

Los oscuros tejemanejes de la supuesta herencia paterna con la que el expresidente de la Generalitat intenta justificar la fortuna familiar y los escándalos judiciales en los que se van visto envueltos sus hijos -supuestas 'mordidas' a cambio de obras públicas, millonarios 'pelotazos' por su cercanía al poder- no han quebrado la confianza de sus vecinos en el nacionalismo gobernante.

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