Lizarrusti es uno de los puertos de montaña más remotos de Gipuzkoa. Muga entre el Txorierri y el oeste navarro, antaño fue un punto fundamental de paso de las mercancías que se producían tanto en la costa como en el interior. Eran épocas sin carreteras en las que el género se transportaba a hombros o en reatas por las sendas que se extienden por estos bosques. Recorrerlas hoy es introducirse en territorio de estraperlistas, ladrones, arrieros y carreteros, miqueletes y arbitrios, que se extendieron desde la Edad Media hasta hace apenas unas décadas. Estos son los sugerentes caminos elegidos hoy para ascender al Sarastarri, cumbre en el extremo oriental de Aralar cuyo perfil se convierte en un inmejorable mirador al gran macizo vasconavarro. Una montaña con sus propios secretos, como las cueva Sarastarriko Kobea y la sima Sarastarriko Leizea, la primera de ellas visitable con una simple frontal.La vieja calzada, balizada como PR-Gi.2001 (Caminos navarros) comienza en Ataun. Nosotros iniciaremos la excursión un poco más arriba, en el barrio de Aia, hasta donde llegaba uno de los enlaces de la Aralarko Bira (GR-20), hoy en desuso. Esta descatalogación dificulta la marcha en su primer tramo, hasta enlazar con la PR y hay que estar atentos para adivinar las viejas marcas rojas y blancas, en algunos casos tapadas con pintura.

Desde la pequeña plaza de Aia descendemos 350 metros carretera abajo hasta el primer desvío a la izquierda, que nos lleva al caserío Aiareberri. Pasamos ante sus dos edificicaciones y seguimos un camino carretil que lleva a un arroyo (0h.15). Lo badeamos junto a un vieja borda y ascendemos por la ladera contraria en un tramo donde prácticamente todas la marcas de GR han sido borradas y hay que adivinarlas en los árboles. El sinuoso sendero remonta hasta el cordal meridional del Amiltzu, por donde caminamos unos metros antes de empezar a descender por la vertiente contraria. Salimos delhayedo para caminar por una senda abierta a media ladera. Volvemos al bosque (0h.50), vadeamos la cabecera de un arroyo y bajamos unos metros para recuperar el sendero, que sube a la izquierda hasta una modesta charca. Descendemos vaguada abajo hasta desembocar en un evidente camino donde confluimos con el PR-GI. 2001 (1h,00). A partir de aquí no hay más que seguir las balizas blancas y amarillas hacia Lizarrusti (izd.). Recorremos ya el camino otrora transitado por arrieros y toda suerte de buscavidas. Remonta el barranco del río Agauntza por su margen derecha hasta. Antes de enfilar el ascenso final a Lizarrusti, cruzaremos el río Maizegi (1h.50), tributario, unos centenares de metros más abajo, del Agauntza, curso que vertebra el valle de Ataun antes de desenbocar, a la altura de Beasain, en el Oria.En Lizarrusti (2h.25), donde el antiguo edificio de aduanas ha sido reconvertido en Centro de Interpretación del Parque de Aralar, retomamos el GR-20 (cuyas balizas ya no abandonaremos hasta volver a Aia) para dirigirnos al Sarastarri. El agradable y bonito camino cruza el desfiladero de Agauntza y remonta hasta el embalse de Lareo (2h.50). Lo rodeamos por la izquierda justo con el Sarastarri enfrente, hasta su cabecera, donde las balizas abandonan la pista y se adentran en el lapiaz. Buscando el camino más cómodo, remontan con decisión hacia la cima, aunque antes, a la altura de un gran hito y un tronco cruzado está el desvío (dch.) a la cercana cueva de Sarastarri, donde nos podemos adentrar con una simple frontal y con las lógicas precauciones mínimas hasta su laguna interior. De 25 metros de largo y 3 de profundidad, Joxe Miel de Barandiaran la cruzó a nado en su día con una vela en busca de vestigios humanos pero no encontró nada. De vuelta al camino, remontamos los metros finales hasta salir a los pastos de altura, donde abandonamos las balizas un momento para ascender (dch.) por el incómodo lapiaz hasta la cima del Sarastarri (3h.55) y disfrutar de sus vistas.Volvemos a la ruta balizada para retornar a Aia. Recorremos el cordal herboso y pasamos por al buzón del Agaotz (4h.10) antes de iniciar el largo descenso hasta el alto de Urkillaga (5h.00). Desde allí, por carretera y aprovechando un atajo que evita la curva final, retornamos a Aia (5h.15).