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Ciclistas en Roncesvalles.
Cinco rutas en bici cercanas y para todas las edades

Cinco rutas en bici cercanas y para todas las edades

Con la llegada del buen tiempo desempolvamos las dos ruedas. Si quieres aprovechar el tiempo perdido, atento a los siguientes paseos que te proponemos para estos días de vacaciones

Josu García

Viernes, 3 de abril 2015, 01:51

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Decimos adiós a la cuarentena de frío y lluvia que nos ha impedido dar todos los pedales que al principio del invierno nos propusimos. No pasa nada. Llega la Semana Santa y el pronóstico meteorológico es halagüeño para los que amamos el monte y la bicicleta. Os proponemos cinco escapadas cercanas para sacudirse la pereza invernal y recuperar el tiempo perdido. La mayoría de los lugares que os presentamos cuentan con buenos servicios para atender las necesidades del ciclista y permiten, además, plantear rutas de dificultades diversas: desde paseos con niños hasta la más dura de las ascensiones.

1. Centro BTT de Valderejo-Añana

Situado a unos 50 kilómetros de Bilbao y a pocos minutos de Vitoria en coche, el centro BTT de Valderejo-Añana ofrece la posibilidad de realizar hasta 7 rutas perfectamente señalizadas (los usuarios también tienen a disposición los tracks para el GPS). De diferente dificultad, todas ellas recurren esta zona protegida de Álava, limítrofe con Burgos.

Los viajeros podrán visitar, además, un lugar tan emblemático como las Salinas de Añana o el Museo del Agua. El centro de acogida se ubica en el Camping de Angosto. Está abierto de lunes a domingo, de 9:00 a 21:00 horas. Y el ciclista podrá hacer uso de sus instalaciones para reponer fuerzas, limpiar sus monturas o darse una ducha.

2. Vuelta al pantano de Ordunte

Ubicado en el Valle de Mena, el pantano de Ordunte surte de agua a Bilbao y es un gran desconocido, ya que se ubica en un paraje natural solitario y protegido de la vista de los curiosos (ni siquiera es visible desde la carretera que une Bizkaia y Villarcayo-Medina-Espinosa). Se trata de un lugar con mucho encanto y que, además, entra dentro del territorio del Centro Mena BTT, un proyecto que se ha puesto en marcha en el municipio burgalés para fomentar el turismo relacionado con el ciclismo de montaña.

Además de la vuelta al pantano, los responsables del Centro Mena BTT ponen a disposición de los usuarios varias rutas más que atraviesan una localidad rica en naturaleza (aquí nace el Cadagua), historia y patrimonio cultural (iglesias románicas, casas-torre, calzadas medievales...).

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3. Por los dominios de Ampuero

La localidad cántabra de Ampuero es un buen centro de operaciones para aquellas personas que quieran recorrer con su bicicleta la zona oriental de Cantabria y su frontera con Bizkaia. En el municipio podemos encontrar una buena oferta hostelera y de restauración. Además, desde Ampuero se puede visitar picos tan emblemáticos como la Virgen de Las Nieves o el alto de Guriezo.

Merece también la pena conocer la zona costera, entre Castro y Laredo, así como los límites con Bizkaia, a través del parque natural de Armañón. Por último, los aficionados al ciclismo de carretera tienen una cita obligada con los clásicos puertos que separan Cantabria de Burgos, como el Portillo de la Sía, El Escudo o el alto de Los Tornos.

4. Selva de Irati

Las vacaciones de Semana Santa pueden ser un buen momento para visitar el norte de Navarra y asistir al despertar de la primavera. La selva de Irati, con las diferentes rutas para mountain bike que por allí se pueden realizar es un destino muy agradable.

El viajero puede informarse de los diferentes recorridos en las oficinas de turismo de la comarca. Especial interés suele despertar el recorrido que enlaza el Pantano de Irabia con la Fábrica de Armas de Orbaitzeta. Todo un patrimonio histórico y natural. También puede aventurarse uno a conocer la entrada del Camino de Santiago a España por Roncesvalles.

5. Vuelta al parque de Mendikosolo

Situado en Arrigorriaga, a unos pocos minutos de Bilbao en coche, el parque de Mendikosolo será todo un descubrimiento si lo que deseas es dar una vuelta tranquilo con niños o personas no muy acostumbradas a marchar sobre dos ruedas. El espacio natural cuenta con un pequeño embalse y con unos caminos de grava que se pueden ciclar sin dificultad. Dar la vuelta al lago apenas nos llevará 20 minutos. Sencillo y bello, al mismo tiempo.

Además, la cercana taberna es una lugar ideal para parar a comer un pollo o tomar una cerveza. Posibilidad de castillos hinchables y otros entretenimiento para los más pequeños. Incluso este enclave es apto para el que busca un poco más de acción, ya que se puede subir hasta las canteras y al barrio de Goriko, si lo que se desea es ponerle un poco de picante a la ruta.

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