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«No buscamos la fama ni llenar pabellones», aseguran estos más roqueros que poperos.
El Capitán Elefante: En campaña promocional

El Capitán Elefante: En campaña promocional

El cuarteto vizcaíno surgido de las cenizas de Arde Asia medra en intensidad guitarrera, no pierde la acidez de sus letras y se propone un ambicioso plan de crecimiento que este viernes les lleva a actuar en Bilbao y el sábado en el Ebrofest mirandés. Estuvimos en la comida de presentación en el Bilbotarren Bazkuna

Óscar Cubillo

Jueves, 23 de marzo 2017, 17:05

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El grupo que hoy nos ocupa se encuentra en plena campaña promocional. De hecho, queridos lectores, quizá se han cruzado ya con su nombre, El Capitán Elefante, pues ha aparecido en televisiones generalistas y revistas especializadas, en webs del rollo y en radios de todo tipo. Por tierra, mar y aire se ha lanzado su nuevo álbum, 'Un millón de hombres', el segundo oficial de su reencarnación y que sigue a su debut 'Nuevas coordenadas' (Gaua, 12) y al EP 'Agoraphobia (Gaua, 15).

Recordemos que El Capitán Elefante es el nuevo nombre de Arde Asia, el grupo vizcaíno con raíces en Barakaldo que se reestructuró en2011. Permanecen en la alineación tres ex asiáticos (los hermanos Marcos y el baterista Josean Valle) y hay un miembro nuevo, Lander Urgoiti, el bajista, un jovezno con bigote al que no deben confundir con el mostachudo Jon Gartzi, de Los Jalapeños de La Frontera.

Uno de los actos de tal campaña promocional de ECE ha sido una comida para la prensa en un txoko del centro de Bilbao, en Indautxu. En el Bilbotarren Bazkuna, que tiene casi un centenar de socios. Se trata de un local subterráneo, pero dispone de terraza para fumar. Ahí han ido a comer muchos grupos indies españoles: Vetusta Morla, Surfin Bichos, Izal, Iván Ferreiro, Love Of Lesbian ¡Hasta pidió poder papear ahí Abraham Mateo! Y es que ya se he corrido el runrún y hay grupos que telefonean para reservar, como si eso fuera un restaurante. Y no. Tales encuentros se celebran si hay tiempo y por amor al arte: los músicos llegan un poco antes, cocinan con los mentores (Javier Barrallo y Luis Salazar), charlan, comparten experiencias, tocan algunas canciones en formato a un palmo

Encontrar el local no es fácil, dar con el timbre de su portero automático es aun más arduo, y conocer la contraseña resulta casi imposible. La de ese día era «el vino me pone gorrino». Ejem A la hora señalada por El Capitán Elefante accedimos al txoko y ahí estaban los cuatro anfitriones, sentados en un sofá, grabando para televisión una canción, 'Xanadú' («ejemplo de su querencia por los sonidos bailables de los 70 y 80», ilustra Raúl Emecé, su activo responsable de prensa). La tocaron dos veces seguidas por eso del montaje visual final.

Estábamos aún en pie y de aperitivo en el txoko se sirvieron txakolís y latas de cerveza. Y no tardaron en circular bandejas de buenos hojaldres con chistorra y gruesas gildas con boquerón. Las gildas las había preparado nuestro interlocutor, el abierto baterista Josean Valle, que en estos acústicos mediáticos suele tocar pandereta y otras percusiones así de suavitas. Entre trago y bocado Josean nos contó que se habían metido en semejante embarcada promocional animados y guiados por su encargado de prensa, el mentado Raúl Emecé.

Comentó que están muy ilusionados y que andan preparando una amplia gira que ya ha cumplido varias fechas: una de preestreno en el Cotton Club, con 70 personas pagando 20 euros por CD y bolo antes que nadie, y otra en Zaragoza, capital donde casi nadie les conoce pero congregaron a más de 60 personas de pago, cifra que no está nada mal para un grupo de su perfil. Hoy viernes tendrá lugar el estreno oficial, en la nueva sala Moma (Rodríguez Arias 66, 20.30 h, 10-13 ¤, parados gratis; hombre, puede pasar el amigo Pato), en un cartel sobre compartido con sus amigos vigueses de Eladio y Los Seres Queridos. Ambos grupos se echan cables mutuamente a la hora de cerrar conciertos en sus respectivas comunidades. Además, el sábado ECE viajan a Miranda, al segundo Ebrofest (Fábrica de Tornillos, 22.00 h, 10-12 ¤).

La gira de El Capitán Elefante seguirá por Pamplona, Salamanca, Oviedo, Santander, Vigo, Madrid, Barcelona La afrontarán divulgando su segundo álbum, 'Un millón de hombres', editado por un sello catalán llamado Polar y que tiene solo cinco grupos en cartera, o sea que tiene tiempo y ganas de ocuparse de ellos. Lo de la distribución de discos es un asunto que no les preocupa demasiado, porque confían en las ventas de sus conciertos y en que quien esté interesado lo puede pedir a su web.

Tras el aperitivo los músicos interpretaron en directo dos canciones más para los presentes: 'Un millón de hombres', título del CD y el primer single y 'Enfermos de tristeza', que a Raúl Emecé le parece coreable en plan Queen.

Tras esto nos sentamos a la mesa del Bilbotarren Bazkuna y el grupo anfitrión cometió el error de sentar a los cuatro músicos por un lado y por el otro la prensa. Así no van a vender la moto, a infiltrar sus ideas en los periodistas El menú moló y estuvo mejor que la media de semejantes encuentros profesionales musicales. Javier Barrallo y Luis Salazar prepararon ensalada de bacalao con piperrada y aguacate, jibiones en su tinta con guarnición de arroz, unas estupendísimas carrilleras en salsa, hojaldres de postre los de nata, de premio, obra de Mamen, esposa de Josean-, café y tal y tal. Y mientras se sucedían los platos, se iban desentrañando ciertos aspectos del disco, como la grabación en los Chromaticity Studios de Castro Urdiales, regentados por un heavy: Pedro J. Monge, de Vhäldemar, «que ha conseguido que nos vayamos aproximando al sonido que queremos, el que tenemos en directo», apuntó Josean.

Inopinadamente, el líder del cuarteto, Javier Marcos (voz y guitarra), no habló mucho en esa reunión. Pero su hermano Jaime Marcos (guitarra) se soltó más entre viaje y viaje a fumar a la recogida terraza. Por ejemplo, sobre la mesa comentamos que estábamos en un txoko, donde sólo se suele permitir la entrada a los hombres, y curiosamente no había ninguna periodista. A Jaime le preguntamos qué esperan con El Capitán Elefante, y reflexiona: «No buscamos la fama ni llenar pabellones. Apostamos por una progresión lógica pero sin forzar la máquina, haciendo la música que nos sale de las entrañas sin pararnos a pensar en las etiquetas que nos puedan poner: que si indies, que si poperos, que si power-pop... Hacemos más rock que otra cosa, con raíces notables de todo lo que hemos vivido desde pequeños en nuestro barrio en la margen izquierda».

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